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Viaje en coche con nuestros dos hijos del jueves 1 al 8 de setiembre de 2022 para conocer la bonita ciudad de Oporto, hacer excursiones a las ciudades de Aveiro, Braga y Guimaraes y la ruta de las pasarelas del Paiva pasando por el puente 516 AroucaAutor: Rouni Fecha creación: ⭐ Puntos: 3.5 (2 Votos) Índice del Diario: Oporto y Norte de Portugal
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Etapas 4 a 6, total 8
Este día hicimos la bonita ruta de senderismo de las pasarelas sobre el río Paiva, pasando por el puente 516 Arouca y disfrutando de la naturaleza con unos paisajes increíbles.
Esta ruta lineal se encuentra muy cerca de la localidad de Arouca, a poco más de una hora de Oporto. Sus 8,7 kilómetros de distancia que unen las playas fluviales de Areinho y Espiunca discurren casi en su totalidad por unas escaleras y pasarelas de madera suspendidas sobre una de las márgenes del río Paiva. Para poder hacer la ruta hay que reservar con anterioridad las entradas online en su web, que cuestan 2 euros, seleccionando la franja horaria en la que quieres empezar. Si quieres cruzar el puente 516 Arouca también hay que hacer la reserva online pagando 12 euros por persona, en la que estaría incluida la reserva para hacer la ruta. Nosotros hicimos esta reserva para cruzar el puente, que incluía también la ruta completa. La ruta se puede hacer en los 2 sentidos porque es lineal, aunque es recomendable hacerla como nosotros, que dejamos el coche en el aparcamiento que hay en la playa fluvial de Areinho y terminamos en la de Espiunca, porque de esta forma se hace al inicio la parte más dura del recorrido, en la que hay que subir unos 500 escalones salvando cerca de 200 metros de altitud. Una vez superado este desnivel se obtienen unas vistas increíbles de la garganta del Paiva, de la cascada de Aguieiras y del espectacular puente 516 Arouca. Este es el puente colgante peatonal más grande del mundo con 516 metros de longitud y una elevación de 175 metros. Está sujeto por cables de acero y es una gran obra de ingeniería. En este punto el grupo que tenía la reserva a las 2 pasamos hasta el inicio del puente, donde un guía nos hizo una breve explicación de sus datos, cómo se construyó y las recomendaciones para cruzarlo. Cruzamos el puente en fila hasta el otro lado y después la vuelta al inicio. El suelo es de rejilla metálica, por lo que se puede ver a través el fondo, y se mueve un poco al pasar, pero si no tienes mucho vértigo creo que es una experiencia que merece la pena realizar. Tras cruzar ida y vuelta el puente nos reincorporamos nuevamente al sendero de las pasarelas, iniciando el descenso a través de un motón de escaleras para llegar a nivel del río, desde donde el camino restante hasta el final por las pasarelas ya es prácticamente llano. Sobre la mitad de la ruta hay un pequeño puente colgante de madera sobre el río Paiva y muy cerca paramos en la playa fluvial do Vau, donde nos sentamos en unas rocas para hacer un picnic y recuperar fuerzas. Continuamos por las pasarelas hasta llegar al final del recorrido en la playa fluvial de Espiunca. En este punto hay dos opciones, volver andando hasta el coche por el mismo recorrido hecho, opción sólo para las personas muy preparadas, o coger uno de los varios taxis que esperan a los senderistas. Nosotros optamos por esta y en taxi volvimos por la carretera hasta el aparcamiento donde teníamos el coche en unos 20 minutos. Para terminar el día nos acercamos al pueblo de Arouca para dar un paseo y cenar en el restaurante Assembleia, donde comimos su plato típico la Postinha, que es carne a la parrilla, y algunas otras cosas. Etapas 4 a 6, total 8
Fuimos hasta la librería Lello, para algunos la más bonita del mundo. Había bastante cola para entrar. Para acortar la espera sacamos allí mismo las entradas online. El edificio por fuera es bonito, pero por dentro es espectacular, destacan el techo, las vidrieras y sobre todo la escalera roja, que recuerda a la de Hogwarts, la escuela de magia de Harry Potter. Dentro había mucha gente, pero la visita mereció la pena. Compramos unos libros de recuerdo, que al pagarlos te descuentan el precio de la entrada.
Dimos un paseo por la parte alta de la ciudad y nos acercamos a la cafetería Santiago para probar uno de los platos más famosos de Oporto, la Francesinha, que en este sitio es su especialidad. Se trata de un sándwich compuesto por pan de molde relleno de mortadela, chorizo, salchicha fresca, jamón cocido, el filete o solomillo de ternera, queso en lonchas y huevo frito por encima (optativo), y la salsa secreta un poco picante que es la esencia de la Francesinha. Un plato muy calórico, que te deja muy lleno. Estaba rico con ese punto de picante. Para tomar el postre y café nos acercamos a la Fabrica da Nata en Rua de Santa Catarina a probar sus deliciosos pasteles de nata recién horneados. Volvimos otra vez a la zona de la librería Lello para ver el edificio de la Universidad y las iglesias del Carmen y de las Carmelitas, dos iglesias separadas por una estrechísima casa. La iglesia del Carmen, al igual que la estación de tren de São Bento, cuenta en su lateral con un magnífico mural a base de azulejos blancos y azules. Continuamos hasta los Jardines del Palacio de Cristal, un extenso espacio verde muy agradable desde el que se puede disfrutar de unas vistas privilegiadas desde sus miradores. Dentro del parque está el pabellón Super Bock Arena, donde se celebran muchos eventos en la ciudad. Volvimos pasando por el Museo Nacional Soares dos Reis y el Palacio de Justicia para llegar a la Iglesia y Torre de los Clérigos, uno de los iconos monumentales de la ciudad, situado en la parte alta. Destaca por su altura y porque su torre se ve desde muchos puntos de la ciudad. Como estábamos todavía muy llenos de la francesinha que comimos al mediodía fuimos a cenar al restaurante vegetariano Espécie, donde comimos unos platos más digestivos y que estaban muy ricos. Después de cenar la familia se fue al apartamento, pero yo me quedé porque quería dar un paseo para ver Oporto de noche. Entré en la Estación de São Bento, pasé por la catedral y bajé hasta el muelle de la Ribeira para ver el Puente de Don Luis I iluminado. Finalmente se puso a llover y me fui al apartamento. Etapas 4 a 6, total 8
Este día me levanté pronto y mientras se preparaba la familia salí a dar una vuelta por mi cuenta. Me acerqué al Miradouro do Passeio das Fontainhas, uno de los mejores miradores de Oporto. A la izquierda se puede ver el Ponte Infante Dom Henrique y a la derecha unas vistas privilegiadas del Puente Don Luis I y el Monasterio de la Sierra del Pilar en Vila Nova de Gaia.
Pasé por la muralla Fernandina, la catedral y crucé el Puente Don Luis I por la parte superior para llegar a la parte alta de Vila Nova de Gaia, donde está el Miradouro da Ribeira, desde donde también se obtienen unas vistas muy chulas. Subí hasta el Monasterio de la Sierra del Pilar, donde hay otro mirador con muy buenas panorámicas. Después de sacar un montón de fotos regresé al apartamento y tras desayunar salimos todos juntos. Pasamos por el Teatro Nacional São João para cruzar el Puente Don Luis I y hacer el recorrido que había hecho anteriormente. Por la tarde fuimos en coche hasta Matosinhos para andar por el paseo que hay al lado de la playa y estar sentados al sol. Mientras, uno de nuestros hijos estuvo haciendo surf con una tabla alquilada. Se trata de una playa donde hay muchos surfistas. Cenamos en el Emotivo, un restaurante diferente. Cuando llegamos se acercó la chef para explicarnos que tenían varios menús degustación para dos personas con platos típicos de una región portuguesa sin decirnos qué platos eran. De entre varias figuras que representan a cada región elegimos una, que era la que correspondería al menú degustación que nos iban a servir. En nuestro caso como éramos 4 personas nos tocó un menú Azores y otro Beira Litoral. Todos los platos de los dos menús estaban muy elaborados, con una presentación novedosa y muy ricos. Al traérnoslos nos iban explicando los diferentes platos. Fue una experiencia muy recomendable. Volvimos al apartamento, pero como a la familia ya no les apetecía salir fui sólo a disfrutar de la noche de Oporto con todos sus monumentos iluminados. Fui a la catedral, cruce el Puente de Luís I por la parte superior, pasé por los dos miradores altos de Vilanova de Gaia en los que habíamos estado por la mañana, baje al muelle, cruce el puente por la parte baja para llegar al muelle de la Ribeira. Pasé por el edificio de la Bolsa y de regreso al apartamento por la Iglesia de San Ildefonso. Etapas 4 a 6, total 8
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 3.5 (2 Votos)
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