![]() ![]() 15 días en Brasil: Río-Ilha Grande-Iguazú-Salvador-Morro ✏️ Blogs de Brasil
Viaje a Brasil por nuestra cuenta: zona Río y BahíaAutor: Amidala Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.6 (12 Votos) Índice del Diario: 15 días en Brasil: Río-Ilha Grande-Iguazú-Salvador-Morro
Total comentarios: 6 Visualizar todos los comentarios
Etapas 7 a 9, total 17
Desayunamos de nuevo como si se fuera a acabar el mundo. A las 10:00 vamos al Misti donde habíamos quedado con nuestro supuesto amigo Jerónimo, conocido mundialmente pero que aún no habíamos visto, y nuestros amigos.
Apareció su novia Austríaca con la que sólo llevaba 3 meses que era encantadora y nos llevó donde Jerónimo. La excursión es en su barco particular y no mucha gente; éramos nosotras, nuestros nuevos amigos y poca gente más muy maja, a diferencia de los tours organizados por agencia que están más masificados. Así que, sí, yo también recomiendo esta excursión frente a otras. Nos dirigimos al Lagoa Azul e Isla de los Macacos. Pese a que el día estaba nublado, el paisaje era espectacular, una playita de agua verde esmeralda rodeada de vegetación por todas partes. Cogimos unos kayaks y nos adentramos un poco para hacer snorkel y ver pececitos de todos los colores. A la vuelta, Jero estaba preparando lo que ellos llaman un “asado” aunque más bien se podría llamar barbacoa. Así que en plena playa paradisíaca, con gente súper encantadora, nos encontrábamos tomando un asado, ¿qué más se puede pedir? Pues una siestecilla en la toalla. Por la tarde hicimos un trekking de aproximadamente 45 min a otras playas, disfrutando del ambiente selvático y de las playas por las que pasábamos. A las 17:30 regresamos en barco al apartamento. Comienza a chispear, pero no es nada que no tenga solución con un buen chubasquero de confianza de Decathlon. Nos duchamos y salimos a cenar al restaurante Lonier (otro Lonier) en la Calle Santamaría. Seguía lloviendo. El restaurante es muy recomendado, los camareros muy amables y la comida riquísima. Disfrutamos de lo lindo. A continuación, fuimos a nuestro Albergue Misti de confianza donde había música brasileira en directo, este día sí que sí, estaba animadísimo. Nos tomamos nuestras capiriñas preparadas por Diego con mucha entrega. Ahí nos juntamos con nuestros amigos en nuestra última noche en Ilha Grande. Tras el Misti, la fiesta continuaba en el Albergue Aquario, el que está al lado del Che Lagarto, así que de nuevo paseíto por la playa a la luz de la luna. Cuando nos echaron del Aquario, continuamos la marcha en la playa, aunque el plan eran unas cervecillas y una hoguera preparada por Diego… este hombre está en todas partes y más donde hay fiesta. Noche mágica en nuestra islita que abandonaríamos con pena al día siguiente tras despedirnos de todos nuestros nuevos amigos. Etapas 7 a 9, total 17
Teníamos que tomar el catamarán de las 10:00 am en dirección a Conciençao de Jacareí. Fue una horita de trayecto por 15 BRL por persona. Allí cogimos una Van que iba directamente al aeropuerto y en 2 horas nos dejaba allí. Teníamos el vuelo a las 16:45 y queríamos ir sin prisa. En el aeropuerto tomamos un avión a Foz de Iguazú para ver ese lugar tan maravilloso del mundo del que todo el mundo vuelve fascinado: las cataratas de Iguaçu.
En 2 horas de vuelo estamos en Foz de Iguaçu, tomamos bus urbano al centro y nos dirigimos a nuestra Pousada Evelina, que se encuentra a unos 15-20 minutos del centro. Es una Pousada sencilla, sin mucha decoración, pero lo justo para estar a gusto. Eso sí, la Evelina esta parece una abuela contándote sus anécdotas, historias varias y organizándote la vida y excursiones, hasta que lo deje todo atadito, así que hay que ir con paciencia a hablar con ella. Eso sí, es muy maja, pero como vayas con prisa, la lías. Cuando bajamos de la habitación para ir a cenar, pasamos un momento por recepción para que nos cuente cómo llegar a las cataratas. Nos cuenta su vida para llegar a la conclusión de que, pese a que es mejor hacer primero el lado brasileño que el lado argentino (cosa que nos había recomendado todo el mundoI), nos recomienda que fuéramos el primer día al lado argentino porque se preveía mejor tiempo (posteriormente, confirmamos que era porque quería llenar un autobús que tenía contratado con unos polacos porque en Iguaçu lo del mal tiempo es impensable, estás en plena selva y hay humedad, calor y sol, nada más). Tomamos nota de lo que nos dijo y decidimos ir primero al lado argentino sin pensarlo dos veces. Salimos a cenar al Biergarten que, por lo que dice la guía, es un clásico entre los clásicos en Foz. Pedimos la Picanha, que es lo típico de allí: carne a la piedra. Estaba muy rico y la terraza es muy agradable. Está en plena calle de los bares, así que después fuimos a tomar algo allí para ver el ambiente. Echamos mucho de menos el ambiente local y acogedor de nuestra Ilha Grande y Río ya que aquello estaba mucho más masificado. Foz es una ciudad de 400.000 habitantes y no tenía pinta de ser tan turística como habíamos imaginado. Aún así, estaba animado de terrazas con gente bebiendo caipiriñas y cervezas. No nos fuimos muy tarde a la cama, que al día siguiente queríamos estar frescas para disfrutar de Iguaçu. Etapas 7 a 9, total 17
implicaría coger varios medios de transporte, pasar la aduana, hacer papeleos, etc. O cogerlo con nuestra amiga Evelina que, por sólo un poco más de pasta (unos 10-15 BRL más por persona), te lo hacen todo y vas en el mismo autobús y más cómodo. La noche anterior estábamos muertas y con el largo discurso de Evelina no podíamos pensar y lo contratamos con ella.
El desayuno… iba mejorando cada vez. La mejor fruta que habíamos probado hasta el momento, buenísima. Y la gran variedad de cosas que tienes para elegir. A las 8:30 nos viene a recoger un bus a la parte argentina de Iguazú y en una media hora estamos en el parque. Como pensamos que sólo íbamos a estar una vez en la vida en Iguazú, decidimos contratar el tour del jeep más barco por debajo de las cataratas por 50 €, llevábamos la teoría de hacer todo lo que se pueda. En realidad es bastante caro, hay que decir, pero es la manera de estar debajo de una catarata y verlo todo de cerca. El jeep son 20 minutitos de paseo donde nos van contando sobre la fauna y la flora del parque. Luego tomamos el barco y nos vamos acercando a las cataratas hasta que te metes casi debajo. Es sólo una hora de trayecto, pero impresiona bastante verlo desde tan cerca y mojarte con el agua de la catarata. Empezamos a confirmar que este lugar es uno de los lugares más maravillosos del planeta que hay que visitar obligadamente. Hay que estar con todos los sentidos puestos y disfrutar al máximo de ese lugar tan increíble El barco nos deja donde se coge la barca gratis a la Isla de San Martín. No abren a todas horas por la crecida del río, pero justamente cuando llegamos estaba abierta. Es una Isla muy chula con diferentes vistas a las cataratas desde donde también se ve la Garganta del Diablo Luego seguimos andando por los paseos por las pasarelas que indicaba el mapa parando en los miradores: un paseo inferior donde vas viendo diferentes saltos de agua desde abajo acercándote un montón a las cataratas y un paseo superior donde ves los saltos desde arriba. Desde aquí se puede acceder a la Garganta del Diablo que es una de las cataratas más impresionantes: es un mirador con saltos espectaculares de mucha altura donde además se puede contemplar el arco iris. El ruido del agua al caer es espectacular. Comimos en uno de los restaurantes que hay por el parque, a base de empanadillas y unos alfajores típicos de allí. Es bastante normalito y comida rápida, pero la comida está rica. A las 18:oo volvemos con nuestra querida Evelina. Nos arreglamos y salimos a cenar en una de las muchas terrazas que hay en la calle principal (Jorge Schimel). Comimos en el restaurante Capitao, muy rico y el ambiente estaba muy animado y tan sólo tardaron 20 minutos en servirnos! Un lujo después de tardar de media una hora. El restaurante del día anterior nos dio unos pases para la discoteca Sandía. No sabíamos cuál era el plan, pero allá fuimos a ver qué se cocía ante la ausencia de plan. Era un sitio muy fashion, de gente arreglada (y nosotras con las mejores galas de ropa repetida de todo el viaje y chancas de la playa), moderno, música altísima un poco chunda chunda… no sé, no era lo que estábamos acostumbradas a ver en este país. Nos tomamos una caipiriña en la terraza, bailoteamos un poco y decidimos volver a la zona de confianza, concretamente, al Wood’s. LA música era un poco más Light y el ambiente menos fashion, pero echábamos de menos nuestra música brasileira de confianza. De pronto, se encienden las luces, corren unas cortinas, se ilumina un escenario y… sopresa! Música en directo de un grupete típico de allí con nuestra música brasileira que ya conocíamos. Así que ahí nos quedamos. Etapas 7 a 9, total 17
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.6 (12 Votos)
![]() Total comentarios: 6 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO
Diarios relacionados ![]() ![]() ![]() ![]() ![]()
![]() |