![]() ![]() Brasil: Naturaleza y Carnaval ✏️ Blogs de Brasil
Viaje de 25 días por Brasil dentro de un gran viaje de 6 meses por Latinoamérica. Visitando la costa de Sao Paulo, Rio de Janeiro y su carnaval, Salvador de bahia y trekking por el Parque Nacional Chapada DiamantinaAutor: Daniorte Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (10 Votos) Índice del Diario: Brasil: Naturaleza y Carnaval
01: Preparación
02: Día 1: Llegada a Sao Paulo
03: Día 2: Ubatuba
04: Día 3: Ubatuba. Ruta de las 7 playas.
05: Día 4: Paraty
06: Día 5: Paraty. P.N. Bocaina
07: Día 6: Río de Janeiro I
08: Día 7: Río de Janeiro II
09: Día 8: Río de Janeiro III
10: Día 9: Río de Janeiro IV.
11: Día 10: Llegada a Ilha Grande
12: Día 11: Ilha Grande Trekking
13: Día 12: Ilha Grande. Vuelta a la isla
14: Día 13: Ilha Grande - Río de Janeiro
15: Día 14: Salvador de Bahía
16: Día 15: Salvador de Bahía
17: Día 16: Morro do Sao Paulo
18: Día 17: Morro de Sao Paulo. Boipeba
19: Día 18: Morro do Sao Paulo - Salvador
20: Día 19: Chapada Diamantina. Cachoeira da fumaça
21: Día 20: Chapada Diamantina. Vale Do Pati I
22: Día 21: Chapada Diamantina. Vale do Pati II
23: Día 22: Chapada Diamantina. Vale Do Pati III
24: Día 23: Chapada Diamantina. Vale do Pati IV
25: Día 24: Vuelta a Salvador de Bahía
26: Día 25: Salvador de Bahía
27: Impresiones
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Etapas 1 a 3, total 27
Normalmente, al terminar un viaje cuelgo el diario que he ido realizando día a día y el vídeo con lo mejor que he podido sacar de la cámara. Lo dejo por aquí para que os hagáis una idea de lo que relato en el diario.
Brasil es uno de los países que he visitado dentro de un gran viaje que finalmente duró seis meses por América Latina en solitario, recorriendo Ecuador, Centroamérica, Brasil y Colombia. El viaje lo inicié en Ecuador, continué por Centroamérica y salté a Brasil. Este diario es continuación del de Panamá: DIARIO DE PANAMÁ Brasil es un país inabarcable; tiene el doble de extensión que todos los países de la Unión Europea juntos, y el 60% del país es selva amazónica. Tiene una cantidad impresionante de atractivos turísticos. A la hora de decidir qué visitar, tuve que ajustarme a la época en la que viajaba, febrero. Iguazú estaba descartado porque ya lo visité en 2017 cuando estuve en Argentina ETAPA AQUÍ. Me hubiera gustado mucho ir a Pantanal, pero resulta que febrero es época de lluvia y no es la mejor para avistar jaguares, así que lo dejaré para un futuro viaje. Descarté también la selva amazónica porque ya la conocí en Ecuador y la conoceré en Colombia, además de haber pisado mucha selva durante mi tiempo en Centroamérica. Siempre me había llamado la atención Lençóis Maranhenses, pero nuevamente no era la época adecuada, así que también lo descarté. Otro sitio que barajé fue el parque nacional de Chapada Diamantina y aquí si que es buena época asi que un buen trekking allí me encajaba y me apetecía mucho. Aprovechando que voy en carnaval, Río de Janeiro era obligatorio y Salvador de Bahía también. Con la costa de Río de Janeiro, Salvador de Bahía y el Parque de Chapada Diamantina, armé un viaje de 26 días espectacular. Brasil me ha enamorado. Moverse por el país Moverse por Brasil es muy fácil, cómodo y barato, pero las distancias son enormes. Lo bueno es que si la distancia es muy larga, hay muchas opciones de vuelos internos, también muy baratos, que facilitan el desplazamiento. Hay varias páginas para comprar billetes de autobús y aplicaciones como Moovit funcionan de maravilla para ver horarios de transporte público y frecuencias en directo. Los locales la recomiendan bastante. En grandes ciudades como Río, Sao Paulo o Salvador, el transporte público es bueno, sobre todo en Río. Uber funciona perfectamente y en ningún momento me vi obligado a usar taxis. Dinero El país me parece bastante económico. Si bien es cierto que durante el carnaval encontré muchos sitios con pocas opciones de alojamiento y caros, porque reservé a última hora. Reservando con tiempo, hay opciones muy económicas en todos los sitios. Si viajas estilo mochilero, hay muchas opciones de hostales y habitaciones compartidas. Durante el carnaval, todo es más caro, incluso eso. Lo bueno de Brasil es que se puede pagar absolutamente todo con tarjeta. Cuando digo todo, es todo; incluso las personas que piden limosna mientras hacen malabares tienen un QR para contribuir. Es una maravilla, prácticamente no es necesario el efectivo. Recomiendo usar Revolut.Tiene una muy buena tasa de cambio. Si tienes algún problema, responden bastante rápido y bien. No recomiendo usar Bnext. Me ha dado problemas en casi todos los viajes a los que he ido y luego el servicio de atención al cliente es nefasto. Eviten Bnext, porque ante un problema estás vendido. Seguridad Negar la inseguridad en Brasil sería negar la realidad. Brasil tiene una de las tasas de homicidios más altas y una violencia urbana significativa, solo detrás de países como Honduras o Ecuador. En 2023, la tasa de homicidios estaba alrededor de 21 por cada 100,000 habitantes, una de las más altas del mundo. La inseguridad es mayor en ciudades como Río, Sao Paulo o Salvador, donde operan bandas criminales como Comando Vermelho y Primer Comando de la Capital. La situación de las bandas contribuye a esta alta tasa de homicidios debido a las guerras entre bandas, aunque es raro que esto afecte directamente a los turistas. Sin embargo, la violencia urbana en forma de robos y acoso sexual sí es una preocupación. Yo me moví sin problemas, manteniendo siempre un perfil muy bajo. También es cierto que visité Río, Sao Paulo y Salvador durante el carnaval, cuando estas ciudades estaban prácticamente militarizadas. Había una presencia enorme de fuerzas armadas. Andar por la noche en Río o Salvador generaba algo de inseguridad, pero insisto en que yo personalmente no tuve problemas. Presencié un asalto en Salvador de Bahía, donde un grupo de turistas de crucero fue asaltado por niños de entre 10 y 12 años, quienes les quitaron todas sus joyas ante la mirada atónita de todos y frente a un furgón policial que ni se inmutó. La corrupción policial también es una de las grandes lacras del país, por lo que la presencia policial no siempre asegura la seguridad al 100%. En Salvador de Bahía, durante un concierto de Timbalada, había hasta tres cuerpos de seguridad distintos presentes. Fue impactante. Fuera de las ciudades, la situación es completamente distinta. En los pueblos de la costa o en el interior, como en Chapada Diamantina, no vi nada de inseguridad y la gente me aseguró que era seguro. Como siempre, creo que manteniendo un perfil bajo no debe haber ningún problema. Me paseé por el carnaval de Río de Janeiro con la cámara colgada al cuello. Algunos locales me advirtieron que tuviera cuidado, pero desde el principio sabía que si me quitaban la cámara no sería un drama, así que pude disfrutarla con seguridad, bien asegurada al cuello eso sí. Si llevara una cámara que no quisiera que me robaran, ni loco la habría llevado al carnaval. En el diario de Ecuador explico más detalladamente las medidas de seguridad que tomé en general para todo el viaje de seis meses. AQUÍ. Visitar el Parque Nacional Chapada Diamantina El parque es famoso por sus increíbles paisajes de valles profundos, cañones, mesetas y cascadas. Tiene algunas cataratas realmente espectaculares, como la segunda más alta de Brasil, Fumaça de 340 metros, y Cachoeirão con 280 metros, formando un anfiteatro enorme por donde caen múltiples cascadas. Es una postal absolutamente increíble. Aquí os dejo el enlace a la ruta integral de Wikiloc. TRACK DE LA RUTA Es un trekking muy bonito y poco explotado turísticamente. Además, no es demasiado exigente físicamente, dentro de unos mínimos de estado físico. Aunque los refugios son caros, son cómodos, bonitos y se come de lujo. Es importante reservar previamente por WhatsApp. Aquí tienes los números de todas las posadas para poder contactar previamente. Yo reservé con dos días de antelación. Es importante hacerlo porque a veces los refugios están llenos por grupos y podrías quedarte sin cama. TELEFONOS DE CONTACTO Yo he organizado todo por mi cuenta, llevando un GPS de montaña. Es factible, aunque no recomiendo usar solo el móvil debido a la falta de cobertura, lluvia y jornadas largas que pueden afectar la batería junto con el calor. En mi caso, también llevaba un comunicador satelital con SOS. Aún así, hay muchos guías con los que puedes organizar el trekking. Conocí a uno en uno de los refugios que me pareció excelente y hablaba español perfectamente. Aquí tienes su Instagram y su número de contacto para quienes estén interesados: INSTAGRAM DEL GUÍA Teléfono: +5575998249570 Las condiciones climáticas y la absoluta falta de marcas en los senderos pueden complicar mucho la experiencia. No es un trekking al que se pueda venir tan despreocupadamente sin una buena organización. Hay que ser conocedor de las capacidades de cada uno pues es un sitio donde se producen bastantes accidentes entre los turistas. Lo más destacado son las cataratas, pero en la época seca, aunque las lluvias no complican la ruta, las cataratas se encuentran secas y eso le quita el punto más espectacular al trekking. Febrero y marzo son épocas ideales, justo después de las lluvias, lo que garantiza que las cataratas tengan suficiente agua, y tuve la suerte de evitar las lluvias durante todo el día. Voy poniendo las etapas y las iré subiendo poco a poco, ya que lleva trabajo. Tened en cuenta que el diario lo he ido escribiendo día a día durante el viaje. Etapas 1 a 3, total 27
El día anterior a este viene del diario de Panamá. De AQUÍ
Por la mñana temprano he pillado un Uber al aeropuerto de panamá. Puntual ha salido el avión hacia Sao Paulo y a las 15 estábamos aterrizando. Desde el avión se puede ver la animalada de cemento y asfalto que es la ciudad. Rascacielos extendiéndose hasta el infinito sobre un campo de casas bajas, contrastando enormemente con la visión del Darién que he podido ver desde el avión al salir. Al bajar del avión la migración ha ido muy rápida. Me he topado un poco con la barrera del idioma. Yo me creía que entendería algo pero es imposible, y eso que llevo un mes dándole al duolingo, si hablan muy muy lento pillo bastante pero como hablen normal poco, leído se entiende perfecto al menos. He conseguido hacerme una tarjeta de datos y me he pillado el bus al centro, aun apesar de tener dificultad para comunicarnos ha ido todo muy fluido y a las 16:30 estaba en el hotel. En el bus por Sao Paulo ya me he dado cuenta que aquí la gente estaba de fiesta pero de la buena. Con el miedo en el cuerpo, de todo lo que uno lee sobre la inseguridad en Brasil, en cuanto he llegado al hotel he dejado todo y, con el equivalente a 10€ y el móvil, me he ido a ver el pampaneo. El carnaval es muchísima gente por la calle bebiendo, se acumulan en barras y en autobuses con música. Ayer estaba en la selva del Darién y hoy de carnaval en Sao Paulo, parezco un alien recien llegado a otro planeta. Hoy es domingo y está hatas arriba todas las calles, no me quiero imaginar cómo estaría esto ayer. El disfraz típico es la tía en bikini con peluca y brillibrilli y los tíos en calzoncillos con gorros varios y también brillibrilli, hay gente que prácticamente va desnuda. Mucho ambiente LGTB y gente desfasadísima consumiendo en plena calle. He llegado cuando esta gente lleva ya muchas horas (o días) de fiesta. He empezado por un paseo por la Avenida Paulista donde la gente estaba relativamente tranquila con sus skates y me he metido en todo el follón. La ciudad en sí es objetivamente fea. Edificios viejos y todos llenos con un graffiti que es único de Sao Paulo, el Pixaçao. El Pixação es un estilo único de graffiti en São Paulo, caracterizado por letras angulosas y altas que suelen aparecer en lugares inaccesibles, como la parte superior de edificios. Esta forma de arte urbano refleja descontento social y exclusión, emergiendo como una expresión de identidad contracultural en la ciudad. Yo lo catalogaría más como vandalismo, ya que estéticamente no hay por donde cogerlo, pero se ha hecho un hueco en la identidad cultural. Le da a la ciudad un toque distópico como sacado de una película postapocaliptica tipo Blade Runner. Menos mal que la he visto con el ambientazo del carnaval. Música de reguetón en español mezclada con música brasileña. Policía por todas partes y helicópteros sobrevolando de forma constante. Llegar así a una ciudad es un buen choque, he estado andando hasta el anochecer y se me ha pasado volando. He estado recorriendo las calles del centro hasta que el ambiente era el típico de fin de fiesta con toques chungos y alguna pelea incluida. Cayendo la noche un ejército de barrenderos y policías han despejado las arterias principales. Una norma básica es que a la noche en Sao Paulo uno tiene que estar recogido y encima yendo solo tú me dirás a dónde voy. Me he pillado un kebab y para el hotel. Aquí lo bueno es que amanece muy temprano, como a las 5:15 y está anocheciendo casi a las 19:00. Yo creo que como día de llegada está más que bien. No tenía ni pensado ver Sao Paulo del miedo que me habían metido y al final lo he visto en plena bacanal. Mañana huyo de la ciudad para ir hacia la costa. Las distancias son enormes así que hay que ir parando en pueblitos interesantes antes de llegar a Río. Mañana a las 6:30 cojo un bus a Ubatuba. Etapas 1 a 3, total 27
He salido de Sao Paulo a las 6:30. Las distancias son tan largas que solo hasta la costa hay 3 horas. Coincide que aquí la gente está de vacaciones de carnaval y todo el mundo va hacia la playa, con lo que hay un tráfico importante.
Mi idea en un principio era ir hasta Paraty, pero supondría como 7 horas de bus más transbordo en Ubatuba. Como no tengo ninguna prisa, al final opté por pasar por Ubatuba y no pegarme tanta paliza. Aun así, me he comido como 5 horas de bus por culpa del tráfico de la parte de la costa. El ambiente es el típico de playa, pero el paisaje es parque jurásico con playa y veraneantes. Toda la costa es montañosa, cubierta de lo que llaman "mata atlántica". Cubre todo de un bosque espesísimo con parches de granito desnudo, con alguna cascada incluida. Al otro lado, una playa infinita, confinada por otras islas, cabos y montañas, llena hasta arriba de gente. Han sido como 100 kilómetros de constante ambiente playero. Finalmente hemos llegado a Ubatuba a las 12, a la vez que caía un aguacero tremendo. En la estación he intentado averiguar dónde sale el bus hacia Paraty para el miércoles y no ha habido manera de encontrar a alguien que hable inglés, ni los jóvenes. Al final, con Google Traductor me he aclarado, pero se hace difícil, ellos creen que les entiendo y me hablan como si nada hasta que me echo a reír y repito "eu não entendo", bendito Google. De la estación he pillado un Uber al alojamiento. Está bastante bien, pero me ha costado caro con la tontería del carnaval y bastante que he encontrado. Después de acomodarme, me he ido a recorrer Ubatuba de punta a punta. Ubatuba son como dos playas separadas por un morro. La primera parte ha sido un paseo tranquilo, sin apenas gente, vistas bonitas, restaurantes e incluso un centro comercial, en donde venden la comida más parecida a España que he visto en todo el viaje. Me he pillado para comer un poke y medio kilo de papaya pelada que me he comido en la playa más a gusto que nada. Es curioso porque hay un montón de avefrías que se pasean como gaviotas al lado de las palomas. Mira que en España solo las he visto de lejísimos y aquí me miran esperando que les tire algo. Después de comer, he subido a un mirador en el morro que separa las dos playas y he pasado a la siguiente playa, playa Perequé. De un ambiente relajado, sin apenas gente, me he trasladado de golpe a un capítulo de Callejeros Viajeros Brasil. Qué locura de ambiente. La playa de Perequé es una playa de dos kilómetros de largo, arena fina y gente por todas partes. Es que es exactamente igual que un capítulo de Callejeros Viajeros. Yo creo que este ambiente es porque es carnaval, porque si todos los días son así, el país se hunde. La playa está llena de chiringuitos. Los chiringuitos ponen mesas hasta el mismo agua, hay zonas con mesas y zonas más despejadas. Cada tanto te encuentras gente haciendo zumba, grupos de samba tocando con tambores, música en vivo, chavales jugando al futvoley, al fútbol, a dar toques... Lo del futvoley es un espectáculo, juegan parejas mixtas y las tías son unas máquinas, pegan unos cabezazos y unos controles que ni en 10 años entrenando me saldrían. Hay que reconocer que los brasileños tienen una identidad cultural súper marcada. Es que hasta las crías pequeñas se arrancan a bailar samba que parece que nacieran sabiendo. Qué alegría tienen. El ambiente es muy chulo, pero en estos contextos pesa mucho el ir solo. Esto está especial para ir acompañado, echarse unas cervezas, comer pescaíto frito, bañarse... Pero yendo solo pues como que no viste. Bañarme paso porque recomiendan que alguien esté con las cosas de valor, sentarme yo solo a echarme una cerve pues bueno, pero no luce. Al final, yendo solo, estas cosas se quedan a medio gas, en fin, no se puede todo. Volviendo ya al atardecer, la gente seguía en todo lo suyo. Había carpas de carnaval infantil y la gente buscando sitios para cenar. Una cosa curiosa es que en todos los restaurantes venden la comida al peso. Te dicen que el kilo es como 15€, tú te echas la comida rollo bufet y cuando vas a pagar la pesan y te cobran, hasta las heladerías funcionan así. Para cenar me he pasado por el supermercado y me he pillado una ensalada, queso parmesano y un trozo de pan de verdad. Al final me he cascado como 7 kilómetros entre la ida y la vuelta. Mañana me haré una ruta cerca de aquí que parece ser bonita. Madrugaré para empezar bien temprano que Brasil me da la sensación que me dio la India, turismo local masivo. Etapas 1 a 3, total 27
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