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¿¿Estados unidos en 2 semanas y 1400€??
Sí!Autor: Ode1200 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.6 (20 Votos) Índice del Diario: Viaje por Estados Unidos
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Somos muchos los que desde pequeños hemos soñado en ir a América, y en concreto a Estados Unidos. Para los que nos gusta ver mundo, este es sin duda uno de nuestros destinos favoritos. Es por eso que ahora hará cosa de un año me puse a trabajar para preparar el que, sin duda, ha sido el viaje de nuestras vidas
![]() Me planteé pues el reto de planificar un viaje por todo el país (o por lo menos por los sitios más famosos) en el tiempo record de 2 semanas, y con un presupuesto que no podía superar los 1.400€. Si queréis saber como lo planeamos, y si conseguimos estos dos objetivos, os invito a leer este rollazo de 30 páginas, donde os contaré hasta el último detalle de todo el viaje: itinerarios, precios, consejos, vivencias y todo ello acompañado de fotos que hemos ido haciendo durante el viaje (todas las fotos son hechas por nosotros). El viaje fue programado para 2 personas, y lo hicimos en el mes de Septiembre de 2011. Lo ideal es hacerlo en Septiembre, Octubre, Mayo o Junio, ya que tanto en invierno (debido al frío) como en Julio o Agosto (debido a la cantidad de turistas que hay) muchas de las actividades serian imposible de realizar. Lo primero que se pregunta uno cuando quiere ir a Estados Unidos es: ¿Dónde voy? Y es que estamos hablando del 3r país más grande del mundo, que comprende 50 estados y más de 300 millones de personas. Tenemos que escoger pues entre el destino por excelencia: “Nueva York”, o la gigante “Los Ángeles”, la costa Californiana, la extravagante “Las Vegas”, el desierto de Arizona con sus maravillas naturales, los parques nacionales o la legendaria ruta 66 entre muchas otras maravillas. Así pues, ¿que hacemos? ¿Donde vamos? Después de darle un par de vueltas encontré la respuesta. ¿¿Y si lo vemos todo?? Y así fue; empecé a programar el viaje hasta el último detalle. Queríamos ver la ciudad de Nueva York, recorrer California en coche visitando San Francisco y Los Ángeles, además de ver alguno de los maravillosos Parques Nacionales que aguarda ese estado. Queríamos también visitar Las Vegas, y sin olvidarnos de recorrer Arizona para ver, entre otros, el Grand Canyon del colorado. Nos llamaba mucho la atención el hecho de visitar la región india, con sus maravillas naturales, y queríamos conducir también por la mítica Ruta 66. Para hacer todo esto habría venido bien un par de meses, pero por desgracia solo teníamos 2 semanas (cosas del trabajo), y tampoco teníamos mucho dinero, así que tuvimos que ajustarlo todo, y después de darle muchas vueltas, encontré el recorrido perfecto que permitía ver todo eso en 16 días y con un presupuesto de 1.400€. Aquí empezaba pues un viaje por 5 estados (Nueva York, California, Arizona, Utah y Nevada) a más de 10.000 Kilómetros de casa. ¿Os apuntáis? Preparativos Antes de volar a Estados Unidos se debe que tener en cuenta que ese país no tiene seguridad social, y que por tanto en caso que emergencia médica no tienen ningún convenio con España, por lo que la broma de acudir a un hospital nos puede salir por algún que otro millar de dólares, por lo que es indispensable tener un seguro médico. Si tenéis ya uno aquí en España es posible que os cubra en Estados Unidos. Si no tenéis seguro médico, o el vuestro no os cubre en ese país, debéis contratar uno por el tiempo que vais a estar fuera. El segundo punto importante a tener en cuenta es que después del 11 de septiembre, ese país tiene unas medidas de seguridad hasta cierto punto “excesivas”. Para ello es necesario rellenar on-line un formulario llamado “ESTA”, para que en un plazo de 72 horas se nos apruebe la entrada en ese país. SI NO TENÉIS LA “ESTA”, NO ENTRÁIS. Para ello tenéis que seguir el link que aparece en la página del consulado americano en España. Allí deberéis contestar una serie de preguntas y decir donde vais a alojaros durante el viaje. A parte, por supuesto, os cobrarán unos 11$ aproximadamente (¡¡cuidado!! Hacerlo solo a través de la página web del consulado. No lo pongáis en el Google porqué os aparecerán empresas que os lo tramitan por unos 60$; es decir: un timo). Debéis tener también un pasaporte electrónico en regla. También es aconsejable ir a la DGT y pedir el carné de conducir internacional (te cobran unos 9€). Legalmente no es necesario, pero si os para un policía en medio del desierto de Arizona, a 45º y sin que hable español, explícale tu que eso es un carné de conducir valido en España y que la legislación permite conducir con ese en USA… casi mejor llevar el internacional. Ya por último tened en cuenta que tenéis que tener el billete de vuelta al momento de entrar en el país, sino os pueden denegar la entrada y mandaros de vuelta para casa. Entre vuestro equipaje no olvidéis poner un transformador eléctrico! ¡Allí los enchufes son diferentes que aquí! Si os preocupa el hecho de que comer fuera de casa durante 16 días puede encarecer mucho el precio final del viaje, vuestra solución se llama “WALLGREENS”. Esta es una cadena de “farmacias” que están en todo el país, y que de farmacia tiene poco. Es como unos pequeños supermercados donde podremos encontrar, entre otras cosas, comida preparada de calidad a muy buen precio. A parte del “Wallgreens”, os recomendamos la cadena de comida rápida “Jack in the Box” (es como un McDonalds, pero mucho más bueno y de mejor calidad). Lo podréis encontrar en toda la costa Oeste del país. Etapas 1 a 3, total 9
Viaje de Ida
Nosotros salimos des de Barcelona, y aunque cada vez hay más vuelos directos, depende de las fechas os puede salir muy caro, por lo que os puede convenir utilizar cualquier aerolínea Europea y hacer una breve escala. Si voláis desde Madrid es más fácil encontrar vuelos directos asequibles. Volamos con “Swiss Air”, donde el trato fue exquisito y la comodidad del avión perfecta (dentro de lo que es un avión, claro). Hicimos pues una parada de una hora en Ginebra, y des de allí salimos ya para Nueva York a bordo de un A-330. Durante el vuelo tuvimos comida caliente (y sorprendentemente riquísima), todas las bebidas que uno deseaba, almohada, manta y una pantalla individual que te permitía escoger entre una gran cantidad de películas, series o programas de televisión. 8 horas después llegamos por fin al aeropuerto J.F.K de nueva York. (Debido a las 6 horas de diferencia horaria, cuando llegas allí es prácticamente la misma hora que en suiza). Después de pasar los tramites en el control de inmigración, y de recoger nuestras maletas, nos disponíamos a llegar a la ciudad (el aeropuerto está bastante alejado). Un taxi hasta Manhattan os puede salir por unos 50$, así que si queréis ahorrar, lo mejor es coger el “Air Train” (tren automático que para en las 8 terminales del aeropuerto y que se dirige hasta la estación de trenes de “Jamaica Station”). El tren se paga en la salida, y cuesta 5$ por persona. Una vez en “Jamaica Station” podéis coger el metro que mejor os convenga. Nueva York Coger un hotel en Nueva York os puede salir por un ojo de la cara (y parte del otro), así que si lo que estáis buscando es un hotel que esté bien y “asequible” olvidaros de alojaros en Manhattan. Yo encontré un hotel situado en el barrio de Queens y situado justo en la entrada de Manhattan. Tenía una parada de metro a 2 minutos del hotel, y en una parada ya estabas en “Central Park”. Técnicamente no estaba en Manhattan, pero casi. El hotel se llama “Country Inn & Suites Long Isalnd City” y estaba bastante bien. Ninguna queja, al revés. Si tenéis suerte y os hacen caso os pueden dar una habitación con vistas a Manhattan, donde os podéis pasar toda la noche embobados viendo el “Empire State” y compañía des de la cama. Os cobrarán unos 135$ por noche (100€), que aunque no lo parezca, es un precio muy razonable por ser Nueva York (dentro de Manhattan, a ese precio como mucho tendréis un albergue). Vistas des de la Habitación del Hotel En Nueva York pasamos 2 días y medio en el inicio del viaje, y otro día y medio en el final (en este viaje no tenemos tiempo que perder!). Da tiempo suficiente para ver lo principal de la ciudad. Pero si lo que queréis es conocer bien Nueva York, este no es vuestro viaje. Deberíais pasar las 2 semanas en Nueva York, y aún os quedarían cosas por ver. Día 1 La tarde del día en que llegamos la pasamos paseando por “Times Square”. Cogimos el metro delante del hotel (una calle normal sin rascacielos), y salimos en la estación de Times Square. Cuando conseguí apartarme del medio del paso de la gente y miré hacia arriba, me quedé unos minutos en estado de “shock”. ¡Eso es INCREÍBLE! Es un espectáculo de luz, ruido y rascacielos gigantes. Nada comprable a cualquier ciudad Europea. Eso es otro mundo. Times Square, Nueva York Las horas en Manhattan pasan volando. Puedes pasear todo el día sin bajar la cabeza, mirando la cantidad de rascacielos que te rodean. Os aconsejo que en Times Square entréis por primera vez de noche, y que os toméis algo en el McDonalds que hay justo en el medio. Mirad por la ventana y tendréis la sensación de que estáis en la capital del mundo (probablemente no estaréis equivocados…). Si el jet lag no es deja dormir, aprovechar para pasear por el radio City Hall, Broadway, la quinta avenida o entrar en la estación de trenes “Grand Central Station” (todo ello muy cerca, sin necesidad de coger el metro). Día 2 Entre el Jet Lag y la emoción (sobretodo eso último), dormir lo que se dice dormir: poco. Me pasé toda la noche tumbado en la cama mirando por la ventana los rascacielos de Manhattan (es lo bueno de alojarse en Queens: des de allí se ve Manhattan. En Manhattan verán Queens, ya ves tú…) Por la Mañana salimos pronto y nos dirigimos hacia el sur de la gran Manzana, donde pudimos ver la “Zona Cero”. Fuimos justo por el décimo aniversario de los atentados, y eso era un punto de encuentro de miles de personas llegadas de todo el país (piel de gallina). No os perdáis la pequeña capilla que hay justo delante (se encuentra en mal estado, debido a su escasa distancia a lo que había sido el “World Trade Center”). La capilla en cuestión se ha convertido en un sitio de peregrinaje para los que quieren recordar a las victimas. Dentro encontraremos un autentico museo de objetos que estaban en las torres esos días (gratuito). Des allí llegaréis al “Battery Park”, un parque que se encuentra al final de Manhattan y que da a la bahía. Paseando por allí veréis por un lado los rascacielos de la gran manzana, y por otra la estatua de la libertad y la ciudad de “Jersey City”. Desde el mismo Baterry Park salen los ferrys hacía la Estatua. (Comprad las entradas por Internet con antelación. Las colas allí son exageradas, y con mucha probabilidad os podéis quedar sin billetes. Además, si lo compráis con muchos meses de antelación, podréis coger las entradas que os permiten subir hasta arriba del todo). El billete normal cuesta unos 13$ (9€), y da derecho a subir al pedestal de la estatua. El ferry te lleva primero a la estatua, y después para en Elis Island (un museo de la inmigración). La verdad es que no vale la pena ni bajarse del barco en Elis Island. ![]() Estatua de la libertad Una vez de vuelta a Batery Park, fuimos andando hasta el puente de Brooklyn. (Parece cerca, pero es un buen “tute”. Si queréis podéis coger el metro para ahorrar tiempo y energías). Aprovechar también para pasear por Wall Street y ver la sede de la Bolsa de Nueva York, así como la famosa tienda de “Tiffany’s” de “Desayuno con Brillantes”. Ya de noche fuimos al “Rockefeller Center”, el emblemático centro comercial donde se alza el “Rockefeller Building”. Subir allí de noche es un espectáculo, ya que tienes Nueva York a tus pies, a más de 70 pisos de altura. Y lo mejor de todo es que ves el “Empire State” iluminado justo delante de ti. Es imposible ver bien el Empire State des de la calle debido a sus dimensiones, así que si queréis disfrutarlo hacerlo des del “Rockefeller”. Subir vale unos 20$ (15€), y tenéis que preguntar por el observatorio “Top of the Rock”. Día 3 Debido a la emoción de todo lo que estábamos viendo era fácil madrugar y aprovechar el día, y así lo hicimos. Aprovechamos para subir al “Empire State” por la mañana (22$, 16€) y disfrutar de las impresionantes vistas. Al subir tened en cuenta que puede haber largas colas, y que son necesarios dos ascensores. El último, pero, solo te sube 5 pisos, así que si hay mucha cola en el segundo podéis acabar de subir a pie. Una vez fuera, ¡abrigaros! Nosotros fuimos en Septiembre, y la temperatura era muy buena, pero una vez allí arriba, si quieres amortizar vuestros 22$, mejor ir protegidos de “la brisa”. Vistas des del “Empire State” Para comer tenéis dos opciones: intentar cuidar la línea y buscar un restaurante que cocinen algo sano (cosa que en Manhattan os puede costar más dinero que el billete de avión) o asumir que en América las cosas están muy ricas pero son una guarrada y engordan. Cuado os decantéis por la segunda (tarde o temprano lo haréis), os aconsejo que probéis una de las barbacoas que se pueden encontrar en la ciudad. Las más buenas y asequibles son la “Dallas Barbacoue” (tienen varios restaurantes en Nueva York; en su web sale un mapa) o la “Virgil’s Barbacoue” (en la calle 42, entre la 6ª y la 7ª Avenida; junto a “Times Square”). Por la tarde cogimos las maletas y nos dirigimos de nuevo hacia el aeropuerto J.F.K. De nuevo utilizamos la línea “E” del metro hasta jamaica Station, donde allí se coge el “Air Train”. Quien nos iba a decir, que de todo el viaje que íbamos a hacer, aquella sería la mayor aventura de todas: coger un avión en Nueva York. El metro falla más que una escopeta de feria, y una vez en el aeropuerto los trabajadores son muuuuy lentos. La cola para facturar y pasar el control de seguridad te puede llevar más de una hora sin problemas. El control es muy riguroso, y les da igual si la gente pierde el avión. Ir con tiempo al aeropuerto, no exagero. Finalmente, y después de un par de carreras por los pasillos del aeropuerto, cogimos nuestro vuelo hacia la costa Oeste. Nuestro destino: ¡¡¡SAN FRANCISCO, CALIFORNIA!!! Etapas 1 a 3, total 9
San Francisco
Cruzar el Atlántico nos había llevado unas ocho horas, pero cruzar América de costa a costa no se quedo corto: ¡6 horas desde Nueva York a San Francisco! El vuelo lo hicimos con “United Airlines”, y la verdad, nada que ver con los suizos. Allí no te dan nada, ni tienes televisión individual ni nada, pero bueno, por respecto a la puntualidad ninguna queja. Al volar hacia el Oeste, otra vez salimos ganando con la diferencia horaria (3 horas entre Nueva York y la costa Oeste), y hace que el reloj solo haya avanzado tres horas, por lo que llegamos a San Francisco a una hora prudencial de la noche. Una vez allí, la mejor manera de llegar a la ciudad es coger el tren “Bart”, que va desde el aeropuerto de San Francisco hasta Ockland, haciendo varias paradas por San Francisco. Si llegáis de día bajar a la parada más cercana a vuestro hotel y coged algún autobús que os acerque. Si es de noche, un taxi. San Francisco es encantadora, y tiene mil cosas que la diferencian de las otras ciudades americanas. Una de ellas es que allí el ser vagabundo no siempre va ligado a la pobreza, sino que se convierte en una forma de vida. Hay por todas partes, y dudo de que alguno os haga nada malo, pero si es de noche no os la juguéis. Nosotros paramos en la parada de “Civic Center”, y allí cogimos un taxi hasta el hotel. El taxi costo menos de 10$, y si lo hubiéramos cogido en el aeropuerto habría sido mucho más, ya que el aeropuerto esta alejado de la ciudad. Nuestro hotel fue el “La Luna Inn”. Este estaba en “Lombard street” en la esquina con “Broderick Street”, al inicio del parque del presidio y a las puertas del “Golden Gate” Bridge. En San Francisco los hoteles son bastante caros en temporada (no tanto como Nueva York). Opté por un hotel situado en una zona tranquila y sencillo (no era como el de Nueva York; este ya era como el de los películas Americanas, con solo dos pisos al estilo “Motel”). Costó 130$ (95€) por noche (buen precio por ser San Francisco). El desayuno, tanto en este hotel como en todos los que hizimos en la costa Oeste, muy simple: te dan un vaso de zumo y una tostada. Consejo: En San Francisco los mapas, GPS u otros pierden utilidad: puedes coger un mapa para ver como llegar a un sitio en concreto, ver una parada de autobús a solo dos manzanas, y una vez allí encontrarte con una pendiente de las que te dejan sin aire, por lo que hubieras preferido hacer 10 manzanas en llano que esas dos en subida. Utilizar el transporte público para llegar a los sitios, andando puede ser toda una Odisea. Día 4 Las tres horas extras que nos había regalado el reloj por la diferencia horaria (sumadas a las 6 que ya llevábamos) hizo que a las 6 de la mañana fuera imposible dormir más, por lo que decidimos salir a pasear. Entramos en el parque del presidio, y mientras disfrutábamos de la tranquilidad de esos jardines llegó uno de los momentos mágicos del viaje: al tumbar una de las casas, se nos apareció de golpe el majestuoso “Golden Gate Bridge”, el famoso puente rojo de San Francisco que sirve de puerta hacia el océano pacífico. Hicimos un largo paseo hasta él. El paseo es muy recomendable. Es en llano y el camino transcurre por la playa de la bahía de San Francisco. Vistas del “Golden Gate Bridge” des de la playa de la bahía de San Francisco Nota: ese no soy yo, es una gaviota. Justo antes de llegar al puente veréis un parque ajardinado, donde si tenéis la suerte de que sea fin de semana veréis como se concentra la población de San Francisco para bailar, jugar al fútbol Americano con sus hijos, y patinar al ritmo de la música. Tuvimos la sensación que en esa ciudad la gente era mucho más feliz que en el resto del mundo. La gente convive pacíficamente; uno se pone música para bailar y se le van añadiendo gente mientras que otros se encuentran para compartir un picnic de domingo. Mezclaros con ellos y disfrutar del ambiente Californiano. Nada que ver con el estrés de Nueva York. Cruzar el “Golden Gate Bridge” a pie o en bicicleta (abrigaros, el viento del pacífico es bastante fresco, y el puente esta muy elevado), y después dirigíos hacia el sur, dejando la playa que habéis cruzado a la izquierda (el puente cruzarlo y volver, no vale la pena explorar la otra parte si no se hace con coche). Coged un autobús que os acerque al “Golden Gate Park” (está a unos 5 minutos en autobús del puente). Allí veréis los Jardines Japoneses y el conservatorio de flores (a parte de más gente bailando y pasándoselo bien). Antes de acabar el día, aprovechar para coger el autobús para que os lleve a través de “Oak Street” hasta el “Alamo Park”, donde se encuentran las “Painted Ladies” (las famosas casas victorianas de “Padres Forzosos” o “Cosas de casa”). “Painted Ladies”, San Francisco Día 5 Este día lo aprovechamos para visitar la parte “baja” de san Francisco. Para ello recurrimos todo “Lombard Street” hacia el este (para los que andandáis, la última parte hace mucha subida; para los que no, es bueno saber que hay un autobús delante mismo del hotel), hasta que te encuentras arriba de una de las partes más famosas de San Francisco. Esta parte de “Lombard Street” tiene un desnivel muy prununciado y la carretera la baja haciendo “Eses” entre medio de un bosque de flores. No os perdáis las vistas des de arriba de la calle, donde si miráis hacia el mar veréis la famosa Prisión de Alcatraz tapada por los tanvias que suben y bajan por la calle. Lombard Street, San Francisco Después de eso nos dirigimos hacia el muelle, ya que teníamos los billetes para el ferry que nos llevaría a Alcatraz (si antes hemos dicho que para los de la Estatua de la Libertad es aconsejable comprarlos antes, aquí es OBLIGATORIO. Debéis comprar las entradas por Internet con varias semanas de antelación si no os la queréis jugar. Sería una pena dejar de visitar Alcatraz). Así pues, billetes en mano (26$ por persona, 20€) nos dirigimos al muelle 33 (Pier 33), esquivamos a la gente que lloraba delante del cartel de “No Tickets” y nos embarcamos en el ferry que, en no más de 10 minutos, nos dejó en “La Roca”. Allí empieza una sorprendente visita muy lograda en la que se descubre todos los rincones de la prisión y las historias que pasaron en el interior. Te hacen entrar por el mismo camino que hacían los nuevos presos: entras por la misma puerta y cruzas las siniestras duchas con las que les lavaban. Allí dentro te dan un audio guía (incluido en el precio de la entrada) y te la programan en el idioma que quieras. A partir de aquí el mismo audio guía te va guiando y en ella hablan antiguos presidarios y guardas quienes te cuentan un montón de anécdotas e historias dependiendo de por donde vas pasando. El recorrido dura unas 2 horas, y a nosotros nos encantó. Si se desea, se puede permanecer a la isla el tiempo que se quiera. Los ferrys van saliendo y cada cual coge el que quiere. (Antes de ir, mirad alguna de las películas que se han hecho allí. Después da más impresión ver las celdas y los agujeros por donde se escaparon). Isla de Alcatraz des del Ferry Una vez de vuelta a la ciudad aprovechar para visitar los diferentes muelles. Esa zona se conoce como “Fisherman’s Wharf”; ¡no os perdáis los leones marinos! No es que haya ningún Zoo, sino que des de hace años, un grupo de leones marinos han escogido la bahía de San Francisco para vivir, y muchos de ellos se pasan el día tumbados en el muelle 39 (Pier 39). Esperemos que el viento no os sople de cara, porqué estos animales se les huele des de Nueva York. Aprovechad y comed en “Fisherman’s Wharf”. La oferta de restaurantes es inmensa, y no se os ocurra salir de allí sin probar una “California Burger” (con una comen 3 personas). “Sea Lions”, en Fisherman’s Wharf Por la tarde, y con la barriga llena, lo mejor es aprovechar que se está en San Francisco para coger un tranvía. En la esquina de “Bay Street” con “Taylor Street” (3 minutos a pie des del muelle) sale uno de los tranvías más famosos de la ciudad. Además, en esa esquina se puede ver como los operarios giran manualmente el tranvía para darle la vuelta y encarar el pendiente. Preparad la cartera, porqué el viajecito con tranvía os va a costar 6$ (4,5€), pero vale la pena.¡Es auténtico! (es posible también sacarse un pase para varios días, que cuesta unos 20$). Si queréis amortizar el billete, dar la vuelta al completo a la ciudad, pero si no, aprovechad y bajaros en “Union Square” (el tranvía os habrá salvado unas pendientes de miedo). Una vez allí os encontraréis en el “Downtown” de San Francisco, donde encontraréis tiendas y todo tipo de servicios. Si os sobra tiempo, no es mala idea hacer un tour con un autobús turístico, el cual te permite subir y bajar tantas veces como se quiera. De esta forma os ahorraréis las pendientes, porqué en San Francisco las distancias no se miden en horizontal, sino en vertical. Día 6 Nos despertamos con sentimientos opuestos: nos habíamos enamorado de San Francisco. Había sido una ciudad que nos había marcado, y no solo por su belleza y particularidad, sino sobretodo por su gente. Nos daba pues, mucha pena irnos de ese pequeño paraíso, pero estábamos impacientes para ver todo lo que nos deparaba ese viaje. Por delante nos esperaba un trayecto en coche por el interior de California hasta llegar al famoso Parque Nacional de “Yosemite”. ¡Que ganas! Salimos pronto del hotel, y el autobús nos dejó a una manzana de “Union Square” (que es donde había la empresa de alquiler de coches). Esa manzana, evidentemente, tenía un desnivel exagerado, cosa que se agravaba con el tener que arrastrar maletas con ropa para dos semanas… Al fin llegamos a la oficina. Allí teníamos un coche reservado con la compañía “Alamo”. Esta compañía es muy recomendable, no solo por precio sino porqué los tramitos fueron muy rápidos, los coches en perfecto estado, y te permitían coger un coche en San Francisco y devolverlo en Los Ángeles sin coste extra. En 20 minutos teníamos nuestro coche, y nos disponíamos a conducir hasta el parque de “Yosemite”. Para salir de San Francisco nos dirigimos hacia el puente de Oakland (Bay Bridge). El puente empieza muy cerca de donde se recoge el coche. Si por lo contrario de desea cruzar el “Golden Gate Bridge” en coche, la cosa se complica. Se tiene que cruzar todo San Francisco, cruzar el puente y seguir por la US-101 hasta encontrarse con la Interestatal 580, la cual se debe coger en dirección Oakland (la broma, a parte del peaje que habréis de pagar para cruzar el puente, os puede llevar más de una hora, así que aconsejo cruzar directamente el puente de Oakland). Este puente es mucho más largo que el “Golden Gate Bridge”, y te deja en Oakland, donde no hay que entrar para nada en la ciudad (veréis que es fea a más no poder). Seguid por la Interestatal 508 dirección “Castro Valley”. Las ciudades que tenéis que ir cruzando son: Tracy, Manteca, Modesto y Merced. Una vez allí ya se indica claramente el “Parque Nacional de Yosemite”. El trayecto dura unas 4 horas, y transcurre por carreteras en bueno estado. El paisaje de california, en cuanto te alejas de la costa, cambia completamente y se convierte en un desierto. Nosotros fuimos en Septiembre (como ya he comentado), y las temperaturas llegaban a los 40º. Consejos en la carretera: En Estados unidos hay que tener en cuenta que la velocidad no es en Kilómetros, sino en Millas, por lo que los límites son diferentes. ¡Ni se os ocurra poneros a 120 Millas por hora! Los límites de velocidad no son como aquí, sino que allí son serios. Veréis que nadie se le ocurre superar la velocidad máxima, ya que la policía no se está por bromas. El tema gasolina es escandalosamente diferente que aquí. El precio medio ronda lo que equivaldría a los 0,60€/Litro. Así que no os preocupéis por los kilómetros que hagáis, porqué la factura en gasolina será menos de la mitad que en España. Lo que si se debe tener en cuenta es que cada gasolinera pone el precio que quiere; así pues la mejor opción será llenar el depósito fuera de las grandes ciudades, pero nunca en el medio del desierto, donde el precio puede acercase al doble de lo norma (en caso de que la siguiente gasolinera esté a mucha distancia). Los precios están en Dólares por Galeón, no os asustéis. (1 galeón = casi 4 Litros). Intentar llevar siempre el depósito lleno. Hay tramos donde puede costar encontrar una gasolinera. Es aconsejable llevar siempre una buena provisión de agua en el interior del coche. Etapas 1 a 3, total 9
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