![]() ![]() Vacaciones en Rusia en el verano de 2019 y presupuesto (San Petersburgo y Moscú) ✏️ Blogs de Rusia
Este diario que vas a leer a continuación, recoge lo vivido en el viaje por ese pais, donde visitamos durante 3 días San Petersburgo y 4 días Moscú.Autor: Jaurmi Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.7 (7 Votos)
01: Preparación del viaje.
02: Día 1: Viaje y llegada a San Petersburgo.
03: Dia 2: Fortaleza San Pedro y San Pablo, San Isaac, Palacio Yusupov y San Nicolás
04: Día 3: Hermitage, Catedral Sangre Derramada y Catedral de Kazán.
05: Día 4: Peterhof, Monasterio smolny y parque Tavricheskiy y Flecha Roja
06: Día 5: Plaza Roja, Parque Zaryadye, almacenes GUM, Museo Pushkin, paseo Moscova
07: Día 6: Kremlin, Paseo por el centro y mercado Izmailovo.
08: Día 7: Mausoleo Lenin, Metro, Universidad, colina de los gorriones y Novodevichi
09: Día 8: Museo Cosmonáutica, Parque VDNKH, Mercado Izmailovo, Parque Kolomenskoye.
10: Día 9: Viaje de vuelta… Colorín colorado, este viaje se ha terminado.
11: Conclusiones, ayuda a posibles turistas y presupuesto.
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Etapas 4 a 6, total 11
Hoy tocaba uno de los platos fuertes de San Petersburgo, su museo Hermitage. Sobre las 11 y cuarto llegamos a la plaza donde está situado, y como no llevábamos entradas porque teníamos que sacarlas en las taquillas, para poder beneficiarnos de la entrada gratuita del carnet universitario, nos costó un poco encontrar entre las múltiples filas que había cual era la que iba a la oficina de cajas (justo al pasar la puerta que da acceso al patio interior del museo, había unas filas laterales para las máquinas automáticas, y en el lateral izquierdo había otra fila para el acceso al museo de las personas que habían sacado los tickets en las maquinas). Finalmente encontramos la fila adecuada, que eran las dos que terminaban justo en frente de la entrada. Después de cerca de 2 horas de fila y de pasar los controles de acceso, ya estábamos adentro.
![]() El museo es gigante, con un total de 21 km entre todas sus salas y galerías (durante la fila estuvimos leyendo páginas acerca del museo, así como de posibles recorridos reducidos se podían hacer por el museo). El hall de entrada al museo me pareció muy masificado, ya que no era muy grande y estaba abarrotado de gente. Subimos por la escalera principal de mármol blanca y empezamos a visitar las salas. Lo primero que vimos fue las salas dedicadas al palacio, como la sala de la malaquita, dormitorios o la iglesia que tiene en su interior. Después comenzamos a visitar la pinacoteca, donde destacan un par de madonnas de Leonardo (cuando fuimos solo había una), una escultura de Miguel Ángel, cuadros de diferentes escuelas, como la flamenca, francesa o española (con cuadros de Velázquez o El Greco). ![]() Sobre las 3 y media salimos del museo, un poco saturados de tanto arte y de no poder disfrutarlo con menos masificación de gente. Como queríamos volver al Hermitage después de comer para poder visitar la parte más modernista del museo, fuimos a un KFC cercano al museo, y poco más de las 4 ya estábamos esperando para entrar a la parte más modernista del Hermitage. (se encuentra en el edificio de enfrente del palacio principal, al otro lado de la plaza). Allí pudimos ver cuadros de Picasso, Matisse, Gauguin… Sobre las 5 y media salimos del museo, y nos pusimos en camino hacia la catedral de la Sangre Derramada, pero ya sabíamos que no podríamos entrar, porque cerraba a las 6 y entre que íbamos nos resultaría imposible. Fuimos caminando por la ciudad, pasando por sus muchos canales, y de pronto nos encontramos con la Catedral. No la pudimos ver en todo su esplendor porque estaba en restauración su torre principal, pero son muy bonitas todas las cúpulas en forma de bulbos que tiene, fue como un pequeño aperitivo de lo que nos encontraríamos en la Plaza Roja… Desde ahí nos dirigimos por la calle que acompaña al canal hacia la avenida Nevskiy, ya que ahí está situada la otra gran Catedral de la ciudad, la de Kazán. Ahí sí que pudimos entrar. En la misma plaza, se encuentra el café Singer, un edificio curioso que en realidad es una librería. ![]() Como ya estábamos cansados, desde ahí fuimos a descansar al hotel, dando un paseo que nos costaría unos 25 minutos. Haciendo unas breves paradas para entrar a los almacenes yeliseev y para reservar en el sitio que el día anterior no pudimos ir, el Kvartika Soviet café. Después de descansar un ratillo en el hotel, salimos otra vez dirección al sitio que habíamos reservado. Había visto que era un lugar curioso, con ambientación de la época soviética de los años 60 y donde podíamos probar la comida rusa. Allí pedimos una sopa de pollo y sopa Borsch, y después, ternera Stroganof y pelmenys (nos recordaron a los pierogis que comimos en Polonia en otro viaje). Después de la cena, fuimos a tomar unos trozos de tarta y unos chocolates a Cebep Metropol, una cadena de pastelerías extendidas por la ciudad y que sus tartas nos encantaron (tarta de chocolate y tarta Napoleón, trozo gigantesco). ![]() Gastos del día: Entrada museo Hermitage: 700 rublos. (la otra entrada fue gratutita por llevar el carnet universitario) Comida en el KFC: 493 rublos Cena Kvatika Soviet café: 1600 rublos Tartas en Cebep Metropol: 700 rublos Etapas 4 a 6, total 11
El día que teníamos por delante se esperaba ajetreado, ya que hasta las 23:55 no salía nuestro tren Flecha Roja, por lo que no podríamos descansar un rato antes de ir a cenar como otros días. Así que nos tomamos la jornada mucho más relajados que días anteriores.
Hasta las 11 no salimos del hotel, y fuimos directos a la estación a dejar las maletas en las consignas, que se encuentran justo en una sala inferior a la que se accede por una entrada a la izquierda nada más pasar los arcos de seguridad. Es allí donde nos meten una clavada, porque por 3 bultos que dejamos en las consignas nos cobran 1400 rublos. Cometimos el error de no mirar las consignas automáticas, que eran bastante grandes, posiblemente habría cabido todo nuestro equipaje en una sola o máximo 2, y eran mucho más baratas, unos 450 rublos. Una vez dejado nuestro equipaje, vamos a coger el metro dirección Avtovo, desde allí cogeremos los buses que nos llevarán hasta el Peterhof. Hay muchas líneas y muchos buses, por lo que máximo hay que esperar unos 10 minutos para coger el transporte. Sobre la 1 llegamos al palacio, y entramos directamente, ya que teníamos las entradas compradas desde España, sin embargo, a esa hora no había muchas filas en las taquillas. Solo teníamos las entradas de los jardines, ya que la del palacio había que sacarla ahí, por lo que para evitarnos otra fila más, decidimos no entrar a visitarlo. ![]() Los jardines son bastante grandes, y lo primero que nos encontramos es la cascada principal con las esculturas. Desde ahí nos dirigimos hasta el puerto, desde donde comenzamos a visitar el jardín y sus diferentes partes. Nos gustó mucho la zona del palacio de Marly y su cascada, así como la zona Monplaisir y la cascada del tablero del ajedrez, sin olvidarnos de la gran cascada, la cual es impresionante. Lo visitamos con el paraguas abierto, ya que llovía a ratos. Sobre las 3 y media nos fuimos a comer a un sitio de buffet al lado del palacio, y a las 4 ya nos estamos levantando. Había visto que justo al lado del palacio, había una iglesia que tenía muy buena pinta, así que nos acercamos a verla. Sabíamos que estaba en obras, así que pudimos verla mejor como era su interior que su exterior. ![]() Poco después cogimos el autobús que nos llevaba a Avtovo y una vez llegamos allí, miramos como llegar hasta el monasterio de Smolny. Cogimos la línea roja y nos bajamos en Chernivskaya. Desde ahí, tras un paseíto de media hora, llegamos a la zona del monasterio. Es un lugar un poco alejado del centro de la ciudad, pero como no teníamos que hacer nada hasta que cogiéramos el Flecha Roja, nos acercamos a verlo. De vuelta hacia la parada de metro, descansamos un rato en el Parque Tavricheskiy, el cual estaba bastante concurrido, y es bastante chulo, con un lago en medio del parque, además justo al lado de donde nos sentamos, estaba un grupo tocando música. ![]() Cerca de la parada de metro, habíamos visto un restaurante que tenía buena pinta, pero como no habíamos reservado, estaba completo cuando llegamos y no pudimos cenar ahí. Estuvimos mirando opciones cerca y ninguna nos gustaba del todo, Finalmente, acabamos cenando en un georgiano, así probábamos una nueva comida. Ahí pedimos una ensalada de arenque, pan Kachapuri, khinkalis y un plato de carne de nombre impronunciable. ![]() Como teníamos cerca la parada del metro que iba justo a la estación, en poco tiempo llegamos, pero aún faltaban 2 horas para coger el tren. Esperamos tomando unas tartas en un sitio de los muchos que hay, y a las 11 y cuarto nos acercamos al andén. Ahí estaba el tren que nos llevaría a Moscú. El Flecha Roja merece un punto y aparte: es un tren ideado por Stalin, para unir las 2 principales ciudades de Rusia, que hace el trayecto por la noche, por lo que te permite descansar durante el recorrido. El interior tiene ese encanto de ser antiguo, pero no deja de ser cómodo y con amplios camarotes. Las camas son la parte superior de los asientos, las cuales se bajan, pero para nuestro gusto eran demasiado duras. Lo que más nos gustó fue la multitud de detalles que lleva, desde unas cajitas fuertes debajo de la mesa para dejar tus objetos de valor, un compartimento debajo del asiento para dejar la maleta, toallas y 2 armarios para dejar cosas escondidos bajo los reposacabezas… y sin olvidarnos de los alimentos que había en la mesa justo cuando llegamos (bollos, 2 tabletas de chocolates, 2 botellas de agua y platito con fruta). Además de un set de aseo y el periódico del día. ![]() Poco después de arrancar, pasó la azafata a indicarnos qué queríamos desayunar. Nos pedimos un plato de salmón y un plato de nueces con queso, además de tortilla de jamón y queso y otro plato con pescado. Además, para beber, nos dieron 2 botes de zumo para cada uno. A las 7 de la mañana nos llamó la azafata a la puerta y nos dejó el desayuno. ![]() En cuanto a lo que respecta al descanso, he de decir que tengo el sueño muy ligero, junto al traqueteo del tren, no me permitió dormirme rápidamente como suelo hacer, y me desperté múltiples veces a lo largo de la noche. Sin embargo, mi novia pudo dormir más o menos bien hasta que nos llamó la azafata. A pesar de ese, pero, mereció la pena el viaje en este tren. Gastos del día: Consignas de la estación: 1400 rublos Bus de Avtovo al Peterhof: 280 rublos ida/vuelta en total Entradas jardines Peterhof: 25 euros (compradas desde España) Comida en el Peterhof: 1050 rublos Cena restaurante Natakhtari: 1950 rublos Tartas en la estación: 700 rublos 6 tokens del metro: 270 rublos Etapas 4 a 6, total 11
A las 8 llegamos a la estación Leningrasky de Moscú, un lugar bastante ajetreado ya a esas horas. Al salir del edificio vemos una ciudad totalmente distinta a la que habíamos dejado, justo en la plaza de la estación ya vemos una de las 7 hermanas de Stalin (un conjunto de 7 edificios similares que están dispersos por la ciudad) y otros edificios de gran tamaño. Ahí cogemos el metro (sacamos una tarjeta troika para los 2) y llegamos a nuestro hotel, hacemos el check in y nos dicen que la habitación ya está preparada, así que dejamos las cosas ya.
A las 9 y media partimos del hotel a comenzar un nuevo día turístico, poco antes de las 10 de la mañana llegamos a los alrededores de la Plaza Roja. Entramos por la puerta Ibérica, donde está situado el km 0 de las carreteras rusas. La primera sensación al cruzar la puerta y acceder a la plaza es que es una calle en sí más que una plaza, donde al fondo se sitúa San Basilio, a nuestra derecha el Kremlin y el mausoleo a Lenin, a nuestra izquierda la catedral de Kazán y los almacenes GUM y justo detrás nuestro el museo estatal de historia. ![]() La pena es que están montando las gradas para el festival de bandas militares que se celebrará a finales de agosto, así que no podemos ver la plaza con una mejor perspectiva. Además, están de restauración en la catedral de Kazán. Después de esa primera toma de contacto, nos acercamos a San Basilio, tras unos 20 minutos de fila ya tenemos las entradas sacadas, y accedemos a la catedral. Su interior es muy diferente a las iglesias que aquí conocemos, ya que todas sus paredes y columnas están pintadas con frescos, y la catedral en sí, se compone por diferentes capillas (cada bulbo es una de ellas) dispuestas en 2 alturas diferentes. La sensación que tenemos es que merece más la pena por fuera que por dentro. Cuando salimos nos acercamos a la fila para ver a Lenin, pero vemos que no avanza mucho y que no nos daría tiempo a entrar (abre martes, miercoles, jueves y sábado, de 10 a 13h), así que decidimos que otro día volveremos algo más temprano para hacer fila y poder pasar. Cambio de planes, y nos vamos a ver el parque que hay detrás de San Basilio y que termina en el Moscova. Habíamos visto que tenía una pasarela suspendida sobre el río muy curiosa, y nos acercamos a verla y la verdad que, desde ahí, había una muy buena perspectiva del Kremlin y la catedral y por el otro lado, se veía perfectamente el edificio Kotelnicheskaya. ![]() Como habíamos desayunado pronto, fuimos sobre la 1 a comer a los almacenes GUM. Comimos en el famoso Stolovaya nº57 (tipo lecheria polacas, buffet donde eliges los platos que quieres con una bandeja, situado en la tercera planta) y después nos comimos un helado en la planta de abajo mientras dábamos una vuelta por el bonito centro comercial. ![]() A las 2 y media llegamos al hotel, y después de un poco de descanso y su reglamentaria siesta, ya estábamos preparados para seguir visitando cosas por la ciudad. Como nos pillaba cerca, fuimos al museo Pushkin, un lugar un poco extraño, porque alterna réplicas de obras mundialmente conocidas (David o la Piedad Miguel Angel, Código de Hammurabi, pulpito del Baptisterio de Pisa, La Victoria de Samotracia…) con una colección pictórica bastante interesante donde destacan la Danza de Matisse, instrumentos de Picasso, el fumador de pipa o arlequín de Cezanne… ![]() Al salir del museo, nos dirigimos a dar un paseo por la ribera del rio, desde donde pudimos ver la Catedral de Cristo Salvador o el monumento a Pedro el Grande. Llegamos hasta el Parque Gorki, pero no pudimos entrar porque estaba cerrado. Miramos en internet el horario del parque, pero ponía que estaba abierto todo el día, así que dedujimos que habría alguna cosilla que estarían montando porque se veía un escenario. Aun así nos quedamos un rato descansando en la explanada de entrada al parque, mientras buscábamos sitios para cenar. ![]() Nos decidimos por un sitio que tenía buena pinta que se llamaba Izra, así que tras un paseíto de una media hora llegamos al lugar. Ahí cenamos unos noodles con pollo, una brocheta y unas patatas fritas. Como estábamos cansados de no haber descansado bien del todo el día anterior, nos fuimos a descansar más pronto que otros días. ![]() Gastos del día: Tarjeta Troika + 20 viajes de metro: 810 rublos (fianza de la tarjeta 50r y cada viaje a 38r) Entradas a San Basilio: 2000 rubos Comida en Stolovaya nº 57: 700 rublos Helados del Gum: 200 rublos (cada uno 100) Entradas museo Pushkin: 1200 rublos Cena en restaurante Izra: 1815 rublos Etapas 4 a 6, total 11
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