Pekín Exprés 2012 ✏️ Blogs de China

Hoy toca despertarse más temprano que de costumbre (6:30 AM) ya que tras desayunar nos vendrán a buscar para ir a la Gran Muralla...¡qué ganas!

Estamos preparados y en cuanto llega el bus, nos montamos ansiosos. Pero todavía nos queda recoger a más turistas por varios hoteles y hacemos trasbordo de autobús. Finalmente, se nos presenta nuestra guía china de habla inglesa, Jenny. Es muy simpática y nos cuenta cosas interesantes.

La primera parada de la excursión es el Camino Secreto, que lleva a las tumbas de los emperadores de la dinastía Ming.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Todo el camino vemos estatuas de emperadores y animales mitológicos, también la típica tortuga, símbolo de la longevidad.

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Tras recorrer este camino (las tumbas no las vemos ), nos llevan hasta la siguiente parada, una tienda oficial gubernamental de jade, donde mi querido esposo me compra unos sencillos pendientes.

Comemos allí mismo en compañía de estadounidenses y a pesar de dos o tres apagones de luz, conseguimos terminar de comer.

Tras la comida y sin tiempo para reposar, emprendemos la marcha hacia nuetro destino...la muralla...

Cuando nos acercamos la vamos viendo zigzaguear entre las montañas, mirad:

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Para subir este tramo (tramo de Mutianyu) utilizamos telecabina y para bajar en tobogán con freno manual...muy recomendable la experiencia.

Bajamos de la muralla acelerados ya que nos hemos entretenido bastante y es la hora de volver al bus, pero nates compramos (tras un poquito de regateo) una camiseta para cada uno por cinco euros (35 yuanes). Cuando llegamos al autobús, la guía nos sermonea un poco por el retraso...pero ha merecido la pena.

La última parada obligatoria es una fábrica de seda gubernamental, en la que compramos un edredón de seda auténtica...precioso.

Tras finalizar la visita y las compras, nos devuelven a nuestros respectivos hoteles.
Duchita, cambio de ropa, un refresco y salimos a dar un voltio por Wangfujing, donde compramos unos pinchos en los puestos ambulantes para cenar.

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Para finalizar el día, curioseamos por las tiendas de Wangfujing y nos recojemos en el hotel que hoy hemos madrugado bastante y se nota.

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¡Buenos días, Beijing!

Y tanto, hace un calor sofocante, vamos a pasar calor.
Pero antes que nada, un desayuno de campeones. Aunque hoy me he levantado con el estómago revuelto...¡será el pincho de calamar picante de ayer?

Tras desayunar y escribir unas postales a la familia, salimos dispuestos a recorrernos la Ciudad Prohibida. Cogemos el metro y nos bajamos en la parada de Qianmen...que está a reventar. Además se nota que es sábado y los chinos acuden a presentar sus respetos al mausoleo de Mao, en el que se ven unas filas terribles a pleno sol.

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En la plaza de Tiananmen observamos el monumento a los héroes del pueblo chino y muchísimas cámaras de vigilancia camufladas
Bajo el paraguas, recorremos la plaza, que es inmensa y está atestada de gente...hace un calor de mil demonios.

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Compramos la entrada y alquilamos audioguía en castellano. Franqueamos el muro con el retrato de Mao y ahí está, la Ciudad Prohibida. En este lugar, antiguamente, sólo podía entrar la familia real sin el permiso del emperador ya que entrar sin permiso significaba la muerte.
Hoy hemos entrado pagando únicamente 60 yuanes cada uno, como cambian las cosas.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Recorrer la Ciudad Prohibida nos cuesta unas tres horas y media, con calma. Tras devolver las audioguías, traspasamos la puerta norte del recinto y entraos en un parque con una pagoda en lo alto desde la que se divisa la Ciudad Prohibida desde las alturas...unas vistas alucinantes.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Cansados y sedientos, regresamos al hotel y descansamos un rato. Sobre las siete y media decidimos visitar Ghost Street, una calle con puestecillos llena de farolillos rojos. Es curioso ver la calle entera teñida de rojo pero está abarrotada de gente ya que es fin de semana.

Nos sorprende ver cómo de muchos restaurantes la gente saca sillas a la calle para esperar su turno y entrar a cenar. Recorremos la calle y cenamos en un restaurante de pinchos, para variar. Pedimos pero se nos olvida decirle PULA (sin picante)


*** Imagen borrada de Tinypic ***

Yo como solo un trozo que me sirve de advertencia, pero observo cómo a Edu le caen gotazas de sudor...y eso que le encanta el picante. Menos mal que las cervezas están fresquitas y algo nos alivian.
Al finalizar el día, notamos el cansancio que se va acumulando con el paso de los días. ¡Buenas noches!

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Hoy es nuestro último día en Beijing y aún nos faltan muchas cosas por ver y hacer, quizás no nos da tiempo a todo...¿o sí?

Para empezar un buen desayuno en el hotel y sin tiempo que perder, enviamos las postales para la familia y nos ponemos en marcha. Primer objetivo: Palacio de Verano.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Cogemos el metro, que va a tope, y tras muuuuucho rato y muuuuuchas paradas llegamos. Desde la parada hasta la ventanilla de los tickets aún hay una buena andada, así que abrimos el paraguas y aguantamos el solazo. Cogemos los tickets y prescindimos de la audioguía, ya que compramos un plano para disfrutar y experimentar a nuestro aire.

Miramos el mapa y nos percatamos de que es enorme así que nos ponemos en marcha cuanto antes. Al ser domingo, hay mucha gente sobre todo alrededor del lago, el pabellón de las tres fragancias, Suzhou Street y el embarcadero.

El embarcader nos gusta mucho ya que en él se encuentra un barco de mármol que ordenó construir la emperatriz XiXi, blanco y enorme.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Como hace tanto calor y se nos ha acabado el agua, compramos unas botellas de agua y unos polos de frutas mientras esperamos el barco que nos llevará hasta la otra orilla del lago.

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El trayecto es muy cortito, unos 5 o 6 minutos pero nos da tiempo para echar alguna foto bonita.

Sobre las doce del mediodía salimos del Palacio de Verano sofocados de calor, y eso que intentamos guarecernos del calor a la sombra. De camino a la estación de metro, entramos a comer en un Pizza Hut con aire acondicionado uoooo.

Aquí el camarero no nos entiende bien y nos trae una pizza que no hemos pedido, se la lleva y la nuestra la traen por duplicado...¿estamos tontos o qué? Alucinamos cuando nos traen Sprite en una jarra de litro...estamos tan deshidratados que cae enseguida y toca pedir más bebida.
A las dos y media salimos del Pizza Hut en dirección Templo de los Lamas, que es inmenso:

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Lo vemos más o menos deprisa y me quedo con las ganas de tocar la megacampana, porque hasta para eso hay que hacer fila y pagar
En este templo tienen una estatua de Buda de pie tremenda de grande cubierta de oro (o eso pretenden hacer creer). Para todo piden donativos, en cada altar, y están llenos de billetes.
Giramos los rollos budistas para que nos de buena suerte.
Al salir, metro otra vez hasta el Templo del Cielo:

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Recorremos el parque en el que se sitúa el templo y regresamos al hotel a refrescarnos un poquico y beber algo fresco.

Tras este breve descanso salimos raudos y veloces en metro hasta el Mercado de la Seda, repleto de bolsos, camisas, ropa a medida, zapatos, juguetes, de todo falsificado imitando a DG, CK, DK, Custo, Desigual, etc. Un lugar no apto para consumistas compulsivos, vaya.

Antes que nada, nos compramos una maleta pequeña de cabina para ir metiendo las compras. Alucinamos cuando el vendeor, para demostrar que es buena se sube encima de ella, la estampa contra el suelo...¡qué miedo!

La sacamos por unos 30 euros y picoteamos ropa regateando a tope: camisetas, abrigo, cortavientos, pulseras, un juego de té, ... y ya cierran a las nueve de la noche. Regresamos al hotel cargados como mulas.

Cenamos en un garito cercano al hotel, a hacer las maletas y dormir...¡hasta mañana!

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