PARIS JE T'AIME ✏️ Blogs de Francia

Este es un viaje que llevaba esperando mucho mucho tiempo. La excusa era siempre la misma, Paris está cerca y podemos ir en cualquier momento, así que lo hemos pospuesto muchas veces.
El año pasado decidimos por fin ir a Paris. No podíamos escoger mejor momento: Celebrar nuestro pirmer aniversario de Boda.
¡¡Por fín iba a conocer Paris!!.

La logística no fue difícil, utilice la página de booking para reservar el vuelo y el hotel. También me dejé asesorar por los foros de los viajeros en temas como las visitas a monumentos.
Para el avión decidimos salir de Biarritz, alguien nos comentó que siempre es más barato un vuelo nacional, así que volamos con air france dirección Paris para aterrizar en el aeropuerto de Orly (oeste).
Para el hotel queríamos escoger uno que estuviera cerca de la parada del metro para tener más facilidad a la hora de movernos por la ciudad. Escogimos el hotel Libertel Austerliz Jardin des Plantes. Se encuentra muy céntrico, en el distrito 5 frente a la estación de tren Gare de Austerliz. Habitaciones muy confortables, de tamaño medio pero renovadas y el precio adecuado a la zona: 105 euros la noche.

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Llegamos al hotel a eso de las 15:00 y decidimos picar algo antes de seguir con la ruta.
La primera visita que tenemos planeada en nuestro itinerario, por típica que pueda parecer, es ineludible: Tour Eiffel. Impresiona su tamaño, y a pesar de lo que yo pudiera pensar, su tonalidad gris es lo que más te atrae. Recuerdo que nos echó un poco para atrás el ver una fila tan larga para poder subir, ¡pero como no vas a subir a la torre Eiffel si estás en Paris!, es casi como un pecado, así que nos armamos de valor y a esperar. Subimos a los 3 pisos, qué decir, preciosas vistas, por algo es la reina de París.

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Estaba atardeciendo, así que pensamos que sería buena idea coger un barquito de estos turísticos que pasean por el sena (bateaux parisiens). Es la mejor manera de conocer de un vistazo los principales monumentos que rodean este río. El precio es un poco caro para la duración del trayecto (11 euros), pero las vistas lo merecen.

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Madrugamos como es costumbre para poder rentabilizar al máximo el día. No os he contado antes que decidimos coger el hotel simplemente en alojamiento, no porque no lo ofreciera el hotel, sino porque de esta manera podemos experimentar con diferentes desayunos. Salimos del hotel en dirección al centro y por el camino nos topamos con una pequeña pastelería (boulangerie) dónde la fila para comprar salía hasta la calle. Buena señal, y buen desayuno. No puedo deciros el nombre, no lo apunté.

Comenzamos nuestra marcha y nos dirigimos a la île de la cite, pequeño islote que rodea el sena y que acoge monumentos como Notre-dame, la santa capilla y la conciergerie.
Nuestra primer cometido era visitar a la dama “notre-dame”. Entramos en la catedral. Nada para mencionar excepto sus vidrieras. Paseamos por los jardines que rodean a la dama y nos fuimos hacia una de las torres dónde parte un tour por sus azoteas.
Otra vez que tenemos que hacer cola para poder entrar. Esta fue también bastante larga, como 30 minutos, eso sí, amenizada por una orquesta callejera y un payaso. Este último se ganó a toda la fila que estábamos esperando…

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Por fín nos toca subir, preciosas gárgolas que dominan la ciudad desde lo alto. No sabría deciros cuál me gusta más. Las vistas al sena también preciosas.
¡Esto si merece la pena la espera!.

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Continuamos La marcha hacia la Conciergerie. Se encuentra en la misma calle que la santa capilla. Entramos sin dificultad (con esto quiero decir que no tenemos que hacer cola para esperar) y nos encontramos con una sala de grandes dimensiones pero de aspecto casi vacío. Solo un par de objetos expuestos, el más peculiar una antigua cámara de fotos. Ni que decir tiene que no merece la pena la visita.

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Ya estamos un poco cansados, se acerca el mediodía, y decidimos buscar un sitio dónde comer. Nos dirigimos al barrio de st-germain, muy concurrido y animado. Allí nos sentamos en una brasserie muy agradable.
Pasear por paris es uno de las cosas más agradables que se pueden hacer, y más si lo haces por los muelles del sena, lo que ellos llaman “quai”. Es una de las mejores formas de recorrer la ciudad. Sorprende el poco ruido que se escucha cuando caminas por ellos, es como estar en otra ciudad.

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Nuestra siguiente parada es el museo de orsay. Si te gusta la pintura impresionista no debes perdértelo. A mi en particular lo que más me gusto del museo es el propio museo. Se trata de una antigüa estación de tren que todavía conserva un precioso reloj en uno de sus extremos.

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Para terminar el día, qué mejor que darse un paseo por los campos elíseos.
Para ello cogemos el metro y nos vamos hasta la parada que hay en la plaza Charles de Gaulle. Aquí se encuentra el arco del triunfo de Napoleón, uno de los 3 arcos de la cuidad, que curiosamente se encuentran alineados con ayuda de la avenida de los campos eliseos.
Entramos al arco del triunfo, y como no, otra vez nos encontramos con una cola de gente esperando. Esta vez no hemos estado tanto tiempo, así que enseguida podemos subir hacia arriba. No sé cuántos escalones hay, pero la subida se hace larga y pesada.
A mitad de la subida te encuentras con una sala dónde hay un museo. Nada que reseñar. Si continuas subiendo llegas a la azotea, lo mejor del monumento. Tiene unas vistas espectaculares.
Un poco de historia: este arco conmemora todas las batallas de los ejércitos de Napoleón, incluidas algunas en ciudades españolas. En los laterales se mencionan a todas y cada una de ellas.

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