Londres en el puente del Pilar y con niño ✏️ Blogs de Reino Unido

Este viaje a Londres empieza a principios de año cuando decidimos visitar la casa del fallecido cantante Freddie Mercury, la voz del mítico grupo "Queen" y -por supuesto- aprovechar para ver Londres. Por cuestiones de trabajo teniamos claro que tenia que ser durante un puente, así que al final nos decantamos por "el Pilar", con la inestimable ventaja de que en la Comunidad Valenciana el viernes 9 de octubre también es fiesta. Tras mucho mirar por internet precios de aerolineas nos decantamos por Ryanair por dos motivos: Precio y vuelo directo sin escalas al aeropuerto de Stanted.
Con los billetes ya comprados desde febrero teniamos mucho tiempo para ir preparando el viaje y así lo hicimos. En internet encontramos foros, como este, de inestimable valor por la información que se nos ofrece a todos los que no estamos acostumbrados a viajar y, que encima, no controlamos mucho el inglés como era nuestro caso.
Poco a poco se acercaba la fecha y dado que viajabamos dos adultos con nuestro hijo de 9 años nos asaltaban preocupaciones y dudas. 1. Documentación: DNI en vigor para todos, incluido el niño y fue suficiente. 2. Sanidad: TSE (tarjeta sanitaria europea) se solicita en las oficinas de la Seguridad Social, es gratuita y valida para un año, gracias a Dios no tuvimos que usarla. 3. Alojamiento: Un B&B situado en la zona de Victoria, Luna y Simone, muy bien comunicado, buen servicio, limpio y buen desayuno inglés, precio medio. 4. Forma de pago: El hotel con VISA el último día. Terravisión (bus de traslado al aeropuerto) por internet desde España y con la tarjeta también. Cambio de moneda en nuestro banco a 1 Libra=1.11 Euros, no estaba nada mal.
Y por fin llegó el gran día. ¡¡ En marcha !!
Primero en nuestro coche a Museros (Valencia) a dejar nuestra bebe con los abuelos paternos y de paso aparcar el vehiculo en su garage. En frente mismo cogemos el metro con final de parada en el aeropuerto de Manises (Valencia). LLegamos los primeros y facturamos nuestra única maleta (12kg, cuidado con no pasar de 15 o se paga muy caro el sobrepeso) y pasamos el control de aduanas. Despegamos en punto a las 20:25 hora local y llegamos a Stansted con vuelo tranquilo y puntual. Nada más salir del avión conectamos moviles y el roaming funciona a la perfección, en 5 minutos me llama "Mikael" (servicio de traslado del aeropuerto al hotel contratado a través de email por medio de un foro donde se anunciaba) que no sabia spanish y yo que apenas sabia english... como puedo le digo que estoy saliendo del avión y que ahora nos vemos fuera. Pasamos control de pasaportes para ciudadanos europeos y cogemos la maleta. Al salir Mikael nos espera con un cartelito con mi apellido y nos saludamos. Coge nuestra maleta y corre como un descosido hacia el parking, jaja... pensabamos por un momento que lo perdiamos entre la gente. En 45 minutos estabamos en la puerta del hotel, el servicio costo 63 pounds + 2 pounds de propina, no es caro para tres personas, nos habian dicho que el mismo trayecto en taxi suele ser de 85-90 pounds. Hacemos el chek-in en el hotel y subimos dos pisos andando (no hay ascensor y los escalones son de tamaño reducido). Antes de la una (hora local, una menos que en España) ya estabamos los tres en los brazos de Morfeo. Estabamos ansiosos por despertar en nuestro primer día en Londres.

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A las 7 en punto nos levantamos y aseamos para bajar a desayunar. Zumo, cafe, chocolate caliente para el niño, huevo frito, bacon, beans (habichuelas con tomate típicas), pan tostado, cereales, mantequilla y mermeladas... lo que llaman un full english breakfast. Todo muy rico y algo exagerado para nosotros pero... nos lo comimos todo porque el día era muy laaaaaaaargo.

Andando a la estación del tren de Victoria (5 minutos desde Belgrave Road, la calle del hotel) para comprar la Travelcard de tres días con el símbolo del National Rail y así poder usar los 2x1. Son anytime y cuestan 18 pounds cada una, nuestro hijo no paga NADA de NADA. Viva Londres.

Cogemos el metro allí mismo y nos bajamos en Earl´s Court para ir a la que fuera casa del cantante Freddie Mercury: El número 1 de Logan Place Street (foto de abajo).


Al llegar a la calle poco transitada y supertranquila nos encontramos un AUDI A8 con un peazo gorila-guardaespaldas esperando fuera, dentro del coche hay alguien que no podemos ver por los cristales oscuros. Para los que no lo sepan al morir Freddie dejo en herencia su casa y gran parte de su multimillonaria fortuna a la que fuera su amiga-amante durante algunos años: Mary Austin.

Allí estuvimos un buen rato escribiendo en la pared algo para Freddie, haciendonos unas fotos en la fachada, escuchando por el mp3 "We Will Rock You"... cuando llegaron dos chavales jovenes que resulta eran de Valencia (que casualidad ). Enseguida estos le preguntaron al gorila si estaba esperando a Mary Austin, el lo nego claro pero... al rato arranco el AUDI lo cruzo en la entrada de la casa se abrio la puerta y salio en chandal la mismisima Mary... DIOS QUE EMOCION. Yo no atine a sacar la camara de la funda, los compatriotas fueron más rápidos y llegaron a hacer una foto. En eso nos acercamos todos hacia el coche como avidos paparachis pero el gorila salio del auto y con la mano en alto nos dijo: NO, NO. Y ahí nos quedamos todos quietos y a la vez emocionados por lo presenciado. Que suerte ir a Londres a ver la casa donde vivio y murio el gran Mercury y ver a la que fuera su "mujer".

Todo emocionados nos fuimos andando (10 minutos más o menos) a nuestra siguiente parada: El cementerio de Brompton, uno de los siete victorianos ahora reconvertido en un parque que no deja de tener su encanto entre tumba y tumba (somos algo morbosos, lo reconocemos).

Además no deja de ser curioso ver gente haciendo footing o paseando a sus perros dentro de un cementerio. Enseguida las ardillas se nos acercaban para que les dieramos de comer, ahí nuestro hijo se lo paso de "miedo", nunca mejor dicho. En la puerta mismo del cementerio hay una parada del metro, allí lo cogimos y nos dirigimos a South Kensington a visitar el museo de Ciencia Natural, entrada gratuita como debe ser. A la salida de la estación pillamos unos rollitos de vegetales y pollo en un takeaway indio. y no veas como picaban los condenados (very hot).

Para los que vayais con niños el museo esta muy bien sobre todo la zona dedicada a los dinosaurios, con esqueletos enormes y una replica animada de un Rex que se mueve y todo. Divertido y recomendable para los peques, nosotros en un par de horas tuvimos bastante y nos volvimos a la parada del metro, continuando viaje hasta Holborn, nuestro objetivo era ahora el museo britanico.
Dado que eran las tres y el hambre apretaba buscamos donde saciar nuestro apetito, vimos un "Wamagama" y allí nos metimos. Es una especie de franquicia de comida japonesa hecha al momento, con buenos ingredientes y de aspecto (el restaurante) desenfadado. Pedimos un menu de niño y dos menus degustación (formado por unos rollitos pequeños de entrante más un plato principal). Todo muy rico por 36 pounds con cerveza y agua.

El museo britanico es enorme y digno de ver (sobretodo lo que a nosotros nos interesaba y a mucha gente) la zona de egipto, las momias y sarcófagos. Allí se encuentra la famosa piedra "roseta", la que ayudo a descifrar la escritura jeroglífica egipcia. Si vais al museo un viernes podeis dejarlo para después de comer como hicimos nosotros porque cierran más tarde (horario extendido). Al salir del British nos sorprendio la lluvia londinense así que abrimos los paraguas y los chubasqueros y continuamos hasta el teatro "Dominiom" para hacer una foto de la fachada... ¿porqué? Nada más ni menos que allí llevan ocho años haciendo el musical "WE WILL ROCK YOU"

Aprovechamos para merendar en un Burguerking y en dos minutos subimos al bus número 24. Esta linea es ideal para los que tenemos hotel en la zona de Victoria/Pimlico, en nuestro caso para en la mismisima puerta del Luna y Simone. Desde arriba de un bus de dos pisos se ve Londres casí como si se tratase de un viaje turistico. Impresionante. Para subir basta con enseñar la travelcard al conductor y los niños acompañados de un adulto (menores de 11) by the face. Además hay un autobus cada cinco minutos y dentro te indica un panel cual es la próxima parada, están muy bien por lo general (mejor que el metro) y en apenas media hora estabamos en la habitación del hotel supercansados de tanto andar.

Descansamos un rato, una duchita y a por la cena. La zona de Belgrove Road está llena de takeaways por todos sitios, nosotros elegimos "Yum Yum", un chino con menu especial para dos personas por 13 pounds. En cinco minutos estabamos cenando en la habitación del hotel y nos las vimos y deseamos para acabar con todo, y eso que eramos tres. Pero aquí estabamos en Londres para aprovechar al máximo el tiempo y después de la cena bajamos a coger de nuevo el bus 24.
Nos apeamos en la Abadia de Westmister, preciosa aunque sea por la noche. Enseguida aparece a unos metros el mítico Big Ben, la verdad creiamos que era más alto.

Pero aún así y todo nos encanta. Cruzamos el Tamesis por el puente y a nuestra derecha aparecen las casas del parlamento y a la izquiera la supernoria tecnológica del "Eye". La noche invitaba a andar y seguimos por la rivera del rio en lo que se conoce como Victoria Embarcament, hasta llegar al siguiente puente, fotos con las cabinas de teléfonos típicas inglesas
y cruce del puente en dirección a Victoria. En la zona de New Scotland Yard volvemos a pillar el 24 directo a la puerta del hotel, esta linea de bus está funcionando las 24h. A eso de las doce y media nos fuimos a dormir supercansados pero con la sensación de que el día lo habiamos aprovechado muy bien.

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A las siete en punto suena el despertador, es sábado 10 de octubre. Segundo día completo en Londres. Desayunamos un full english, compramos botellas de agua y subimos al bus 24. ¿Os hemos dicho ya que este bus es la repera?

En apenas media hora estamos en Candem High Street. Llegamos muy pronto al mercado, aún no son las diez y están abriendo los puestos, por el momento no hay mucha gente.

Paseamos por la calle, por los diferentes mercadillos, por los puestos de la zona del canal, el Candem Lock, los establos (es lo que más nos gusto), la tienda futurista Ciberdog, las tiendas de estilo Rehab (no vimos a la Amy Winehouse, ), etc.


Hay muchos puestos con comida de todo el mundo, produciendo allí una mezcla de olores y colores indescriptible. Sobre las doce de la mañana ya empieza a notarse la afluencia de público. La calle principal está en ebullición pero tampoco agobia, se puede soportar.

Compramos un par de souvenirs regateando un poco con los vendedores, aquí se estila eso. Estamos rodeados de españoles por todos lados, cualquiera diría que no estamos en Londres sino en el rastro de Madrid. Mejor así, nos sentimos más arropados. Lo que más nos gusto de Candem es la zona en sí, la ubicación, las fachadas de algunas tiendas, lo variopinto y multicultural. Pero en cuanto a lo que se vende en el mercadillo siento decir que no nos impresiono: Mucha camiseta "I love London", souvenirs, bisuteria, etc... nos lo imaginabamos mucho más "underground" (a excepción de varias tiendas como Ciberdog o algunas tipo rehab).

En la zona de los establos y del canal llegada la hora de la comida es dificil decidirse: Thai, china, vietnamita, turca, italiana, dulces, zumo naranja... PAELLA, si, si, Habia un puestecito pequeño con cocinero indio incluido guisando su propia versión de paella candemriana.

Nosotros nos decidimos por pillar un takeaway chino que en 14 pounds nos puso tres bandejas llenas hasta arriba de lo que quisieras... todo muy rico. Y con el estomago lleno y después de casi 4 horas en Candem decidimos movernos optando por pillar el waterbus por el canal en dirección al zoo. La verdad que nos parecio carisimo: Viaje solo de IDA al zoo con entradas para dos adultos y un niño costo cerca de 40 pounds. El viaje en el barco no duro ni diez minutos, es bonito y pintoresco pero lo puedes hacer andando por la rivera del canal si quieres. El barco para dentro del mismo zoo y nos apeamos. Si habeis estado en algún otro zoo grande (Barcelona, Madrid, el Bioparc de Valencia, etc) no os perdeis nada del otro jueves. Pero como nosotros llevamos a nuestro hijo había que pensar en él. Nos gusto mucho la sala de las mariposas y los acuarios marinos. Como estabamos ya cansadísimos nos fuimos de allí cogiendo el bus 274 en dirección a Candem, y una vez allí cogimos el 24 hasta la puerta de nuestro hotel.

Después de asearnos un poco y cambiarnos de ropa (la ocasión lo requeria) nos fuimos de nuevo a la parada del 24 en dirección a Victoria Station. Andamos un poquito hasta Grosvenor Gardens para coger el bus 52 con destino Knightsbridge e ir a los almacenes Harrods. Es sabado por la tarde (las seis y media más o menos) y nos esperabamos que estuviera abarrotado (tener en cuenta que cierran a las ocho).

Había gente... ¿habeis ido a un centro comercial en España en visperas de la navidad? Pues algo así. Lo que más llama la atención son los vendedores (ellos y ellas) son todos muy monos y supersimpaticos. Traiamos un par de encargos de bolsos de los Harrods y fuimos a por ellos (se puede pagar en euros pero ni se os ocurra que hacen un cambio de divisa muy favorable para los almacenes). Una vuelta por el altar dedicado a Diana y salimos zumbando. Para volver a nuestro hotel el bus 52 y después el 24. Al pasar con el bus vimos cerca un KFC (los del pollo a la Kentucky) y nos pasamos a coger un menu grande para llevar por 15 pounds (incluye una pepsi de 1,5 L, patatas, pechuga rebozada, beans, nugets, un caldo, etc.), mientras nos lo preparaba el dependiente (un indio de lo más simpático) obsequio a nuestro "children" con un Seven-up. La cena no nos la pudimos terminar.

Cerca de las diez de la noche volvemos a la calle a coger el 24 con dirección a Trafalgar Square. Hay muchos jovenes por la plaza bebiendo e iniciando la marcha del saturday night. Andamos y en cinco minutos llegamos a Trocadero (más bullicio) y a cien metros Picadilly Circus (aún más bullicio).

Por detrás de Picadilly andamos buscando Chinatown y cuando ya creiamos que andabamos perdidos aparecio esto ante nuestros ojos: Una de las entradas al barrio chino en concreto la situada en Gerrard Street. A los que les guste la comida oriental autentica no españolizada, les encantaran sus restaurantes y el bullicio de sus pocas calles (en realidad es pequeño en extensión). Se puede ir a comer casi a cualquier hora, incluso de madrugada. Sus olores, sus patos en los escaparates de los restaurantes, su gente... te da la sensación de que no estas en Londres, sino en algún país asiático.

Muy cerquita de Chinatown, a cincuenta o cien metros, está Leicester Square y la parada del... 24. Nuestro querido 24 nos llevo de nuevo al hotel a dormir, si la noche anterior estábamos cansados ahora pareciamos "rambos"... con el "no siento las piernas".

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