![]() ![]() Japón en familia - Agosto 2024 ✏️ Blogs de Japon
Viaje a Japón, 3 personas, 2 adultos y 1 niño de 9 años, del 2 al 20 de Agosto del 2024.Autor: Artie82 Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (19 Votos) Índice del Diario: Japón en familia - Agosto 2024
01: Planificación
02: Vuelos
03: Hoteles
04: Ida
05: Tokyo: Asakusa - Ueno - Akihabara
06: Tokyo: Sumida - Ikebukuro - Yotsuya - Shinjuku
07: Tokyo: Kawasaki - Koto - Odaiba
08: Tokyo: Saitama - Shibuya
09: Kawaguchiko
10: Kawaguchiko
11: Nagoya
12: Nagoya: Aichi - Parque Ghibli
13: Ruta Nakasendo
14: Kyoto: Uji - Nara - Fushimi
15: Kyoto
16: Himeji - Kobe
17: Osaka: Universal Studios Japan
18: Osaka: Universal Studios Japan
19: Osaka
20: Vuelta
21: Consejos
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Etapas 4 a 6, total 21
Sin tiempo para mentalizarme.
Así empieza mi viaje, acabando de trabajar a las 12.00 y cogiendo el vuelo a las 16.00. Y así lo prefiero. Otros años, cuando he viajado a la semana de coger vacaciones, esa semana lo paso fatal. Doy tiempo a mi cuerpo a relajarse y entonces vienen todos los males del estrés llevado durante todo el año. Esta vez salimos el mismo día que dejo de trabajar, así que let's go! La intención es salir pronto, pero cuando vas con un niño de 9 años el tiempo es relativo. Comemos antes de salir, y entre pitos y flautas llegamos al aeropuerto sobre las 13.00. Sorpresa! Una cola interminable para facturación. La intranquilidad inicial sube un poco cuando el señor que nos precede nos dice que su vuelo sale a las 18.00... y ya está haciendo cola! Pero con el tiempo y con la velocidad que avanza la cola confirmamos que vamos bien. Facturamos maletas, pasamos controles y ya estamos en la zona de las puertas de embarque. Aún nos queda más de 1 hora para que empiece el embarque, así que tomamos un refresco y hacemos tiempo. El primer vuelo, operador por Lufthansa, nos lleva a Frankfurt. Sale puntual y sin contratiempos. ![]() Una vez en Frankfurt nos toca pasar control de aduanas. No es que tengamos mucho tiempo de transfer, pero el estrés y la ansiedad nos lo ponemos nosotros solitos. Todo bien, pasaportes en regla y hacia la puerta de embarque. Nos toca el vuelo más largo de los 3. De Frankfurt a Shanghai. Y, ahora sí, con avión de Air China. ![]() Al poder reservar los asientos con anterioridad, cogimos los 3 que están juntos desde la ventana al pasillo. El avión sale puntual. Lo primero que vemos es que los asientos no están tan mal. Amplios, cómodos y con el material habitual: auriculares, manta y almohada. De ahí pasamos al multimedia onboard. La mayoría del multimedia es chino y el occidental, todo en inglés. Menos mal que le descargué series y películas en la tablet a mi hijo. Al poco de despegar nos ofrecen la primera comida. Nosotros menú occidental y, en el caso de mi mujer, sin gluten. Comida de avión, nada más que añadir. ![]() Se hace difícil conforme avanzan las horas. Mi hijo se tumba con la cabeza en el regazo de mi mujer y las piernas estiradas con los pies encima mío. Va a ser el único que duerma con cierta tranquilidad. Algo que he comprendido con este viaje es que ya no tengo 30 años (tengo 41). Se hace más difícil conciliar el sueño cuando no estás cómodo. E insisto, los asientos, a parte de reclinarse, también se desplazaba la parte del asiento hacia delante, favoreciendo un poco más el reclinado. Pero son muchas horas. Leer, series, alguna cabezada... hasta que llega la segunda comida. Antes de salir me convencí de no mirar la hora ni el mapa de ruta para no desquiciarme con lo que pudiera quedar para llegar a Shanghai, pero si están entregando la segunda comida es buena señal. Otra vez, menú occidental con ternera. Sin gluten para mi mujer. Llegamos a Shanghai sin problemas y a la hora. Pasamos un control super exhaustivo. Aún queda el último vuelo, de no más de 4 horas. ![]() Salimos hacia Tokyo con la tranquilidad que, cuando lleguemos, será de noche y podremos ir a dormir. Entendemos que no nos afectará el jet lag, nunca lo ha hecho cuando vamos hacia el Este, así que podremos descansar una vez aterrizados. Llegamos a Narita. Último vuelo sin contratiempos. Una vez en Narita, y sin recordarlo, toca pasar aduana. Más de 1 hora! Es desmoralizante. Una vez pasado el trámite, recogemos maletas y nos vamos al Currency Exchange a cambiar los yenes. Habiéndome informado previamente, vamos al que nos da un cambio más favorable en ese momento. Recomiendo hacer este estudio previo, sobre todo si se va a llevar bastante efectivo, como hicimos nosotros. Una vez listos, me doy cuenta de mi primer problema. No había reservado Narita Express. En un principio me preocupó que no hubiera disponibilidad, pero es que tampoco sabes a ciencia cierta cuándo vas a poder cogerlo. Afortunadamente había billetes de sobra y podemos llegar a Tokyo en el Narita Express. Esto le hace especial ilusión a mi hijo, fan de los trenes, ya que tiene el Narita Express de Takara Tomy desde hace años y verlo en persona le hizo mucha ilusión. Le hizo tanta ilusión que de Narita a Tokyo se durmió ![]() Una vez llegados a Tokyo, ya casi las 22.00 de la noche, decidimos coger un taxi al hotel. Mi hijo, que es el que más ha dormido en el avión, no puede con su alma, así que le evitamos los trámites del transporte público. Cogemos el taxi en la estación de Tokyo dirección al hotel Villa Fontaine Grand Tokyo-Shiodome. Nos quedamos sorprendidos de lo espectacular que es la recepción. Hacemos el check-in y subimos a la habitación. Nos miramos y confirmamos que hemos acertado con el hotel. ![]() Bajo a un konbini que tenemos al lado, compro algo de cenar y me vuelvo a la habitación. Una vez cenados, nos duchamos y nos vamos a dormir. Y así empieza nuestro gran viaje... Etapas 4 a 6, total 21
Como insisto en los otros diarios, Japón tiene sus ritmos y sus tiempos.
Salir del hotel a las 9.00 para empezar el día es salir tarde. En Japón amanece muy pronto, oscurece igual de pronto y, lo más importante, muchos de los templos y actividades del país tienen última entrada entre las 16.00 y las 17.00. Hay que cambiar el chip rápido y madrugar, cuesta. Afortunadamente el jet lag no nos afecta y podemos empezar bien el día. Desayunamos en la habitación del hotel lo comprado el día de antes en el konbini. Esta va a ser la rutina de las mañanas, tener leche en la nevera, comprar pastas o galletas en el konbini la noche de antes y desayunar en la habitación. Una vez desayunados y aseados, empezamos! Y, al salir del hotel, uno ya recuerda por qué no hay que ir en Agosto a Japón. No es sólo que tengamos un Sol de justicia tan temprano, si no que la humedad es horrible. No llevamos ni 2 minutos andando que ya estamos sudando como si nos hubieran echado un cubo de agua encima. Eso sí, algo hemos aprendido de nuestros viajes anteriores y vamos equipados con toalla, a lo que se sumará un paraguas más adelante. El hotel tiene estación con la línea Asakusa, así que nos viene perfecto para empezar nuestro itinerario. Lo primero que hacemos es acercarnos a la oficina de la estación y coger un bono de metro para 3 días. 1500Y el adulto y 750Y el niño. Con este bono puedes coger todos los metros que quieras de todas las líneas de metro a excepción de las JR y líneas especiales. Una vez adquirido ya podemos acercarnos al andén a esperar el metro. Me he apoyado mucho en la app Navitime, en la cual puedes buscar estación origen, estación destino y te muestra diferentes opciones de transporte, duración, precio e incluso andén en el que coger el transporte. Nuestra primera visita del día es la Tokyo Sky Tree. En un principio tendría que haber sido el Pokemon Cafe, pero nos ha sido imposible coger reserva. En 30 segundos la web quedaba colapsada y pasaba a estar todo Full. Una pena, porque entiendo que hay mucho bot que luego se encarga de revender la entrada y la experiencia de usuario es pésima. Así que, hacia la Tokyo Sky Tree. Conforme vas llegando ves la inmensidad de Torre que tienes enfrente. Tenemos entrada para subir a la plataforma más alta, a unos 450 metros de altura. Encima, para alegría de mi hijo, hay un evento Pokemon en la Torre durante estos días. ![]() ![]() Lo primero que notamos es que mucha gente se pone mascarilla para coger el ascensor. Reviso noticias de COVID en Japón y parece ser que están en una ola de contagios, pese a que los síntomas no van más allá de un resfriado. Nosotros, con nuestro lema de 'allá donde fueres haz lo que vieres', cogemos nuestra mascarilla y nos la ponemos para coger el ascensor. Una vez arriba, todo decorado con Pokemon: muñecos, stickers, dioramas,... así que entre las vistas y el escenario, invertimos un buen rato. Bajamos un nivel, a 350 metros, y llevo a mi hijo al suelo de cristal que ya sabía que estaba. No recomendado para personas con vértigo. ![]() Una vez abajo, nos acercamos a lo que tendría que haber sido otro punto de nuestro día de hoy: Kirby's Cafe. Pero la experiencia ha sido la misma que con Pokemon Cafe. Las reservas desaparecen en 30 segundos mientras que en la web aparece un mensaje de 'En mantenimiento'. Y lo peor de todo esto es que he hecho el ejercicio de intentar reservar durante 2 semanas, a modo de prueba. Ni 1 sólo día tuve la mínima oportunidad. Aún y así, nos acercamos a preguntar si había algún hueco libre... ilusos. ![]() Así que, otra vez al metro y hacía Asakusa. Exactamente al templo Senso-ji. Ya es la tercera vez que lo visitamos, pero esta vez lo veremos desde una perspectiva diferente. Justo enfrente de Kaminarimon, la puerta del trueno, hay un edificio, Asakusa Tourist Center, al cual puedes acceder de forma gratuita y coger el ascensor a la planta 8. No hay mucha gente, la verdad, y la vista del templo desde aquí es diferente. ![]() Se puede contemplar desde Kaminarimon, Nakamise-dori entera y, al fondo, Senso-ji. Hay mucha gente. Bajamos y nos adentramos en el bullicio. Lo primero que hacemos es comprar agua. Qué haríamos sin las máquinas de vending que te encuentras en cada esquina! Las botellas de 500ml varian entre 130Y y 150Y. También las hemos visto a 300Y, pero en centros muy concurridos o en parques de atracciones. El agua es nuestra fiel compañera durante todo el viaje. Pasamos por Kaminarimon, saludamos a Fujin, el Dios del viento, y a Raijin, el Dios del trueno y enfilamos Nakamise-dori hasta Senso-ji. Primera mañana y mi hijo ya lo habría comprado todo. Le convencemos para mirar tiendas a la vuelta, una vez hayamos visitado el templo y visto la pagoda. ![]() ![]() A la vuelta, lo prometido es deuda. Compramos el paraguas para los rayos UV y que no deja pasar el calor, recuerdos, alguna galleta,... Y empiezo a buscar en Google Maps algún restaurante sin gluten cercano. Como he dicho, mi mujer es celíaca y más adelante, en la sección Conclusiones, podréis leer nuestra experiencia en Japón con esta enfermedad. Nos acercamos a 2, pero una vez dentro resulta que no se comprometen a que la comida no tenga contaminación cruzada. No nos arriesgamos y busco algún teppan cercano. Esto le da la posibilidad a mi hijo de cocinarse su propia carne... toda una experiencia. Una vez comidos, cogemos el metro en la estación Asakusa hacia la estación de Ueno. Nos acercamos al zoo de Ueno, a que mi hijo pueda ver un panda por primera vez. El zoo de Ueno es bastante pequeñito, pero tiene algunos animales que hoy no podemos ver en Barcelona, como el panda o el oso polar. El precio es muy reducido, siendo de 600Y para un adulto y gratis para los menores de 12 años. Lo primero que hacemos es acercarnos al panda y vemos que hay que hacer cola. No más de 15 minutos, y menos mal que habían puesto carpas y ventiladores para el calor. Hoy tenían los pandas separados, así que vimos primero a uno y luego al otro. No me quedó claro si eran los padres, las crías (que nacieron hace 2 o 3 años), pero uno estaba comiendo bambú y el otro estaba dando vueltas por su hábitat. ![]() ![]() Después, nos acercamos a ver al oso polar pero, con toda la razón del mundo, no lo tenían disponible. El calor es horroroso y, lo más seguro, es que lo tuvieran dentro bastante más fresquito. Así que, con tiempo por delante y no muy cansados, enfilamos andando desde Ueno hasta nuestro siguiente punto: Akihabara. Este año no tenía pensado comprar nada, ya que sólo tengo presente una figura de Saint Seiya que me falta, pero ni es mi intención invertir tiempo en buscarla ni quiero hacer perder tiempo a mi familia en ello. Únicamente vamos a Akihabara a que mi hijo vea algo diferente, una ciudad completamente diferente. Tiendas de figuras (él sí que quiere alguna de Dragon Ball), gachapon, máquinas de gancho o grúa... Aún y así, lo que más le llama la atención son las chicas que están 'disfrazadas'. Se refiere a las maid que podemos encontrar por las aceras, promocionando su local de turno. No le explico más allà de lo que realmente es, un café donde las camareras te tratan como si fueras el hombre que acaba de llegar a casa de trabajar. No me quedó claro si entendió el concepto... ![]() Oscurece en Akihabara, estamos cansados y decidimos poner dirección al hotel. Cogemos el metro en la estación Kanda y directos a Shimbashi por la línea Ginza. Parada en el konbini de al lado del hotel, reponemos aguas, desayunos y la cena del día y al hotel. Ducha, cena y a descansar. Mi hijo insiste en que os diga el nombre del konbini, ya que no es uno típico como 7eleven, Lawson o Family Mart. Every Life, Every Fun. Etapas 4 a 6, total 21
Hoy toca día Otaku.
Nos levantamos temprano, a las 7.00, pero parecen ya las 10.00 de la mañana. Nos aseamos, desayunamos y encaramos el segundo día. El hotel está cerca de la Tokyo Tower, así que empezamos el día con un paseo de 15 o 20 minutos. Es curioso, ya que en los otros 3 viajes ni nos habíamos acercado a este símbolo de Tokyo. Esta vez sí, nos acercamos pero no subimos. De camino vemos una tapa de alcantarilla curiosa. En Japón hay un montón de diseños y algunos lo consideran un arte. ![]() ![]() La verdad que, una de las cosas por las que me siento afortunado de ser catalán es de haber podido disfrutar durante mi niñez de muuucho anime. TV3, y en especial el canal 33, apostaba mucho por el anime japonés cuando no se veía en el resto del país. Dragon Ball, Ranma, Kinnikuman, Arale, Dome Shinjo, Ginger, Sushi, Conan el nen del futur y muuuchas más. Entre los 80 y los 90 fuimos unos afortunados en Catalunya. Luego ya llegaron Transformers, Captain Tsubasa, Saint Seiya,... a nivel nacional, cosa que también se agradeció. Después de haber contemplado la Torre de Tokyo un buen rato, desde abajo, nos vamos de centro comercial. Pero no a uno cualquiera, si no uno en el que puedes estar todo el día haciendo cosas diferentes sin aburrirte ni un pelo: Sunshine City. Algunos transbordos después, llegamos a la parada de metro de Higashi-Ikebukuro. Sunshine City tiene parada propia de metro, así que cuando llegamos entramos directamente al complejo. En Sunshine City tienes actividades para pasar varios días. Desde un acuario donde ver los cangrejos gigantes de Japón, un planetario o, lo que nos interesa a nosotros, el Pokemon MegaCenter. Hay varios Pokemon Center en el país, pero este ubicado en Sunshine City es el más grande. Mi hijo lo flipa y, de nuevo, se compraría la tienda entera. Miraidon nos recibe en la entrada, ya que promocionan los 2 últimos juegos sacados por Nintendo, Pokemon Escarlata y Púrpura. ![]() Nos quedamos un buen rato, mirando y remirando que es lo que vamos a comprar, tanto para nosotros como algunos encargos que habíamos recibido. De paso también le echamos un vistazo al Pokemon Go Lab que hay justo al lado y al Pikachu Sweet que hay en la misma planta. También damos un paseo por una tienda enorme de One Piece y otra de Snoopy. Se nos pasa el tiempo y nos entra hambre. Otra peculiaridad que tiene este centro es NamjaTown, un parque temático, dentro del centro comercial, donde se pueden comer todo tipo de gyozas, y mi hijo es megafan de las gyozas. Hay donde elegir por la variedad de restaurantes o puestos que hay dentro, pero es que a parte también tiene atracciones. Es algo surrealista, porque puedes pasar de un ambiente del Japón feudal al salvaje Oeste... ![]() ![]() Después de comer y reposar un poco volvemos al metro hacia nuestro siguiente destino: Yotsuya Station. Somos muy fan de Kimi no na wa, Your name, y no dejamos escapar la oportunidad de ir a algunos 'spots' reales de la película. Por si os interesa, la estación es Yotsuya y, de ahí, hay que caminar el santuario Shuga, donde encontraremos la rampa y las escaleras. ![]() ![]() De paso, aprovechamos y visitamos el santuario Shuga, que se encuentra una vez subidas las escaleras. ![]() No andamos muy lejos de Shinjuku, así que arrancamos y vamos a ver uno de los distritos más característicos de Tokyo. Parece otra ciudad, más dejada, con diferente ambiente. En algún momento pensé que no era el mejor sitio para ir con un niño de 9 años, ya que el distrito está orientado a otro tipo de turismo, y eso que era media tarde, las 17.00 más o menos. No me sentí muy cómo con el niño visitando Shinjuku, así que limitamos la visita a algunos puntos de interés en vez de ir callejeando como era nuestra intención. Empezamos con la cabeza de Godzilla en el edificio Toho, uno de los iconos de Shinjuku. ![]() Y, a 2 minutos de la cabeza de Godzilla visitamos nuestro primer Don Quijote. Que tienda tan curiosa! Qué es lo que no venden ahí??? Entras y parece una tienda caótica, pero conforme vas paseando ves que, más o menos, lo tienen todo distribuido con cierta lógica. Y en varias plantas. Incluso Bruno Mars ha hecho un anuncio recientemente... ![]() Despues de Don Quijote nos acercamos a una calle peculiar: Omoide Yokocho. No hay mejor que calle que represente el Japón de la posguerra que esta. Es una calle estrecha llena de pequeñas tabernas, en su mayoría especializadas en yakitori. El encanto radica en que está conservada (reformada) como lo estaba en los años 40 y 50, después de la WW II. No es ni una calle limpia, ni las tabernas parecen las más aconsejables de la ciudad, pero si te gustan los yakitori y, sobre todo, la casquería, es tu sitio. ![]() Pese a que a nosotros sí nos gustan los yakitori, decidimos ir a cenar a otro sitio. Para eso, nos acercamos a Shimbashi, al lado de nuestro hotel, a un restaurante teppan en la última planta de un edificio de 46 plantas. Antes, de casualidad, nos encontramos con un reloj del que me habían hablado pero al que no le había echado muchas cuentas. El reloj de Studio Ghibli! El reloj fue diseñado por Hayao Miyazaki para una colaboración con la cadena de tv japonesa NTV. Si ya es bonito de por sí, mejor es verlo por la noche encendido y, si tienes paciencia, verlo en movimiento a ciertas horas del día. ![]() Y, ahora sí, camino al restaurante con vistas. ![]() Cena deliciosa, en un restaurante chill muy tranquilo y con unos camareros super atentos. Y así, nos dirijimos al combini para los desayunos y el agua y al hotel. Etapas 4 a 6, total 21
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