(En Construcción) Ruta 5 días en Coche por Eslovenia + Trieste + Venecia ✏️ Blogs de Eslovenia

Llegada

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Desayuno en el hotel B&B Trieste Plus. Es una cocina pequeña para 2-3 personas. Tienen opciones variadas en envoltorios (bollería, galletas, tostadas, etc), fruta, yogures, leche y café.

Seguidamente, nos desplazamos a la oficina de Hertz situada en el puerto marítimo de Trieste (Hertz Trieste Nuova Stazione Marittima - Molo IV) para recoger el coche de alquiler. Decidimos alquilar el coche en Trieste ya que era más barato que en Ljubljana, al menos cuando lo miramos nosotr@s (lo cierto es que en esta ocasión hemos tenido muy poco margen para organizar el viaje, apenas 20 días).

Nuestro coche era un Fiat 500 con tarifa prepagada (unos 400€ para 5 días, barato no era pero estábamos muy justos de tiempo). Tal y como nos habían informado previamente, pagamos una cuota extra de 16€ para poder circular por Eslovenia. A las 10:30 nos ponemos en marcha.

En la frontera encontramos un par de garitas para comprar la famosa Viñeta, el documento acreditativo para poder circular por todas las autopistas de Eslovenia. El coste para una semana es de 15€ y para un mes es de 30€ (en nuestro caso con la primera era suficiente). En este primer día encontramos varios tramos de retenciones en la autopista debido a un supuesto accidente de tráfico. En general, la conducción es bastante tranquila y la carretera está en buen estado.

Llegada a Bled a las 13:00. Check-in en el Hotel Savica. Es un hotel muy buen situado, cerca del lago, con habitaciones espaciosas y limpias, y un pequeño balcón. El precio de la habitación doble estaba en 125€ con desayuno y el establecimiento tiene un acuerdo con el Hotel Rikli Balance (que está justo enfrente y es más caro) para poder utilizar su piscina y tomar el desayuno allí (muy bueno). El hotel dispone de varios parkings; el principal estaba lleno por lo que tuvimos que utilizar otro que estaba a unos 300 metros (7€ al día).

Bajamos al centro de Bled para comer algo. Comemos el Maximal Lounge Bar & Good Food, en la terraza que tiene en una pequeña plazoleta. Pedimos Pljeskavica (plato serbio de carne picada, mezcla de cerdo y cordero) y Cevapcici (plato nacional de Bosnia y Serbia, carne picada -aquí en forma de salchicha- generalmente servida sobre un pan plano llamado lepinja). Probamos la cerveza local Union. El lugar es correcto. El importe total fue de 27€.

Nos acercamos andando al Lago Bled y nos montamos en las embarcaciones tradicionales llamadas pletnas para visitar la Isla de Bled, situada en el centro del lago. El coste es de 15€ por persona (en cada embarcación hay un máximo de 16-18 personas). La duración total es de 1h 30min (20min ida, 45min en la isla y 20min de vuelta) pero, en caso de querer alargar nuestra estancia en la isla, podemos hablar con el remero para volver en otra embarcación distinta. La isla es muy pequeña y se ve todo enseguida. En ella se encuentra la Iglesia de Peregrinación de la Asunción de María, siendo necesario pagar entrada (6€) para visitarla. Nosotros desestimamos la visita y aprovechamos para darnos un baño en el lago en una de las zonas habilitadas. La temperatura del agua era agradable y el agua muy cristalina; sin duda, merece la pena relajarse un rato en el agua mientras admiramos las vistas del lago, rodeado de un paisaje totalmente verde y con el Castillo de Bled al fondo. Hablando del castillo, la entrada cuesta 13€ y se puede subir andando (unos 20 minutos de subida). En nuestro caso, no lo visitamos.

Regresamos al hotel para recoger el coche y desplazarnos a Vintgar Gorge. Teníamos la entrada comprada por anticipado a través de su página web (10€ persona) para las 18:00 (es la última hora, pues el cierre es a las 19:00). En la propia página se explica que hay 7 párkings diferentes (siendo el P6 y el P7 gratuitos según esta información). Aparcamos en el P5 (se suponía que el coste era de 5€ pero no había nadie vigilándolo) y caminamos 20 minutos (1,7km) para llegar a la entrada principal. Una vez allí, escaneas el QR en los tornos y para dentro. Para l@s que no lo sepan, Vintgar Gorge es una ruta (1,6km) de tablas de madera dentro de una garganta, con formaciones rocosas, vegetación variada y pequeñas cascadas. A media tarde la temperatura había bajado ya y no había apenas gente (un par de grupos más), por lo que el paseo fue agradable. Sin embargo, gente local nos advirtió que el lugar suele estar abarrotado en otras horas del día, especialmente entre las 11:00 y las 12:00, por lo que recomiendo realizar la visita fuera de dicha franja horaria.

El punto final de la ruta no coincide con el inicial. Al llegar al mismo, observaremos diferentes señales que nos indican el camino que debemos seguir para regresar al párking que nos corresponda. En nuestro caso, nos tocó andar cerca de 5km para llegar al P5. Tened en cuenta esto para calcular vuestro camino de vuelta y gestionar los tiempos.

Regreso al hotel y baño en la piscina del Rikli Balance. Las instalaciones están muy bien, con zona interior y exterior, chorros, tobogán y vistas al lago.

A las 21:00 bajamos a Bled para buscar un restaurante para cenar y resultó imposible encontrar ningún lugar. La práctica totalidad de las cocinas cierra entre las 21:00 y las 21:30 y, además, en estas fechas, la reserva se convierte en algo casi "obligado". En Ljubljana hay más margen en el tema del horario, pero reservar (si queremos ir a algún sitio concreto) se antoja imprescindible. Finalmente, pudimos cenar en un pequeño mercado de productos locales que habían instalado para la ocasión al borde del Lago Bled. Probamos las salchichas de Carniola y una ensalada de pollo con una Coca-Cola y una cerveza Union (25€).

Posteriormente, vimos que había bastante ambiente para tomar una copa en un par de bares situados cerca del lago (Devil´s Cafe Bar y Bistro), aunque finalmente apostamos por un pub que estaba un pelín más alejado (Kult Pub Bled) para terminar el día con una cerveza Lasko.

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Desayuno buffet en el Rikli Balance Hotel. Muy completo y con gusto, instalaciones renovadas y con vistas al lago.

Tras el desayuno, empezó a llover intensamente. Chaparrón de 1 hora y después salió el sol de nuevo. Este patrón se volvió a repetir en los días siguientes, con un clima soleado en la mayor parte del día pero interrumpido en momentos concretos con lluvias intensas de corta duración.

Dedicamos la mañana a realizar la ruta circular del Lago Bled (6km). La hicimos a pie, aunque vimos a mucha gente en bicicleta. A lo largo de nuestro recorrido vimos varias zonas habilitadas para el baño en el lago y cafeterías/restaurantes con terrazas idóneas para tomar un aperitivo con buenas vistas.

Una vez terminada la vuelta al lago, fuimos a comer al Kavarna Park, restaurante donde teóricamente se sirve el pastel original Blejska Kremsnita, muy popular en el país y especialmente en Bled. De hecho, veréis carteles de este típico postre por todas partes. En las cafeterías suele costar entre 5-6€, aunque podréis encontrarlos más baratos en los supermercados. Comimos dos platos de pasta, bebida y los pasteles por 55€. La comida estaba muy bien y el pastel, en concreto, delicioso. Creemos que merece la pena. Además, tuvimos la suerte de poder sentarnos en la terraza exterior de la cafetería, con vistas excelentes al lago.

Por la tarde nos desplazamos al Lago Bohinj (30 minutos en coche). Dejamos el coche en uno de los parkins de la entrada de Ribcev Laz (de pago, cómo no) y bordeamos el lago para sacar alguna foto y admirar el fondo de las imponentes montañas del Triglav. En esto lago también es posible bañarse sin ningún problema y existe también la opción del paseo en barca (12€ ida y vuelta). Comenzaba a anochecer, por lo que nos tocaba regresar a Bled. En caso de haber dispuesto de más tiempo, hubiéramos valorado realizar alguna de las rutas de la zona: Savica Waterfalls (4€), Mostnica Gorge (3€) o Vogar (gratuita) eran algunas de las opciones.

Regresamos a nuestro hotel en Bled para cenar en la habitación (nuevamente se nos hacía tarde para ir a algún restaurante) y descansar.

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