Para las vacaciones de Agosto de este año, decidimos visitar varios países de América del Sur iniciando este recorrido con 10 días visitando las zonas que creímos serían más interesantes de Brasil.
He creado el diario independiente de Brasil ya que considero es más fácil para la consulta a quienes interese solamente visitar este maravilloso país.
Para el vuelo de ida a Río, encontramos que la compañía portuguesa TAP hacía unas ofertas en sus vuelos a Brasil, así que en Febrero reservamos los vuelos a Río de Janeiro.
El vuelo de regreso los contratamos varios días después con la compañía Avianca con escala en Bogotá, que también hizo unos días de descuento a finales de Febrero.
Los vuelos internos los contratamos con la compañía aérea LATAM, en Sudamérica los vuelos internos nos son baratos, pero no hay más remedio ya que las distancias son muy largas. Quedando de la siguiente manera : Rio de Janeiro – Brasilia – Manaos // Manaos – Sao Paulo – Foz de Iguazú
Los alojamientos los detallaré en la parte final del diario, tanto sus direcciones como mi opinión sobre ellos, en la la sección de links de interés. Combinamos hoteles de una supuesta categoría de tres estrellas,
En esta ocasión, a diferencia de lo que acostumbramos a hacer en nuestros viajes de verano, iniciamos el viaje mi esposa y yo solos.
Por lo menos esta vez no pillamos ninguna huelga en el aeropuerto de Barcelona, así que todos los tramites fueron fluidos y sin largas esperas. El vuelo a Lisboa salió puntual con una duración de menos de dos horas, posteriormente el vuelo a Rio de Janeiro tuvo una duración de unas nueve horas, con un avión más grande y con pantallas multimedia, el problema en estos vuelos nocturnos en mi caso es dormir, ya que me cuesta bastante.
Una vez llegamos al aeropuerto de Rio de Janeiro hicimos los tramites de inmigración y recogida de maletas bastante rápido, no como en otros países donde a veces pierdes más de una hora tan solo en el control de pasaportes, también pudo influir que eran las seis de la madrugada.
Miramos en las casas oficiales de cambio de moneda del aeropuerto sus precios, pero eran muy desfavorables, al final cambiamos moneda en una tienda de alquiler de coches que nos recomendó la chica que nos estaba esperando, ya que los bancos hacían un cambio pésimo. Como teníamos contratado el traslado al Hotel nos estaba esperando una especie de Uber que en poco mas de media hora nos dejo en nuestro hotel CHL SUITES DOMINGOS FERREIRA en Copacabana, muy bien situado a una calle de la playa, eran las 6:30 de la mañana. En recepción muy amablemente nos informaron que no podíamos hacer el check in hasta las 12h.. Dejamos las maletas en un cuarto que tienen habilitado para ello y sin dilación nos fuimos recorrer la ciudad. Antes de marcharnos en recepción nos hicieron varias advertencias de seguridad, ya que Rio sin ser excesivamente peligrosa, si que hay bastantes robos. Por algo todos los edificios de Copacabana están rodeados de rejas, muchos de ellos con vigilantes en sus accesos.
Ya que estábamos en Copacabana iniciamos el recorrido por la famosísima playa, como hacia poco que había amanecido, fuimos hasta la orilla para hacer varias fotos y vídeo de los bonitos colores dorados de la arena, en aquel momento una mujer que pasaba haciendo footing, se nos acerco para advertirnos que a esa hora era muy peligroso andar con las cámaras visibles, lo que nos dio un poco de mal rollo, la verdad es que a esa hora había muy poca gente en la playa, pero tampoco vimos nada sospechoso.
Nos guardamos las cámaras en las mochilas por si acaso y nos fuimos hacia el metro, que dicen es uno de los transportes más seguros de la ciudad. La estación mas cercana a nuestro hotel era Siqueira campos, a unas cuatro calles, una vez en la estación preguntamos a un guarda de seguridad la forma de comprar el billete, ya que las taquillas estaban vacías, nos acompañó a una máquina expendedora de las grandes, ya que las pequeñas no vendían billetes de un solo trayecto, cada billete nos costo 4,60 reales. El metro de Rio tiene dos lineas principales que van en la misma dirección hasta que hay un momento que se separan, en nuestro caso la misma linea nos llevo hasta nuestro destino, la estación de Carioca situada en la zona centro.
Al subir a la superficie estábamos muy cerca de la Catedral, pero como no había nadie haciendo fotos, ni ningún turista nos dio miedo sacar las cámaras y como teníamos una visita a la catedral al día siguiente ya la fotografiaríamos, en aquel momento había bastante gente que supongo iban hacia el trabajo, pero como he comentado eramos los únicos turistas.
La idea era ir hacia el Museo del Mañana, pero durante el recorrido nos perdimos un poco, porque en un principio cogimos la dirección al revés, con el miedo de no sacar el móvil donde pasaba demasiada gente, no miré el maps me y nos perdimos, pero aprovechamos para entrar en una tienda para mirar el mapa y coger la dirección correcta. Al fin llegamos al Museo Amanha o Museo del Mañana diseñado por Calatrava, un impresionante edificio realmente original y muy bonito, inaugurado en 2015, situado en una zona portuaria, le dimos toda la vuelta para tener la perspectiva desde todos sus ángulos, en esta zona había bastantes vigilantes dándonos más tranquilidad para hacer fotos.
Como teníamos muy cerca el mural Etnias, nos dirigimos hacia allí para fotografiarlo, dicen es la pintura mural más grande del mundo, obra del artista brasileño Eduardo Kobra, situado donde antiguamente estaban los antiguos tinglados del puerto, han reformado la zona creando el Boulevard Olímpico, quedando un bonito paseo.
Tomamos la avenida Rio Branco, para dirigirnos hacia el centro de la ciudad, donde teníamos nuestro siguiente destino la Confeitaria Colombo, situada en la calle R. Gonçalves Dias, 32, una famosa confitería que lleva 120 años en funcionamiento, es un precioso local que destila glamour por los cuatro costados, aprovechamos para almorzar y comer de postre uno de sus deliciosos pasteles. Continuamos con la visita del centro donde se combinan bonitos edificios coloniales con otros de arquitectura más reciente.
Como disponíamos de la tarde también libre, contratamos el Favela tour con la agencia “Bealocal” de unas 3 horas de duración, una excursión imprescindible, según mi criterio, ideal para conocer una de las realidades de Rio de Janeiro.
Nos gusto muchísimo, nos llevaron en coche hasta la parte superior de la Favela Rocinha y a partir de allí, pudimos introducirnos a pie por sus intrincadas calles, siempre siguiendo las indicaciones del guía para evitar problemas con los lugareños, sobretodo con los narcos que habitan el barrio, había que vigilar bastante donde y a quien hacías una foto. En cierto momento ya nos dijo que guardáramos las cámaras en las mochilas, al poco rato paso frente a nosotros un jefecillo de los narcos que no tendría ni 20 años con su chaleco antibalas con una pistola enfundada y tras él su escolta, un quinceañero con en un rifle militar de asalto en sus manos, nos quedamos todos con cara de pocker.
En la visita estuvimos en una escuela, en casa de algunos artesanos locales y tomamos unos pasteles tradicionales en un bar, también unos niños nos hicieron amablemente un baile al son de instrumentos hechos con botes de pintura y acabamos el recorrido en la zona de las escuelas de capoeira y las pistas de football en la parte más baja, todo una experiencia.
Para cenar habíamos leído que recomendaban un bar de Tapas llamado Adega Pérola situado en la Rua Siqueira Campos, 138, así que sin dudarlo fuimos hacia allí, las tapas estaban realmente riquísimas, es una opción muy recomendable si viajáis a Rio, además estaba situado a solo 10 minutos andando desde nuestro hotel .
Como nos levantamos muy temprano a causa de cambio horario, bajamos a desayunar a las 7:30 h. y a las ocho salimos del hotel, fuimos paseando hasta la Laguna Rodrigo de Freitas, una enorme y bonita “laguna” que tiene un perímetro de siete kilómetros, con unas vistas preciosas, conectada con el océano por un canal, leímos que fue habitada por los indios Tamoios.
A esas horas habían bastante gente haciendo footing alrededor de la laguna, también nos encontramos con algún grupo haciendo yoga en sus orillas, es una zona muy relajante, con varios clubes, incluso un heliopuerto, desde allí se puede observar el cristo en la cima del Cerro del Corcovado.
Siguiendo con nuestro paseo matinal, continuamos por la avenida de Henrique Dumont hacia la playa para visitar la también famosa playa de Ipanema, en esta zona nos encontramos con varias tiendas de ropa de lujo estilo Louis Vuitton, etc.. La playa nos gustó más que la de Copacabana, aunque era invierno pudimos ver algunas bañistas con el típico bañador de hilo dental tan de moda en Rio, siguiendo por el paseo marítimo llegamos al final de la playa en la zona más cercana a Copacabana, donde habían decenas de surfistas esperando coger la mejor ola.
Cruzamos por un pequeño parque, llamado como la canción “Garota de Ipanema”, para acceder a la playa de Copacabana, casi unido al parque los pescadores tienen una pequeña lonja para vender el pescado recién cogido, no es muy grande pero tiene su encanto.
Continuamos con nuestro paseo por la playa de Copacabana hasta llegar a nuestro Hotel para relajarnos un poco, después de tantas advertencias siempre íbamos un poco tensos, con cuatro ojos por si veíamos algo sospechoso.
Como tampoco teníamos mucha hambre al ser bastante temprano, comimos en el subway que teníamos muy cerca del hotel, para hacer tiempo mientras nos venían a recoger para el city tour que teníamos contratado con Bealocal.
A la hora pactada 12:20, nos recogieron en el hotel para el inicio del City Tour, se agradece que sean puntuales en las excursiones. La primera visita, como no, fue el Cristo del Corcovado, nos subieron con el minibus al Cerro del Corcovado, a mitad de recorrido, en el centro de visitantes Paineiras, tuvimos que cambiar a otro bus que era de parque nacional, para llevarnos a los pies del monumento, hay dos opciones para subir a lo más alto, con el ascensor o a pie por las escaleras, optamos por el ascensor, cuando llegamos a lo alto pudimos ver el inmenso cristo con los brazos abiertos, con sus 30 metros de altura, como era de esperar estaba repleto de turistas queriéndose hacer la superfoto maravillosa, tarea casi imposible, ya que hay gente acaparando los espacios para hacerse selfies, sinceramente el cristo es bonito y grande, pero lo que más nos impresionó fueron las expendidas vistas de la bahía y el bellísimo paisaje que se ve desde los miradores.
Al bajar del cerro del Corcovado, hicimos una pequeña visita al barrio de Santa Teresa, de tan solo 10 minutos que dieron para muy poco, en este caso encontré a faltar un pequeño recorrido por el barrio, aconsejan ir a cenar en un de sus múltiples restaurantes, pero accediendo siempre con taxi y evitando pasear por sus calles de noche, lo que considero una lástima no poder disfrutar más del ambiente nocturno.
Una vez en la parte baja, visitamos la catedral Metropolitana de Rio de Janeiro, con una original forma piramidal y su bonito interior repleto de vidrieras, fue construida entre 1964 y 1979 diseñada por Edgar de Oliveira da Fonseca, de 75 metros de altura.
A poca distancia en onmibus de la catedral se encuentran las Escaleras de Selarón, las cuales visitamos y recorrimos, famosas por sus baldosas traídas de múltiples países por el artista chileno Jorge Selarón, trabajo que inició en 1990 hasta su muerte, todos los tramos de las escaleras, también como no, repletas de turistas haciéndose los interminables selfies, fuimos hasta la parte más alta y regresamos hasta la parte de abajo donde nos esperaba el omnibus.
La última visita del día fue el Pan de azúcar, para ver la puesta de sol, donde tuvimos que tomar dos teleféricos para llegar hasta la famosa roca, una vez arriba pudimos disfrutar de unas vistas increíbles de la ciudad y su entorno. Nos vino justo para ver la puesta de sol, ya que habían algunas colas para poder subir a los teleféricos, una visita también imprescindible si vais a visitar Rio de Janeiro, estuvimos hasta que se hizo de noche para poder ver la toda ciudad iluminada.
Una vez regresamos al hotel, preguntamos en recepción que restaurante nos aconsejaban para cenar, de las varias opciones que nos dieron elegimos cenar en la Churrasqueia Carretao, situada en la Rua Siqueira Campos, 23, un elegante local donde por un precio fijo, tienen un buffet buenísimo, nos venían con la carne pinchada en espadas y podíamos comer toda la que quisiéramos, estaba deliciosa, lástima que era para cenar y no pudimos con todo los que nos traían, no paraban de traer espadas de diferentes tipos de carne, cocinadas en varios estilos diferentes, el camarero se sorprendió que termináramos tan pronto, pero es que no podíamos comer más.
Regresamos al hotel a hacer las maletas para así día siguiente tenerlo todo más preparado.
WOW!!!!, què recuerdos de mí viaje a Brasil en el 2010, yo también hice Río de Janerio, Iguaçu y Parque de las Aves.Lugares a los que me encantariá volver.
Absolutamente espectacular. Menuda envidia. Las fotos, muy wapas, alguna yo la habría puesto en grande, sobre todo las cascadas. Muy bueno sí señor. TE dejo todas mis estrellas
Muchas gracias a todos, las fotos no las pongo más grandes por un tema de capacidad de mi blog, que es donde tengo archivadas las fotos, pero si queréis ver las cataratas en grande os recomiendo veáis el vídeo que he incorporado, saludos cordiales a todos.
Hola, feliz ano, quiero vacacionar el Florianópolis y lo haría en auto Me pueden informarlos horarios de salida recomendado, soy de buenos Aires, la ruta mas segura y ewl hotel para descansar.
Muchas gracias
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Muchas gracias