SEMANA SANTA 2010 EN PARÍS ✏️ Blogs de Francia

El sábado amanece con uno de los 3 enfermito del estómago, por lo que le dejamos en el apartamento durmiendo un poquito más y nos vamos a conocer el barrio. Jo, chulísimo. Descubrimos un mercado que nos encantó. Varias calles que se entrelazan, llenas de tiendecitas que sacan los mostradores a la calle, todo colocado con un gusto exquisito, con un género alucinante y un ambiente y un olor buenísimo. Pasamos un buen rato en el mercado, compramos queso, paté. Una buena experiencia.

*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Fuimos al apartamento a recuperar al enfermito y ya estaba mejor, así que retomamos el itinerario previsto. Pues empezamos por el barrio: El Arco del Triunfo. Subimos con la Pass y aun que mi vértigo no me permite asomarme demasiado, las vistas desde allí son impresionantes. Doce calles enormes que confluyen en el arco (todas en una rotonda, vamos, lo de los coches circulando también merece un ratito). La vista de los Campos Elíseos es la más chula, junto con la que se ve el arco de La Defense.

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Bajamos y a pasear por los Campos Elíseos, que parecen poquita cosa, pero son dos kilómetros. Llegas a la Plaza de Concorde, que es preciosa, con su obelisco egipcio y una fuentes muy bonitas.

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También pasamos por Petit y Grand Palais sin entrar y nos dirigimos al puente de Alejandre III. Es precioso. Merece mil fotos.

Cruzamos y nos dirigimos a Les Invalides, pero antes, paramos a comer en una pequeña cafetería- pastelería un panini bastante bueno con tartita, coca-cola, y café por 11 euros cada uno.
No nos daba tiempo a ver las dos cosas que teníamos para esa tarde: o elegimos Les Invalides o nos vamos al DÓrsay ¡Gana el museo!
El Museo es precioso, hay que esperar un poco de cola aun con la Pass (pero menos que sin ella), merece mucho, mucho la pena este Museo. No se puede hace fotos, pero tiene cuadros que son auténticas joyitas. Además, el edificio en sí es muy bonito (una antigua estación de tren)

De aquí, en bus a ver la Opera por fuera, la Madeleine por fuera (por la hora que es ya todo está cerrado) y las Galerías Lafayette. Jope, impresionantes. Son super bonitas. Por fuera es un edificio como el típico Corte Inglés pero por dentro la cúpula es preciosa. Puedes subir a la última planta y disfrutar de las vistas.

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Bueno, nos vamos para casa a ducharnos y cambiarnos. Tenemos cena reservada en un restaurante chulo que me recomendó una amiga y que yo recomiendo muy encarecidamente.

Se llama : “Bistro des Deux Théâtres" Restaurante muy bonito, se come muy bien, tiene un buen menú con todo incluido por 38 euros (18, Rue Blanche, 01 45 26 41 43). Parada de metro Trinité. Reservado a través de www.toptable.com .
El menú es todo, todo incluído: un aperitivo con champange rosado, un primero (yo pedí un buenísimo foie):

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un segundo (yo que soy más típica que todo pedí magret de pato):

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y un postre. Además de vino, agua y café. Sales lleno y es un sitio romántico, muy parisino, no sé, me encantó.

De aquí a ver el Mouiline Rouge por la noche, que está al lado, foto de rigor, y para casita en metro, que ya es super tarde y cierran.

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Amanece el domingo, nuestro último día. Cogemos el metro para ir a ver el Sacre Coeur, y es domingo de resurrección, asi que con misa incluída y lleno hasta la bandera. Con el mismo ticket de metro puedes subir al funicular (si no ha pasado más de hora y media, claro). La iglesia es muy chula, las vistas impresionanantes, aunq ue como digo, no pudimos verla bien.

Bueno, pues a pasear por Montmartre. La plaza du Tertre, con sus pintores, es muy bonita y está a tope de ambiente. La verdad pintan muy bien. Te ofrecen retratos, caricaturas, etc…Las tiendas de esta zona son más baratas que el resto para comprar cuadros, recuerdos o souvenirs. Merece la pena sentarte en una terracita, con una cerveza y ver la vida pasar.

Fuimos bajando conociendo el barrio en dirección a un restaurante de Foundes que nos habían recomendado y que no abre a medio día, cos que no sabíamos. Total, que encontramos otro restaurante, el típico bar de barrio, tipo casa de comidas, donde comimos un excelente menú de comida casera por ¡8,5 euros! Vamos, que más barato que en Madrid: primero, segundo y postre. Se llama La Villa du Poulbot, en Place Charles Dullin.

De ahí, fuimos andando hasta Pigalle a ver el Moulin Rouge de día y allí cogimos el metro para trasladarnos a ver Les Invalides, pendiente del día anterior. Vale, impresionante el sitio, la tumba que se hizo Napoleón vamos, descomunal…pero no sé. No es que sea mi personaje histórico favorito, más bien todo lo contrario.

Y de aquí andando a por fin ¡La Torre Eiffel! Teníamos entradas para las 19:30, una hora antes del anochecer. Subimos sin problemas ni colas de ningún tipo con las entradas de Internet hasta la segunda planta ¡Es impresionante y da muchísimo vértigo! Bueno, yo lo tengo y lo pasé regular, de hecho no quería subir a la cima aun que tenía las entradas compradas. Compramos un café, nos sentamos en un banco del mirador y vimos atardecer ¡Una experiencia, de verdad!

Después de convencerme para subir a la cima, cola del 15, como hora y pico para el ascensor y hasta arriba. Yo no me separé de la pared, de verdad, si tenéis vértigo no lo recomiendo. Pero la gente normal estaba encantada. Es que está altísimo, te duelen hasta los oídos como en el avión.

Después de dos horas y media, bajamos, fuimos a la plaza de Trocadero a ver la iluminación especial de las horas en punto ¡Mola! Fotitos, hamburguesa en el Quick y a dormir. A las 4:00 nos recoge el shuttel para el aeropuerto para llegar a Madrid e ir de empalmada casi a trabajar.

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Adios, París, es poco tiempo y ha quedado tanto por ver. Volveremos. Por lo pronto, la ciudad ha desmontado varios mitos y prejuicios que llevábamos: París no es caro (comparado con Madrid), los franceses son muy amables, al menos los parisinos y hablan inglés, no hay problema aun que no tengas, como yo, ni papa de francés. Y también nos ha reafirmado en cosas que ya sabíamos: hay que planificar los viajes bien, al menos los que son muy cortos. Hay gente que prefiere ir un poco a la aventura, pero en los sitios tan turísticos, o colas o calle, no hay más. Internet nos abre esta puerta y esta web es buena prueba de ello ¿Por qué no vamos a aprovecharla?

Buen viaje!

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