Italia 2011 (En construcción) ✏️ Blogs of Italy

Día 3: 19/08/2011

Nos despertamos temprano, como de costumbre, con la idea de que hoy cogeriamos el primer tren italiano con destino a VERONA!!

Una vez preparado todo, la idea era acercarnos a 'nuestra' tienda de crepes para desayunarnos una de esas maravillas (ya que era el último día que íbamos a pasar en Venecia...) Sin embargo, cuando llegamos, estaba cerrado!!! Yo ya estaba con mi pena en el cuerpo cuando Mª José optó porque fueramos a algún lado cercano a tomar un desayuno 'normal' (sí, yo soy más goloso, jajaja , y además a ella ya le iba apeteciendo tomar un buen Latte Machiatto italiano).

Acabamos desayunando justo al ladito del Puente de Rialto, así que ya os podéis imaginar cuánto fue la broma!! En fin, estábamos en Venecia y aún no habiamos tenido ninguna sorpresa de este tipo, así que fue algo anecdótico.

Aprovechando una vez más el pase de Vaporettos, cogimos uno dirección a la estación de Santa Lucia, sentándonos en los sitios delanteros (más que nada porque era bastante temprano, porque si no es dificilísimo coger uno de esos!!!). La verdad es que se disfruta mucho más ahí sentados, con todo el Gran Canal delante nuestro, y sus edificios a izquierda y derecha esperando nuestras miradas.

La estación de Santa Lucia es como la mayoría de estaciones de trenes: grande y bastante atestada de viajeros. Aunque nosotros habiamos comprado el Interrail Italy Pass, éste era para 4 días y nosotros viajábamos un total de 5 días en tren, así que, haciendo uso de la web de los trenes italianos (que funciona realmente bien en lo que a horarios y precios se refiere), vimos que el trayecto que más nos convenía pagar aparte del Interrail era el que unía Venecia con Verona, así que allí mismo sacamos los billetes en ventanilla (aunque se pueden sacar el máquinas expendedoras en español) porque no había una cola notable. La salida era para las 11:03, así que nos quedaba ya poquito para cogerlo....

El tren de ida fue bastante antiguo, se movía muchísimo y daba hasta asco sentarse, así que mi primera impresión fue bastante mala! Días después, dicha idea se vería reforzada para los trenes regionales...

Comentaros que cuando hicimos el planning queriamos visitar Verona y Padua en el mismo día, pero al menos para las fechas en las que íbamos, nos cuadraban muy justitos los horarios de los trenes, así que optamos por ir solo a Verona: error!!!

Se que much@s os echaréis encima con esta cuestión, pero para nosotros Verona fue la gran y única decepción de todo el viaje. Nos esperábamos una ciudad animada y con un ambiente especial (dado el carácter romántico que pretenden explotar), y nada más lejos de la realidad. Para ser justos, también hay que decir que todo fue en contra nuestra: el tren de 'Cuentame' tardó en llegar casi 2 horas; hizo uno de los días más calurosos de todo el viaje; la estación de trenes fue la peor estación en la que he estado en mi vida; nos equivocamos en el autobús y nos llevó a una zona de las afueras en la que, además, hizo parada de regulación durante media hora... y además el conductor nos apagó el autobús y el aire acondicionado!! Vamos, un caos!! :x

Cuando llegamos (por fin!!!) al centro de Verona nos encontramos en la Piazza Bra, con su famoso Anfiteatro o Arena. No entramos porque teniamos previsto ver el interior del Coliseo de Roma días más tarde, pero por fuera está bastante bien conservado, la verdad. Rápidamente callejeamos directos a la Casa de Giulietta.


A Mª José le hacía especial ilusión esta visita (no voy a mentir, a mi también, jejeje), en parte por la historia que hay detrás, y en parte por la película 'Cartas a Julieta'. Queriamos comprobar hasta qué punto era realista la peli, así que podéis imaginaros nuestra cara de horror cuando vimos la entrada formada por un oscuro pasillo, cuyas paredes estaban llenas de grafittis, mensajes escritos con rotuladores, chicles pegados, y demás 'guarradas' varias. No entiendo que la gente exprese así su amor!!


Tras esta desilusión, nos pusimos a recorrer las calles peatonales que rodean el centro histórico, acabando en la cercana Piazza Erbe y la Piazza dei Signori, unidas por un arco y verdadero centro neurálgico del turismo, donde decidimos almorzar. Pedimos un par de platos de pasta, y en esta ocasión la comida fue buena; además, para estar en el centro turístico de la ciudad, bastante bien de precio.

Una vez terminada la comida y visitado el WC situado en un extraño sótano que hacía las veces de bodega, nos pusimos a caminar rumbo a las Tumbas de los Scaligeri pasando por debajo de la famosa Torre Lamberti. A estas horas el bullicio de turistas era mínimo, asi que se podían recorrer las calles fácilmente. Entre granizadas fresquitas y botellas de agua, fuimos recorriendo la ciudad...


Después nos dirigimos hacia San Fermo Maggiore y bordeamos el río hasta llegar al Duomo. Muy cerquita del mismo, Mª José se paró en una tienda de Pandora, viendo 'chismitos' que en España no había, jejeje. La pobre los miraba con una carita de deseo... Pero todo quedó en las ganas, no era momento de comprar estas cosas, por el momento...

Aunque pueda parecer pequeña, Verona se nos hizo especialmente grande (evidentemente nada comparado con otras ciudades importantes, claro). La calor también tenía su parte de culpa, y nuestras piernas se veían resentidas mientras buscábamos el trocito de acera a la sombra.

Tras una breve pausa de nuevo en la Piazza Erbe, llegamos andurreando hasta Castelvecchio, para acabar otra vez frente al Anfiteatro y sus animados jardines. Cogimos nuevamente un autobús que nos llevo hasta la estación, y esperamos hasta que saliera nuestro tren sobre las 19.20h de la tarde (ya que en Venecia habiamos comprado billetes de ida y vuelta).

Al montarnos nos llevamos una agradable sorpresa: el tren era bastante moderno y el aire acondicionado funcionaba a la perfección!! Menos mal, necesitábamos ya eso!!! Jajaja.

Ya de camino a Venecia íbamos comentando la jornada y viendo las fotitos que habiamos hecho (porque aunque haga calor, nosotros no escatimamos!! )


Una vez de nuevo en Venecia, volvimos a coger el Vaporetto hasta el hotel entre el cansancio y las ganas de una buena ducha. Queriamos cambiarnos sí o sí de ropa y disfrutar de una última vuelta por los canales y puentes, así que hicimos un pequeño esfuerzo y volvimos a recorrer los rincones en penumbra de Venecia.

Nos compramos unos trozos de pizza al taglio y nos los comimos sentados tranquilamente en uno de los maravillosos puentes que componen Venecia... El día, había acabado.

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Día 4: 20/08/2011

Hoy se acababa nuestra aventura por Venecia . La verdad es que habían sido tres días intensos, pero muy disfrutados. Recogimos las maletas, y tras hacer el correspondiente check out, nos despedimos hasta la próxima vez de Venecia con mezcla de tristeza y alegría: era una ciudad que nos había enamorado en todos sus rincones, pero aún teniamos por delante muchos días de viajes, ciudades por conocer, trenes que coger, platos de pasta que disfrutar y montañas de fotos por hacer.

Por última vez nos montamos en el Vaporetto nº1 que nos llevaría hasta la estación de trenes de Santa Lucia. El tren que teniamos que coger salía a las 10.50h, elegido a esa hora para aprovechar al máximo las 72h del pase de Vaporettos.

No comenté en la primera etapa la odisea que es montarse en los Vaporettos con las maletas, en una de las líneas más transitadas por los turistas, con muchísima gente alrededor y el embarcadero en movimiento. Hasta eso íbamos a echar de menos...

Tras echar un último vistazo al Gran Canal, llegamos a Santa Lucia para coger nuestro tren con destino a... MILÁN!!!!

En esta ocasión íbamos a utilizar por primera vez el Interrail Italy Pass que habiamos comprado con antelación por internet y recibido directamente en casa. Os comentaré que es muy fácil comprarlo desde la web oficial, existen varias modalidades, en función de la edad y del número de días que viajas en tren, de ahí la diversidad de precios. Además, son muy fáciles de utilizar, a pesar del agobio que te entra cuando no sabes cómo funcionan las cosas...

Nosotros, aunque habiamos comprado estos pases que te dan derecho a utilizar casi todos los trenes de Italia, preferimos coger trenes de categoría superior para los trayectos grandes (a saber: Venecia - Milán, Milán - Florencia y Florencia - Roma), es decir, quisimos viajar en los trenes de alta velocidad aún teniendo que pagar un extra de 10€/persona para poder ir más comodos, tener asiento asegurado y llegar antes a nuestros destinos. Para eso reservamos por la web de los trenes italianos, asignándote directamente un asiento.

Estos sí que eran trenes!!!! Son modernos, limpios, y muy rápidos. Recomendables totalmente. Si ayer nos hubiera tocado uno de estos para ir a Verona....

Ya sentados en nuestro sitio, rellenamos con bolígrafo nuestro día de hoy en el Interrail Pass y a disfrutar de 2h30min de viaje!! 8) No se contempla un paisaje especialmente llamativo (solo se ve de lejos el Lago di Garda), pero qué placer viajar en tren!!!

Puntualmente a las 13.25 llegamos a la maravillosa estación central de Milán. Lo dicho, espectacular esta estación. Directos hacia el metro dirección al hotel. Para eso compramos un pase de metro de 1 día, ya que nos haría falta para movernos en el eje estación-hotel-centro. Además, como es para 24h desde que lo ticas por primera vez, nos serviría también para nuestro siguiente día por la mañana, hasta que llegara la hora de cambiar de ciudad.

El hotel que escogimos en esta ocasión fue el Crowne Plaza Milán, de 4*. Está situado a una parada de metro de la estación central y a 4 paradas del centro de la misma línea de metro. Su situación es lo único que puede resultar algo incómodo, porque por lo demás fue un hotelazo. De todos modos no hay inconveniente: la parada de metro está en la misma puerta del hotel... y cuando digo en la misma puerta es que está prácticamente dentro del hall del hotel!!!


Es un hotel muy moderno, bien cuidado, limpísimo y con una recepción de trato inmejorable. Recomendado totalmente!!!

Tras hacer el check in y dejar las maletas, no había tiempo que perder: directos al centro!!!! Como ya era la hora de comer, y no íbamos a pasar mucho tiempo en la ciudad, decidimos optar por la comida rápida de un McDonald's situado en la mismísima Piazza del Duomo.

Cuando sales del metro y te encuentras de frente con esa perfección de Catedral te quedas boquiabierto . Me recordó a la sensación parecida que tuve cuando salí del metro de París y me choqué de frente con la Torre Eiffel.

Sin perder tiempo, nos fuimos directamente a comer y tras esto, y las típicas fotos con el Duomo detrás, quisimos entrar a ver la Catedral por dentro... Una cola muy pequeñita y cuando llegamos a la puerta: con los hombros descubiertos nada de nada!! Fuimos a coger la pasmina que llevábamos para este cometido de la mochila... se nos había olvidado en el hotel con las prisas!!!! Mª José quería que entrara yo solo, pero opté por quedarme con ella, había otras muchas cosas que ver, y seguramente sería más bonita por fuera que por dentro, jejeje. Quien no se consuela es porque no quiere!!

Visitamos la cercana Galleria Vittorio Emanuele II, con sus tiendas de los más chic y sus acristalados techos, que son una maravilla. Estuvimos viendo como la gente rodeaba con sus pies las zonas nobles del pobre toro (quien lo diría en una zona tan pija ).


Seguidamente nos dirigimos hacia el Teatro alla Scala, aunque a esas horas estaba cerrado. Por fuera no se presiente lo bonito que debe ser por dentro, aunque la plaza que lo preside es pequeña pero acogedora.

Andando fuimos en dirección al Castello Sforzesco, no sin antes pararnos a probar uno de los famosos Gelatti italianos. La verdad es que estaba buenísimo, y tan fresquito... que bien sentaba!!!

Recorrimos la Via Dante, una calle peatonal que une la Piazza del Duomo con el Castello Sforzesco. Se estaba tan agustito a la sombrita y con el frescor del helado!!

Llegamos a la plaza que hay delante del Castello Sforzesco y había una animación turística bastante grande. La gente sentada en la fuente delantera, con los pies en remojo y refrescándose de la calor que apretaba. El castillo es bonito por fuera, aunque me gustó más el entorno: la fuente principal, los patios interiores y la salida hacia el magnífico Parco Sempione.

Estuvimos dando una vuelta por el parque, refrescándonos en cada fuente que encontrábamos, haciendo fotos y más fotos, viendo el Arco della Pace imponente entre una variada arboleda. Nos sentamos tranquilamente con nuestra granizada en la mano hasta que llegó la hora de coger el metro de nuevo.

Nuestro destino era la iglesia de Santa Maria delle Grazie!! Muchos meses antes, después de informarme detenidamente en el foro y en la web oficial, habiamos conseguido entradas para el día que queriamos y a la hora que más nos convenía para ver el famosísimo cuadro de La Última Cena (Cenácolo, de Da Vinci).

Teniamos las entradas para las 18.45, pero había que estar con una antelación de 20 minutos. Como tampoco sabiamos bien cómo llegar una vez que saliéramos del metro, nos fuimos con suficiente antelación (después comprobamos que en el metro y en la calle está todo muy bien indicado, a sólo unos 5 minutos andando del metro). Como llegamos temprano, nos tocó esperar un poco en los bancos que hay a la sombra en el patio anterior de la iglesia. Aprovechamos para hacernos fotos simpáticas y hablar con la family...

¿Qué decir de esa visita? Es una visita sencilla, porque ya se sabe a lo que se va, pero impresiona ver las medidas de vigilancia, control de la humedad y demás cosas necesarias para conservar esta maravilla pintada directamente sobre el muro del refectorio.

Me pasó una cosa curiosa y es que quería coger una audioguía para que nos explicara a Mª José y a mi con detenimiento el cuadro en español... como la chica no tenía cambio (ya que era la última visita del día) me regaló la audioguía!!! Cuando llegué a donde estaba Mª José y me preguntó que cómo que había cogido la audioguía, le dije que era regalo de la casa!!

Una vez terminada la visita y con el 'cuadro' aún en la retina, volvimos con el metro hasta la Piazza del Duomo de nuevo. Estuvimos dando una vuelta por las calles de alrededor y nos decidimos a subir a las denominadas como Terrazas de la Catedral, ya que estaba empezando a atardecer y haría menos calor arriba a estas horas.


Esta visita es realmente curiosa: no todos los días puedes andar por los tejados de una Catedral!!! Se entra por el lateral izquierdo del Duomo (aquí no se tiene problemas por la vestimenta) y se puede subir por escaleras o por ascensor, así que optamos por la segunda opción. Al final del todo tienes que subir unos cuantos escalones, pero nada comparable.

Fue sin duda la experiencia, con mayúsculas, de Milán. Lo recomiendo a tod@s los que vayáis de visita, porque a nosotros nos encantó.

Estuvimos bastante tiempo arriba, haciendo fotos y sentados directamente sobre el tejado. Desde arriba se puede contemplar de forma clara el centro de Milán y ver, por ejemplo, la Piazza del Duomo o la Galleria Vittorio Emanuele II a vista de pájaro. Nos quedamos allí paralizados viendo uno de los atardeceres más bonitos de Italia.


Ya de vuelta a la tierra , nos dimos una vuelta por las calles comerciales del centro. La más importante, y donde se concentran la mayoría de marcas conocidas, es el Corso Vittorio Emanuele II. Y es que una cosa está clara: en Milán se respira la moda por todos lados; incluso a la gente por la calle se le ve el estilo, o al menos eso me pareció a mi, jajaja.

Estuvimos mirando algunas tiendas, ya que Mª José quería unos pantalones cortitos (para la calor que estaba haciendo en Italia!) y yo comprar alguna cosilla de GAP, que aquí en España es misión imposible. Nos quedamos con las ganas...

Aunque aún no era demasiado tarde, cenamos en un sitio (del que no recuerdo el nombre y ni me quiero acordar!!! ) de comida rápida: resultó ser un sitio asqueroso, y eso que estaba en la misma Piazza del Duomo y junto a la Rinascente. Fue un signo de que estar en el centro y tener calidad no van cogidos de la mano.

Nos fuimos hacia el hotel de nuevo en metro. Se nos había hecho tarde y mañana continuábamos nuestro viaje... Antes de dormir decidimos que habiamos visto lo que queriamos de Milán y, aunque teniamos tickets de metro hasta las 13h aprox, y como nuestro próximo tren salía a las 11.15h, al día siguiente dormiriamos hasta un poco más tarde, en vez de ver algo más de Milán a costa de levantarnos muy temprano.
Descansar más y coger fuerzas nos vendría bien!!!

Esa misma noche caimos rendidos en la cama... ring! El teléfono del hotel sonaba y yo ni me enteraba de lo dormido que estaba!! Jajaja. Eran de recepción: al parecer cuando me duché eché demasiada agua fuera y detrás del bidé tenían un sensor para posibles inundaciones, asi que me dijeron que estaba sonando una alarma en mi habitación. Le dije que en mi habitación no sonaba nada... me dijo que la estaba escuchando él a través del teléfono!!! En fin, en 5 min. subió un técnico y apagó la alarma en un plis. Ya os decía yo dos cosas: que el hotel era una maravilla y que nosotros estábamos reventados!!

Nos volvimos a dormir plácidamente sabiendo que al día siguiente no teniamos que darnos el madrugón... 8)

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Día 5: 21/08/2011

El móvil, que hacía las veces de despertador, nos dió una tregua hoy y sonó algo más tarde de lo habitual. Tal y como habíamos pensado el día anterior, nos vino muy bien descansar un poquito más. Estábamos ya en condiciones de seguir con nuestro viaje y dejar atrás Milán, asi que terminamos de organizar las maletas mientras comentábamos entre risas la anécdota de la noche anterior.

Hacemos el check out y directos a la Estación Central. Tanto en Venecia como en Milán habiamos reservado los hoteles en régimen de Sólo Alojamiento, por lo que optamos esta vez por desayunar en alguna de las cafeterías que hay en la misma estación.

El tren, de nuevo de alta velocidad y también de alta calidad, salió a las 11:15 (con la puntualidad que caracteriza a los trenes italianos). Estábamos ya de camino hacia FLORENCIA!!

Por los ventanales del tren se podía empezar a vislumbrar los paisajes característicos de la Toscana, y es que en poco más de una hora y media estábamos en la Stazione Centrale di Santa Maria Novella. Entre túneles y soleadas vistas el trayecto había pasado volando!!

Como eran ya casi las 13h, fuimos directamente al hotel, situado a escasos 7 minutos a pie de la estación. En esta ocasión escogimos el Hotel Laurus, de 4*, situado en la Via de Cerretani.

Todo en este hotel fue buenísimo: por ejemplo, nada más llegar nos subieron las maletas a la habitación!!! La primera vez en mi vida, jajaja . Además, la habitación, aunque de estilo bastante clásico, era muy amplia, limpia, con grandes armarios, una pequeña terracita que mostraba la cúpula de la Iglesia de San Lorenzo... A la llegada además nos invitaron a una degustación. Que más se podía pedir?! Pues sí, se le podía pedir más: para los desayunos (de buffet) tiene una terraza en el ático del edificio desde la que se ve parte del mismisimo Duomo!!! Y es que otra de sus ventajas es que está a escasos 150mts del conjunto formado por el Duomo, el Campanile y el Battisterio. Un gustazo para poder caminar por el centro a tu antojo...


Nos fuimos a dar una vuelta por el mismo centro de Florencia, aunque realmente lo que nos pusimos a buscar era algún sitio para comer, ya que se acercaba la hora del almuerzo. En nuestra búsqueda Mª José se volvió a topar con otra tienda de Pandora. En esta ocasión la animé a entrar y... oh! sorpresa! Tenían un chismito (Charms) específico para Florencia!!! O al menos eso es lo que nos digeron... Se trataba de la Flor de Lis en plata, el símbolo de la ciudad de Florencia. La pobre se retuvo, aún no era el momento.

Nos decantamos por un restaurante con terracita a la sombra, situado en una de las calles del entramado histórico. Comida normalita a un precio normal.

Hoy teniamos más o menos claro nuestro recorrido, ya que queriamos dejar lo más importante para el próximo día en Florencia, así que teniamos previsto ver los atractivos más 'alejados' del centro.

Por eso, nada más acabar nos fuimos hacia la Iglesia de Santa Maria Novella, muy cerquita de la Estación Central de trenes. De camino nos comimos uno de los famosísimos helados italianos!! Pero que ricos que estaban!!! Yo creo que el éxito está en que usan frutas naturales... no os vayáis de Italia sin probar los helados!!!

Ya en la misma plaza de la iglesa, sesión de fotitos, compra de postales y para dentro!! Fue la primera visita que hicimos en Florencia, y es que hay que tener cuidado con los horarios de esta iglesia, porque la verdad es que son bastante reducidos...

No tuvimos que hacer apenas cola, pagamos nuestra entrada en el mismo patio y a disfrutar del interior. Es algo sobria y fria, pero siempre te hace ilusión ver en vivo aquellos monumentos que estudiaste en la carrera, y éste era uno de ellos . Particularmente, me quedo con el exterior de la iglesia y su más que reconocible fachada.


Ya fuera, caminamos hacia el norte por la Via del Giglio hacia la Iglesia de San Lorenzo y la Cappelle Medicee. Es un complejo bastante grande y recomendable. Nos sentamos un ratito en las escaleras exteriores, ya que estaban a la sombra y como era de esperar, el sol no nos iba a abandonar, y mucho menos en Florencia!!

Pasamos por delante del Palazzo Medici Riccardi y del Palazzo Pucci, con sus fachadas de almohadillado típico florentino, en dirección a la Piazza della Santissima Annunziata para ver la iglesia que da nombre a la plaza y el Spedale degli Innocenti. La verdad es que el conjunto presenta un aspecto desolador, completamente vacío, llena de basura, una pena...

Llegamos hasta la Piazza di San Marco, pero el Convento estaba cerrado, así que nos quedamos con las ganas de verlo. Como la calor apretaba bastante y era una hora crítica para las visitas, cogimos la Via Cavour para llegar hasta el hotel.

De camino a nuestro descanso vimos de refilón el conjunto dominado por el Duomo, pero nos retuvimos las ganas y nos fuimos hacia el hotel, no sin antes comprar algo de provisiones por si nos daba el hambre por la tarde (y menos mal que compramos algo!! )

Tras una merecida siestecita (corta, pero intensa) y una mucho más que merecida ducha, ya estábamos listos para continuar nuestro recorrido.

La situación del hotel ayudaba mucho, y es que en apenas un minuto ya estábamos andando entre palacios y calles con siglos de antigüedad. Cada vez estábamos más contentos de la elección que habiamos hecho, y es que a los dos nos pesaba ya un poco el calor, por lo que estas paradas de repostaje de energía nos venían de perlas. 8)

Tomamos la Via de Tornabuoni para ver el Palazzo Antimori y, sobre todo, el Palazzo Strozzi. Esta calle se caracteriza por tener las tiendas de lujo, lo que la envuelve en una mezcla de estilo y tradición. En poco tiempo empiezas a visualizar el Palazzo Strozzi, y es que sus dimensiones son considerables. Pudimos entrar al patio central y observar cómo una pareja de danza clásica practicaba con su maestro, para el deleite de los turistas allí concentrados.

Continuamos hasta llegar al Ponte Santa Trinita, no sin antes pasar por multitud de palacios y edificios históricos, y es que esta zona concentra muchos de ellos: Palazzo Rucellai, Palazzo Bartolini,...

El Ponte Santa Trinita cruza el Río Arno, ofreciendo una vista del Ponte Vecchio desde el otro lado al que estamos acostumbrados a ver en múltiples fotografías. Veía el Ponte Vecchio y aún no me creía que estuviera allí, observando aquel puente, rodeado de lo que en antaño fueran carnicerías, hoy reconvertidas en joyerías.

Una vez cruzado, una vueltecita rápida por el barrio para ver la Iglesia del Santo Spirito y callejeando apareció ante nosotros el Palazzo Pitti... es inmenso!! La verdad es que es realmente grande, pero a la misma vez demasiado tosco para mi gusto...

No queriamos pararnos demasiado, y es que lo que venía ahora lo esperaba como agua de mayo...
la Piazzale Michelangelo!!

Cogimos el autobús de línea que nos llevaría hasta lo más alto en la Piazzale della Porta Romana. La verdad es que fue un poco caos, y es que allí paran muchísimos autobuses!!! Nos costó bastante encontrar la parada del bus que queríamos (línea nº 12 creo recordar...aunque la nº 13 también os deja allí), y además tuvimos que esperar un ratito porque pasaba cada 25min. aproximadamente, y se acaba de ir uno...

Nos montamos en el autobús y, aún no se porqué, no pudimos sacar los billetes en el mismo, asi que fuimos viajando por la cara!! Mª José me miraba y yo la miraba... íbamos nerviositos, deseando llegar, y es que no nos gusta ir de gratis!! Esto hizo que no disfrutáramos del parque por el que va pasando el autobús.


Una vez arriba, aquello es un punto turístico en toda regla: autobuses repletos de turistas, muchos coches aparcados, puestos de souvenirs y de refrescos,... Sin embargo, conforme fue pasando el tiempo, se quedo algo más tranquilo, afortunadamente!!

Os aconsejo ir a la hora del atardecer. Es precioso!!! En la época en la que nosotros fuimos atardecía tarde, sobre las 20.30h aprox., así que tuvimos que esperar un ratito a que se hiciera de noche, pero es algo que merece la pena ver y sentir. Además así puedes disfrutar del panorama a la luz del día y de la noche.

Estuvimos más de una hora allí sin ninguna prisa, parados, observándolo todo... y es que no podía dejar de mirar al horizonte, viendo cómo poco a poco se ponía el sol e iba iluminándose la ciudad. Es magnífico ver la gama de colores sobre los tejados, sobre el cielo. Todo ello se completa con la música chill out de una terraza de copas situada allí mismo, y unas escaleras enormes en las que puedes sentarte y contemplar esta belleza.
Un gustazo para los sentidos!!!!

Os puedo asegurar que es uno de los lugares más románticos... y eso que veníamos de Venecia!!


Decidimos irnos de allí, aunque no por falta de ganas de quedarnos!! Esta vez estábamos dispuestos a pagar billete de autobús sí o sí, así que después de mucho preguntar nos dijeron dónde comprar los tickets. Tras comprarlos y esperar más de media hora a que llegara el autobús, nos bajamos cerca de la Iglesia de Santa Croce.

Vimos la plaza de noche, con la iglesia y su fantástica fachada iluminada. Como es lógico, a esas horas ya estaba cerrada. Es un lugar muy bonito, con todos los restaurantes y sus terrazas alrededor arropándola.

Ya de camino al hotel, fuimos buscando un sitio para cenar. De casualidad nos topamos con un sitio llamado Gusto Leo... En ese momento recordé haber leído sobre ese sitio en el foro!! No soy muy amigo de apuntarme sitios recomendados para comer en los viajes, porque creo que condiciona mucho si estás lejos, pero aquel sitio me sonaba, y los comentarios sabía que eran muy buenos.

Se lo comenté a Mª José y le pareció buena idea probar!!! Resultado: una maravilla!!! Muy buen precio, pero mejor comida!!! Qué rico estaba todo!!! Nos pedimos un plato de pasta diferente para cada uno y nos los acabamos cambiando: a los dos nos gustó más lo que se había pedido el otro.

Lo dicho, sitio recomendable 100%. Una vez más, los foreros tenían razón!! (Gusto Leo: Via del Proconsolo, 8).

Con el estómago lleno de buena pasta, y la mente más llena aún de mejores imágenes, nos fuimos hacia el hotel más que satisfechos con nuestro primer día en Florencia.

A descansar, que mañana toca coger tren...

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