Palladium Julio 2009, con niños ✏️ Blogs of Dominican Rep.

Nuestro viaje inicial iba a ser a Méjico, en verano del 2008, estuvimos en el Palladium White Sands de Rivera Maya, y nos lo pasamos tan bien que pensábamos repetir, y en un principio, contratamos a través de soloofertas este viaje.
A finales de Abril empezó el tema de lo de la gripe, y viendo las cancelaciones de los vuelos y el estado de los hoteles, con mucha pena, decidimos cambiar de destino, ahora a Punta Cana.
En la agencia no nos pusieron ninguna pega para cambiar nuestro viaje.
Somos una familia de 4, un matrimonío con 2 niños, una niña de 5 años y un niño de 9, bastante todoterreno, la verdad.
Lo que buscamos son viajes en los que todos podamos disfrutar de nuestras merecidas vacaciones, y aunque vivimos en la provincia de Cádiz, en el Puerto de Santa María y tenemos la playa al lado de casa, necesitamos desconectar unos días.
Para los que vivimos lejos de Madrid o de Barcelona, el primer y el último día de viaje se hacen bastante pesados, el primero es el del gran madrugón, 4:30am, casi sin dormir, para coger un vuelo Jerez-Madrid a las 7am, y llegar con tiempo a Barajas para cambiar de la T4 a la T1, y hacer la cola de la facturación, Por cierto los mostradores de Pullmantur siguen siendo los mismos, al final del todo en la parte izquierda de la T1, por aquí leí que los habían cambiado a la T2 y no es cierto.
Desayunamos tranquilamente, y nos ponemos los primeros en la cola de facturación, aunque los asientos los había reservado por teléfono, un mes antes, a la ida cogí delante del todo, debajo de la cabina, en el morro del avión, que es muy agradable, 2+2 asientos en el medio:
A la vuelta cogí fila 20 los cuatro del medio, es la primera fila, despues de la parte frontal del avión, y casi que prefiero estos cuatro, aunque a veces llegaban olores desagradables debido a la cercanía del cuarto de baño.
El vuelo de ida fué muy bueno, no se me hizo largo y por fín estábamos el PC.


Los trámites de entrada son muy rapiditos, (en méjico estuvimos hora y media haciendo cola), y las maletas también salieron enseguida, es cierto que la cinta es pequeña, y al cabo de un rato empezaron a sacar las maletas por dos cintas distintas sin avisar, pero bien en general.


Media horita más y ya estamos en el Palladium, bueno, los que habéis estado en Méjico me entenderéis, me quedo con Méjico.
A pesar de los emails que mandé solicitando una habitación centrada del complejo, y a ser posible cerca del miniclub, me mandaron a la villa 41, que esta la última casi de la izquierda, lejos de todo, y también pedí que no fuese planta baja, y por supuesto era planta baja.
Según lo leí en el papelito del mostrador, dije que no firmaba la habitación, y que quería otra, me dijeron que esperase, y vaya si esperé!!!, yo allí sentadita en recepción con mi marído y mis dos niños, la pequeña dormida en un sofá, y hasta que no dieron todas las habitaciones no me hicieron caso, y encima para decirme que la habitación estaba muy bien, que en ese momento no podían hacer nada, que me pasase al día siguiente, total cansada y cabreada para la habitación "esa".
Al final me habían dado una junior suite en vez de la Deluxe, pero a mi eso me da igual, es sólo para dormir, lo que no quiero es arrastrar niños caminando por el complejo, que es bastante grande.



En la mesita se podía poner el iphone para escuchar tu música


El famoso baño, con el jacuzzi



Bueno, al final deshice las maletas y me tuve que quedar con la habitación, al día siguiente lo volví a intentar, me miraron con mala cara y me dijeron que el que me podía ayudar estaba comiendo, ya no lo intenté mas, pero me enfadaron para casi todo el viaje, en Méjico me dieron habitación en el edificio que yo quería, sin ningún problema, suerte tenéis los que os hacen caso en este hotel, yo no la he tenido y cada vez que iba arrastrando niños por los caminitos del hotel, me acordaba de ellos.

Por supuesto, cogimos la excursión a Isla Saona con el Capitan Gringo, todo perfecto, aunque un poco quemados de tanto hacer lo mismo los noto yo a estos chicos.

Nos pasó a recoger la Van a las 6:30, puntual y nos pusimos en camino hacia Bayahibe, con la parada obligatoria en el chiringuito de Gringo para pagar la excursión, ibamos unos 30 digo yo, llenamos casi 3 lanchas.


Foto con el Capitan Gringo


Nos montamos en la lancha de la Mula, que no abrió la boca casi para nada, salvo a la hora de comer que charlamos un ratito con él.
Dejamos al cocinero y a la comida el la playa de Isla Saona y nos fuimos para el canto de la playa, me lo esperaba más paradisiaco, el agua estaba un poco turbia y había algas.

Luego nos fuimos a comer nuestra merecida langosta:


A continuación visitamos a las estrellas de mar


Y las super-piscinas del caribe, no nos hizo el bautizo, le pregunté y me dijo que era porque había niños.



Tras parar el pueblo de pescadores, la mula quería terminar la excursión, pero le dijimos que queríamos hacer snorquel, y nos llevo al arrecife frente al puerto de Bayahibe.


Y con esto se terminó la excursión, llegamos reventaditos al hotel, tras parar en una tienda en Higüei, donde nos hicimos amigos de la mitad de los niños limpiabotas de la ciudad, jeje.