Ruta por Eslovenia y Venecia ✏️ Blogs de Eslovenia

Llevábamos tiempo queriendo ir a Eslovenia, pero como tenemos un peque de 2 años y medio, dudamos mucho en si ir o no, ya que nuestro hijo anda dos pasos y ya quiere que le cojas. Al final nos animamos, ajustamos nuestra ruta, descartamos ciertos sitios donde con el sería imposible y organizamos nuestro viaje.
Lo primero fueron los vuelos, lo que mejor nos salía era volar a Venecia y desde allí ir por carretera a Eslovenia. Los vuelos los reservamos con Ryanair, no con mucha antelación por lo que nos salieron un poco caros 569€ los tres, eso sí con maleta de mano.
Nuestro itinerario fue el siguiente:

ESLOVENIA - VENECIA
12 JUL - 20 JUL 2023

DIA 1 - MADRID – VENECIA - KOPER
DIA 2 - KOPER – PIRAN – POSTOJNA
DIA 3 - POSTOJNA – LIUBLIANA - BLED
DIA 4 - LAGO BOINHJ - BLED
DIA 5 - BLED
DIA 6 – KRANJSKA GORA - VENECIA
DIA 7 - VENECIA
DIA 8 - VENECIA
DIA 9 – VENECIA - MADRID

Descartamos la zona del Valle del rio Soča ya que al ir con el peque no íbamos a hacer mucho senderismo. Y ya que volábamos desde Venecia cogimos un par de días más para ver la ciudad.
Alquilamos el coche en el aeropuerto de Venecia. Hay mucha gente que coge transfer hasta Liubliana y alquila el coche allí, pero a nosotros no nos compensaba. Cogimos el coche con Noleggiare, ya que era de las pocas compañías que te dejaban cruzar la frontera. Nos costó 417€ (incluido los 36€ por el cruce de frontera y los 55€ por la sillita del niño).
Cogimos un seguro de viajes por 61€ los tres con Iati Seguros, que por suerte no tuvimos que utilizar.
Los hoteles los reservamos por Booking (habitaciones triples) y alguna entrada también la reservamos con antelación. Hay que tener en cuenta que todos los hoteles te cobran el city tax al llegar que no está incluido en la reserva. Suele ser 2€ por persona y noche.

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El vuelo salía a las 12:40h por lo que no tuvimos que madrugar mucho. Y nos llevaron al aeropuerto por lo que llegamos con tiempo. El vuelo salió en hora. El peque se portó genial, cosa que, aunque es muy bueno, nos preocupaba un poco. Aterrizamos en Venecia a las 15:10h, aunque no habíamos facturado, lo primero fue ir a recoger la sillita de paseo del niño. Aunque la puedes meter hasta la puerta del avión, luego te la suelen devolver en las cintas de equipajes.
De ahí directos a la zona de alquiler de coches, Noleggiare está con el resto de las compañías de alquiler, pero es algo nuevo, de hecho, se cambiaron unos días antes de nuestro viaje. No tuvimos ningún problema con la compañía, pero no la recomiendo. Al recoger el coche nos intentaron vender la ampliación del seguro. Esto lo hacen todas las compañías, pero nos insinuaron que o lo cogíamos o cualquier arañazo (real o inventado) que tuviera el coche nos lo iban a hacer pagar. Nos fuimos bastante cabreados por las formas.
Intentamos olvidarnos y disfrutar del primer día de viaje. Nos dieron un Ford Puma automático nuevecito. El coche estaba muy bien, eso si el maletero no es demasiado grande. Aunque nosotros pudimos meter todas nuestras cosas.
Pusimos rumbo a Koper nuestra primera parada del viaje. Desde el aeropuerto a Koper hay unos 176km unas 2 horas casi todo el camino por Italia. Fuimos por la autopista que cuesta 11,10€, no demasiado caro para tantos kilómetros. Además, si no vas por el peaje se tarda una hora más, por lo que merece la pena. La carretera es buena, pero está plagada de camiones, pero algo exagerado, por lo que no se podía ir demasiado rápido. Pocos kilómetros antes de llegar a Koper está la frontera. Justo antes de pasarla paramos a comprar la viñeta. Teníamos entendido que era una pegatina, que se pegaba en el parabrisas. Pero lo que nosotros encontramos en varios sitios fue la electrónica. Das la matricula y pagas los 16€ correspondientes a una semana de un coche. Te dan un justificante que debes llevar en el coche, pero con la matricula ya queda registrado.
Nuestra primera idea era dormir en Piran, pero al ser Julio y no haberlo reservado con mucha antelación, estaba todo carísimo por lo que decidimos reservar nuestra primera noche en Koper. Elegimos el Hostel Museum 99€ la habitación triple. La habitación era normal pero grande, lo que más nos gustó fue la ubicación al lado del puerto, pudiendo ir andando a todos sitios.
Dejamos las cosas y salimos a conocer la ciudad antes de que se nos fuera la luz. Koper nos sorprendió para bien. Recorrimos el casco histórico medieval, la plaza de Tito es preciosa y merece la pena acercarse a ver la Fuente Da Ponte.




Pero lo que más nos gustó fue el puerto deportivo.

Es muy bonito y había mucho ambiente a pesar de ser miércoles. Está lleno de terrazas y restaurantes. Cenamos en un restaurante de comida bosnia “Sarajevo 84”. Comimos muy bien y barato. Después dimos ya de noche un paseo por el puerto, nos comimos un helado y de vuelta al hotel.

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Nos levantamos y desayunamos al lado del hotel. Estaba nublado, pero no llovía, hoy todas las previsiones ponían que iba a diluviar, por lo que dejamos los chubasqueros a mano. Recogimos y pusimos rumbo a Piran.
De Koper a Piran hay solo 18km, pero se tarda unos 25 minutos. En Piran está prohibido entrar con el coche por lo que aparcamos en el Parking Fornace, que está a un kilómetro del centro. Es bastante caro 2,60€ la hora, 26€ el día entero. Hay algunos parkings algo más baratos, pero mucho más alejados. Lo bueno de este es que hay un autobús gratuito que te lleva al centro. Justo vimos cómo se iba el autobús y como tarda unos 15 min en pasar, decidimos ir andando ya que aunque estaba nublado hacía muy bueno. Se tarda unos 10 minutos en ir andando y el paseo es muy bonito.


Fuimos directos a la plaza Tartinijev, es preciosa, Piran merece la pena solo por esta plaza.


Después estuvimos callejeando y paseando junto al mar. Había mucha gente local bañándose. Fuimos hasta el faro y decidimos subir desde allí a la catedral.

Fue un error, está fatal indicado y el GPS se pierde. Por no hablar de que las calles soy muy empinadas, con adoquines y escaleras y nosotros llevábamos un carrito de bebe. Después de mucho esfuerzo llegamos a la Catedral de San Jorge. Tiene muy buenas vistas tanto del mar como de la plaza.

Desde allí se puede bajar mucho más fácil hasta la plaza. Hacía muy bueno, aunque estaba nublado por lo que nos tomamos algo en una de las terrazas de la plaza. Después de eso buscamos un sitio para comer. Comimos muy bien, pero no lo recomiendo, porque tardaron mucho en atendernos. Tanto que nos complicó la tarde.
Habíamos comprado por internet las entradas para la cueva de Postojna a las 17:00h 29,50€ por persona. Desde Piran hasta Postojna hay 74 km, una hora de coche y queríamos pasar por el hotel. Eran más de las 14:15h por lo que nos fuimos deprisa para coger el autobús que nos llevara al parking. Se había puesto muy negro por lo que ni nos planteamos volver andando. Mientras esperábamos a que llegara empezó a llover, y justo cuando llego el autobús empezó a diluviar. De donde nos dejó el autobús hasta el coche fuimos corriendo con los chubasqueros, aun así, nos mojamos un poco los pies.
Reservamos el hotel Vila Lemic en las afueras de Postojna, 86€ una habitación triple con aparcamiento gratuito. Lo recomendamos 100% la habitación grande y bonita, y el trato fantástico, fue el mejor hotel del viaje y además el más barato. Nos pusimos pantalón largo, cogimos unas sudaderas (en las cuevas hace frio) y vuelta al coche en dirección a las cuevas.
En principio nuestra idea era ir a las cuevas de Skocjan, pero hay que andar bastante y hay escaleras por lo que al ir con el peque nos decidimos por las de Postojna, que son mucho más accesibles.

Llegamos a las 16:50h justitos, pero bien, ya que al tener las entradas compradas por internet fuimos directamente a la entrada (no hace falta canjear la entrada). Allí nos dividieron por grupos. Nos sorprendió lo enormes que son las cuevas, la primera parte se hace en un trenecito y luego bajas y vas en grupo con un guía que te va explicando las diferentes partes de la cueva. Eso sí, en inglés, no hay visitas en español solo inglés, italiano, alemán y eslovaco. La visita dura hora y media, al salir fuimos al castillo de Predjama.

Cierran a las 19:00h y no íbamos a llegar, pero no teníamos intención de entrar dentro. De hecho, al no querer entrar fue la mejor hora. Aparcamos en la entrada sin pagar parking y como ya no quedaba casi gente pudimos hacernos fotos y disfrutar del lugar tranquilamente. Nos encantó, uno de los imprescindibles del viaje.
Volviendo para Postojna, vimos el restaurante Okrepčevalnica Prepih al lado de la carretera, pero en medio de la nada. Tenía una especia de construcción rural que a mi marido le encantó y paramos. Había columpios y el peque se puso a jugar con unas niñas así que decidimos cenar allí. Tenían una terraza grande, pero hacía fresco y yo preferí cenar dentro, además el interior está abierto a la terraza. Y menos mal porque mientras cenábamos se puso a llover muchísimo, por lo que toda la gente de la terraza tuvo que correr a dentro. Cuando amainó volvimos al hotel a descansar.

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