16 DIAS AL NORDESTE DE BRASIL ✏️ Blogs de Brasil

Nos levantamos temprano para irnos a Pipa, pasando antes por el casco antiguo de Joao. El calor era insoportable. Nos costó encontrar un aparcamiento, fuimos a estacionamiento Rotativo, Av Dom Pedro I, cerca de la Plaza Julieta Simoes, 3 reales, merece la pena, si aparcas en la calle es más caro y casi no hay lugar, más si vas con maletas, el miedo al robo siempre está, no dudamos en parquin privado
Centro muy lindo colorido, mal conservado, estaban arreglando, espero que lo hagan porque pueden aprovechar que el turista lo visite. Lo malo que está muy sucio.
Pasar por La Casa de la Pólvora no vale la pena si no estas por el lugar, difícil de aparcar y no hay nada.
Cogimos el coche, camino a Pipa, pasamos por Bahía Formosa, merece la pena, aunque hay que desviarse un poco del camino. Antes de la salida a esta Bahía por la carretera principal hay una salida para la playa Sagi, esa es la mejor opción si quieres visitarla, porque luego cuando desvías a Bahía Formosa sale otra carretera a Sagi pero son más kilómetros y la carretera está mal.
En Bahía Formosa antes de bajar a la playa hay un mirador que vale la pena sacar unas fotos, luego bajamos con el coche aparcamos, siempre dejando algo de propina al que se acerca a cuidarlo y caminamos por la arena. Playa preciosa, con un entorno con bellos paisajes, el pueblo es pequeño, pero está bien, si caminas para el otro lado del pueblo hay otra playa con unas rocas enterradas en la arena que vale la pena ir a ver.
Cogimos el coche para seguir camino a Pipa, buscando un lugar para comer pasamos por Barra de Cunhau, unas leguas de arena blancas increíbles, es muy ventoso, pero vale la pena pasear y sacar unas fotos.
Seguimos viaje a comer, por Tripadvisor vimos que el mejor restaurante del lugar era Solimar www.solimar.com.br/site/, está al lado de la playa, había mucho aire decidimos comer dentro. Pescado a la parrilla, con verdura y patatas, te café y una caipiriña 130 reales, estaba bien.
Ya se hacia un poco tarde, a unos 2 km del restaurante esta el cruce en balsa de Sibaúma, 15 reales para pasar el coche, tienes la opción de volver a carretera, pero se pierde tiempo, esto es más práctico.
Hay 2 rutas para llegar al hotel Paua Hotel Boutique, una de 6 km, pero nos dijeron que estaba en mal estado y otra de 13 km por carretera normal. Tardamos 30 minutos por el mejor camino, no queríamos complicaciones.
Llegamos al hotel pauahotel.com/boutique/ esta un poco escondido pero la verdad que nos sorprendió gratamente, teníamos una habitación superior, las vistas eran estupendas, la habitación enorme y muy bien decorada, con un porche que salía al jardín, una hamaca. Más no se puede pedir. 210 euros 2 noches por Booking.
La chica de la recepción Lila es un encanto, una argentina que hace de la estadía un placer, soluciona todos los problemas que esta en sus manos.
Dejamos las cosas y fuimos directos al mirador Pipa Chapadao estaba justo al salir del hotel, tierra roja y mar. Increíble.
De ahí nos fuimos por un caminito para bajar a la playa Do Amor, hay unas escaleras bastante empinadas que hay que bajar con cuidado, pero es fácil. Llegar a esa playa es un paraíso, acantilados, arboles, vegetación, arena blanca y mar. Caminamos un poco, se hacia de noche, preferimos subir con luz. Fuimos a la piscina, que era un placer, aunque le falta un poco de luz y luego ducha para ir al pueblo. Fuimos andando son unas 15 calles, pasemos por el pueblo muy animado, muchos restaurantes, pero nos decidimos ir a Camarao na Fazenda, por los comentarios, había que esperar un poco, ya que queríamos cenar en la terraza, langosta con risotto y verduras, 1 vino con agua, 290 reales, recomendable.
Caminamos un poquito, fuimos a reservar para cenar en Oca Toca, que está en el hotel Toca da Coruja, www.tocadacoruja.com.br/ es uno de los mejores en Pipa, hay que dejar 50 reales para la reserva. De ahí directos al hotel, pasamos un poco de miedo a la vuelta porque las calles eran un poco oscuras.
Nos quedamos mirando el recorrido del otro día, cositas en internet y a dormir.

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Nos levantamos temprano para aprovechar el día, nuestro desayuno al lado de la piscina se hace muy placentero, aunque la humedad se nota.
Desayuno muy bueno, bollos, pan de queso, tapioca rellena de jamón y queso, una delicia. Zumos diferentes pero el de naranja lo cobran aparte, no me parece correcto. Otra de las cosas malas es que hay que decirles que repongan las cosas
Preparamos una mochila para cada uno, toallas, bronceador, algo de picar, otro bañador y partimos para hacer la caminata de todas las playas, el camino es largo. Hay que aprovechar apenas baja la marea, la tabla de las mareas las dan en el hotel.
Tener en cuenta que el calor es agobiante, mucho protector solar y gorra imprescindible. Salimos del hotel la mejor opción para ir desde nuestro hotel es entrar al restaurante Amó, suelen dar un pase por si se hace alguna consumición, la coges las guardas para la vuelta, que se debes entregarlo para que ellos comprueben que solo pasaste y no te quedaste a comer allí. Justo donde está la piscina del restaurante está la escalera para bajar a la playa del Amor. Si no lo haces aquí debes salir a la carretera y llegar al pueblo donde hay otra bajada.
Un largo y hermoso camino nos lleva a Playa do Centro
seguimos a Playa do Porto hasta llegar a Playa dos Golfinho, una de las mejores, alquilamos 2 tumbonas con 1 sobrilla por 20 reales. Comimos 3 brochetas de pollo, 2 de quesos, 2 aguas y 2 coca cola, unos 45 reales, muchos vendedores pasan con diferentes tipos de comida.
Nos quedamos hasta las 15 hs , decidido volver la marea comienza a subir, en la playa del centro ya no se podía pasar, por lo tanto tocó subir al pueblo para bajar nuevamente a la playa por la calle Largo Sao Sebastiao. Antes de volver al hotel nos tomamos un zumo de Kiwi y Piña 22 reales, en Barraca Raios da Sol, que está justo donde la escalera que nos lleva al restaurante en donde nos pedirán el pase que nos dieron por la mañana.
Toca descansar en la piscina del hotel hasta las 19 hs, a ducharon para ir al pueblo a cenar a Oca Toca. www.tocadacoruja.com.br/ El hotel es precioso, sus jardines una maravilla, todo un lujo.
Cenamos pescado con costra de Castañas caramelizadas, con agua y sin postre 192 reales. Un restaurante de esta categoría no tenia pan sin gluten y prácticamente no saben que es ser celiaco.
Nos fuimos a comer helado a Gelataria Preciosa preciosagelateria.com.br/ riquísimos, vale la pena, de ahí a ver la Rua Beija Flor, una calle pintoresca, con algunos negocios y restaurantes.
Se había hecho tarde, nos fuimos al hotel en taxi por 20 reales es precio cerrado.
A descansar toca ir en coche a Natal.

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Como todos los días nos levantamos tipo 8.30 para aprovechar la mañana, nos toca salir en coche para Natal, aunque nos vamos unas horas a la playa.
Desayunamos muy bien, hablamos con Lila para saber si disponíamos de algún lugar para ducharnos después de la playa o hacer el check out más tarde, nos dice que nuestra habitación estaba reservada y la tenían que limpiar, pero que nos daban otra, dejamos la maleta y bajamos a la playa del Amor.
Nos quedamos en el chiringuito que no cobran tumbonas ni parasol, solo debes consumir, como íbamos a picar algo, nos era rentable.
Sobre las 13 hs pedimos agua de coco 5 reales, coca cola 6 reales, agua pequeña 5 reales y una carne de sol frita con cebolla y patatas que estaba muy buena todo 55 reales.
Restaurante Raios De Sol.
Sobre las 14.30 subimos a la piscina, nos quedamos 1 hora, nos duchamos y salimos dirección Natal.
Son 85 km pero se tarda 1.30 hs, la carretera no es mala, pero la velocidad es a 90 como máximo. Pasamos por Tabau do Sul, solo está a 6 km de Pipa, lugar que muchos van a ver el atardecer, para nosotros no merecía la pena.
Seguimos a Ponta Negra para ir al hotel Manary Playa, www.manary.com.br/hotel.php 950 reales unos 200 euros, lo cogimos por booking. Cuando llegamos tipo 17 hs. nos pidieron la tarjeta como lo hacen en todos los hoteles por las consumiciones que se puedan realizar, pero aparte que pagáramos en ese momento, antes de ir a dejar las maletas a la habitación, me pareció de mal gusto, teniendo la tarjeta. Luego nos vamos dando cuenta el porqué.
Nos dieron una habitación que había una columna al lado de la maca donde pasaba la tubería del extractor de la cocina, por lo tanto, el ruido era constante. No hubo forma de que nos cambien, decían que estaba todo ocupado. Si nos llevaron a ver una en la planta baja para minusválidos.
Dejamos las cosas, bajamos a ver la piscina que era muy bonita, donde había un restaurante con buenos comentarios en tripadvisor. Salimos del hotel por la rambla a reconocer el sitio. Muchos restaurantes, bares y negocios. Bastante iluminada, no nos dio miedo.
Volvimos al hotel a las 19.30hs para cambiarnos e ir a cenar, decimos cenar en el hotel, por comodidad. La carta está bien, aclaramos que soy celiaca, nos dicen que no hay ningún problema porque se consulta con el chef.
www.manary.com.br/restaurante.php

Elegimos con mi pareja un pescado al grill con crocante y puré de batata, pedimos vino. Cuando nos trajeron el vino, nos dicen que no hay problema por el pescado porque nada tiene gluten. Después de esperar unos 40 minutos, nos dicen que tenemos que cambiar la opción del pescado porque si tiene gluten, mi paciencia se estaba perdiendo, les dije que me traigan lo que quieran. Fue un trozo de pescado con risotto, según ellos, que no lo comí, era arroz hervido sin más. Les comentamos nuestro disgusto y no nos cobraron la cena, cosa a destacar.
Salimos a caminar por la avenida que esta a 2 calles del hotel, aprovechamos a reservar para cenar al otro día en Camaroés restaurante www.camaroes.com.br/.
Ya eran las 22 hs nos fuimos a dormir, cansado del viaje.

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