12 días de verano en Croacia ✏️ Blogs de Croacia

DIARIO DE VIAJE --- 12 DÍAS EN CROACIA (27/07/12 – 08/08/12)
CONSEJOS GENERALES SOBRE CROACIA
• Si es posible evitar ir en Agosto, no tanto por los turistas que no hay demasiados, sino por el calor y la humedad.
• Llevar el pasaporte si pensáis llegar hasta Dubrovnik.
• No reservéis desde España, salvo quizás en Dubrovnik. Esto os va a permitir ir más libres y quedaros solo en los sitios que os gusten más.
• Llevad escarpines para las playas, o comprad unos allí.
• Si sois aficionados a bucear (y si no también) llevad unas gafas de bucear.
• Procurad meter una botella de agua en el congelador la noche anterior.
• En verano no hace ninguna falta que os llevéis ropa de manga larga, hace mucho calor incluso por la noche.
• No dejéis de visitar las pekaras (y comprar claro).
• Ojo con las gasolineras que no hay muchas.

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ETAPA 1
Cogimos el vuelo Valencia-Trieste de Ryanair con la intención de coger un coche de alquiler desde allí para recorrer Croacia. En mi opinión, y tras varias búsquedas, creo que es más barato alquilar coche en Italia que en Croacia, sobre todo si se hace con antelación.
Aquí cometimos un error de principiante que nos trajo muchas consecuencias, no llevábamos tarjeta de crédito así que no nos dejaron recoger el coche. ¡Menuda faena! Eran las 6 de la tarde y estábamos en el aeropuerto con las maletas y sin sitio donde ir, ya que no pensábamos visitar Trieste.
No nos quedó otra que ir en el bus a Trieste y una vez allí intentar buscar autobús, tren o barco que nos llevara hacia Croacia (la suerte de viajar sin nada reservado es que puedes improvisar). Pero nuestro gozo en un pozo, las comunicaciones con Croacia desde Trieste dejan mucho que desear y no había absolutamente ninguna manera de salir de allí que no fuera en coche de alquiler o en barco al día siguiente. Por si fuera poco, entre tanto ir y venir, preguntar, consultar horarios, leer paneles, etc., algún listo Italiano (xx***----c,c,,xdfdl puta) nos robó el móvil, un Smartphone con apenas dos meses… ¡menudo comienzo!
Buscamos un hotel, tirando de maletas por toda la ciudad, y nos alojamos en el primero que nos ofrecía wifi gratis. A 80 euros que nos salió la broma, una habitación más que normalita pero eso sí con un desayuno muy bueno.
Hicimos una breve visita al centro de Trieste. Está bien para un par de horas, tiene alguna cosa interesante que ver pero poco más. Sólo recomendado para visita de paso.
El caso es que pudimos reservar por internet otro coche de alquiler, con mucho miedo porque seguíamos sin tener tarjeta de crédito, y al día siguiente fuimos al puerto para recogerlo.
En cuanto tuvimos coche nos animamos y empezamos realmente el viaje, qué ganas!!!

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ETAPA 2 (Eslovenia)
Entramos en Eslovenia por la autopista hasta Koper. No queda otro remedio que hacerlo así si quieres ir en esa dirección y hay que pagar una viñeta que solo dura una semana por 15 euros para circular por las autopistas eslovenas, en total solo recorrimos unos 20 km por autopista así que fue el tramo más caro de autopista que he hecho nunca. Esta viñeta solo te vale para ese trozo y si quieres ir a Lubiana, pero como solo dura una semana no pude utilizarlo luego a la vuelta. Si no vais a visitar Istria os recomiendo coger la nacional que lleva directamente a Rijeka, ya que os ahorráis esos 15€.
Nuestra primera parada, aún en Eslovenia fue en Izola.



Izola es una pequeña población muy cerca de Trieste, muy turística, llena de veraneantes sobre todo Italianos, con sus respectivos barcos. Tiene un puerto deportivo muy grande y merece una rápida visita, porque aunque sea turística te permitirá encontrar algunas zonas tranquilas y realmente bonitas. Tiempo para un baño, visitamos la iglesia y sus calles medievales, tiene un agradable paseo sobre todo si el día no es de mucho calor, tanto por sus intrincadas calles como por su puerto y playa/paseo marítimo. A la entrada del pueblo, justo en el cementerio podéis aparcar, con un poco de suerte, pero no todas las zonas son gratis. Como era nuestra primera parada, exceptuando Trieste, nos gustó bastante, pero seguimos ruta porque nos esperaba nuestro siguiente destino, Piran.


Piran es un pueblo precioso de la costa eslovena, quizás el más conocido de toda ella, y tiene su fama bien merecida. Nada más llegar la carretera se divide en dos, cada una va hacia un lateral del pueblo, ya que éste se sitúa en una especia de península. Cualquiera de los dos caminos te conduce inevitablemente a un parking de modo que si veis algún hueco en la cuneta, estará llena de coches aparcados, no lo dudéis y haced el resto del camino andando que no es muy largo.
Como llegamos al mediodía aprovechamos para tomar nuestro primer baño en el Adriático. En el paseo marítimo debajo de uno de los pocos pinos que quedaban libres, nos instalamos y pasamos las horas de más calor. Después de una reparadora siesta al más puro estilo español, empezamos la ruta más turística.
Piran tiene una plaza, plaza Tartini, en la que nada más llegar se notan claramente las influencias venecianas. El conjunto resulta realmente precioso, con el mar por un lado y la fortaleza presidiendo desde arriba. Había un mercado de artesanía en la plaza, que aunque no compres nada resulta agradable hacer una visita por los puestos. La visita continuó con un recorrido por las calles medievales, estrechas y sombreadas, sorteando mesas de restaurantes y puestos de souvenirs y nos decidimos a subir a la fortaleza. La subida es larga y dura peor las vistas desde arriba son impresionantes. Es gratis la entrada pero merece la pena la subida solo por las fotos que vais a sacar y por la vista general de Piran que hace que entiendas con claridad el diseño de la ciudad, el castillo en sí no está demasiado bien conservado. Bajamos hasta la iglesia de San Jorge, de nuevo al más puro estilo veneciano, con el campanario aparte. Se puede subir al campanario, previo pago, si vas a la hora adecuada, pero si ya has estado en la fortaleza te lo puedes ahorrar (o viceversa).
Continuamos el camino de nuevo por sus callejones que en un momento y sin notar el calor te llevan hasta la punta y el faro. Desgraciadamente el faro estaba en obras y no pudimos apreciar bien pero de todas formas el paseo hasta allí había sido corto y muy bonito.

Dejamos atrás Piran con un formidable sabor de boca pero ansiosos por llegar por fin a nuestro destino principal, Croacia, y en particular Rovijn.
Cogimos la autopista en Croacia y nos dirigimos hacia Rovijn directamente sin pasar por Porec porque ya habíamos perdido demasiado tiempo el día anterior y nos quedaban muchos km por recorrer. Iniciamos nuestra primera búsqueda de sobe en parte emocionados y en parte preocupados por lo que pudiera pasar. Decidimos parar en Bale/valle, a unos 12 km de Rovijn y preguntar allí. Gran acierto por tres motivos: 1º nos salió muchos más barato, solo 30 euros la noche por una casa completa para nosotros. 2º porque resultó ser un pueblo encantador que merecía la pena ser visitado y 3º porque nuestro casero, Edi, fue un tío súper majo que nos regaló dos melones y nos invitaba a Grapa casera, eso sí, por la mañana temprano, que ya te ibas caliente para todo el día, jeje.
Aún nos dio tiempo de visitar Rovijn, aunque de era de noche ya cuando llegamos. Pero eso no fue un inconveniente para disfrutar de esta preciosa ciudad, de sus calles, de su ambiente, lleno de terrazas, músicos callejeros y otros no tanto. Cenamos en una pizzería del paseo marítimo pero nos salió muy bien de precio, 180 kunas dos pizzas y una jarra de vino de la casa. Los vinos en Istria son uno de sus productos estrella, junto al aceite de oliva, y están realmente buenos. No pudimos probar ninguno realmente de calidad pero lo que nos sorprendió es que los vinos baratos, jóvenes todos, estaban bastante bien, de sabor suave, menos fuertes que en España, que cuanto más barato es el vino, más peleón.

Nos dio mucha pena no poder visita Rovijn de día porque realmente merece la pena pero nos llevamos un recuerdo inmejorable de ella. Será una de las visitas imprescindibles si volvemos a Croacia.

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