El octavo día nos fuimos a la estación de tren para coger un tren de cercanías a Serguiev Posad este pueblo pertenece a los pueblos del anillo de oro y aquí está la sede de la iglesia Ortodoxa lo que sería el Vaticano para los católicos y aunque no es tan grande la verdad es que es muy espectacular, nosotros fuimos de libre y en el tren pasan vendiendo de todo y no se ven turistas, hicimos la visita al Monasterio de la Trinidad y San Sergio que es Patrimonio de la Humanidad, es un recinto amurallado donde hay diversos edificios e iglesias muy espectaculares, bonitos y lleno de turistas pero la visita vale completamente la pena, terminada la visita comimos en un restaurante típico ruso y la verdad es que comimos bastante bien y barato, nos volvimos otra vez en el tren porque nos resulto una experiencia muy agradable el sentirnos tan integrados, cuando llegamos a Moscú eran sobre las 18:30 cogimos el metro con la intención de subir a la colina de los gorriones para ver el edificio de la universidad pero era de noche cuando llegamos y optamos por dar la vuelta e irnos para el hotel.





