Por el país de los lagos, castillos y falditas a cuadros ✏️ Blogs de Reino Unido

Esta mañana nos dimos más prisa para salir del hotel, pues nos recogían los de Celtic Legend (realmente Arnold Clark) para ir a su oficina para hacer los papeles del coche. Después de media hora de espera (luego dicen de su puntualidad) fuimos a su oficina donde tardamos poco en recoger nuestro cochecito (un ford fiesta azul muy chulo).
Conducir por la izquierda, con el volante a la derecha y toda esas historias merecerían un diario aparte; pero baste decir que a mi por lo menos lo que me costó más fué calcular la distancia entre el coche y el bordillo, pues insconcientemente estamos acostumbrados a calcular a tu derecha, no a tu izquierda.

Nuestra etapa de hoy permitía pocas paradas. La primera fué en St.Andrews, donde aparcamos al lado de un puertecito. Aprovechamos un banco mirando el mar para tomarnos unos sandwichs.
Después del refrigerio visitamos las ruinas de St.Mary Rock, la catedral, castillo y la torre de San Regulus. Es curioso la cantidad de ruinas de catedrales y castillos por Escocia.


Después de dar una vuelta por la ciudad, fuimos a nuestro castillo de hoy: Edzell Castle y su curioso jardín tapiado. Es un castillo en ruinas muy tranquilo, cuyo mayor atractivo reside en su jardín rodeado de un muro que lo rodea lleno de figuras de dioses.


Nuevamente en marcha emprendimos ya la marcha a Stonehaven, donde llegamos a primera hora d ela tarde. Nuestro primer B&B resultó ser una casita coqueta, llena de visillos, porcelana y bordados, que me recordaba las novelas de Agatha Christie. La dueña, como fué habitual en todo el viaje, fué muy amable. La habitación bastante correcta.

Consejo: En Escocia te piden que llegues a los B&B antes de las 6 de la tarde. Nosotros lo intentamos y no es mala hora, pues te permite cenar a las 7, que es lo normal allí y dar una buena vuelta después por las ciudades antes de dormir. Si a alguno de los sitios creeis que podéis tener problemas para llegar a su hora, mejor avisad que podéis llegar tarde. Si luego llegais antes, no pasa nada. Nosotros los hicimos así en un par de sitios. Si les avisáis antes, no ponen pegas.

Como teníamos tiempo antes de cenar, fuimos a ver Dunnotar Castle, que nos pareció de los más chulos del viaje.

Para la cena ya llevaba una recomendación para hacerlo en The Ship Inn, en Shorehead, junto al puerto. Como la parte del restaurante estaba completa, cenamos en la parte del pub. Realmente comes lo mismo y nos gustó bastante, sobre todo a base de productos del mar. Os lo recomiendo sin duda a los que vayais por este pueblo.

Alojamiento: Adina B&B

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Nuestro primer desayuno escocés fué bueno (ninguno fué malo); pero no de los mejores del viaje. Como curiosidad, suelen preguntar la noche antes qué tipo de desayuno se desea y a qué hora (dentro de un margen). En algunos sitios dan directamente una hoja donde marcas lo que se quiere. En cuanto a la hora de desayuno nosotros elegimos siempre a las 8 de la mañana, buena hora para ellos y para nosotros, que nos permitía estar a las 9 en carretera.
Después de despedirnos de nuestro primer anfitrión y pagarle nuestra estancia fuimos de nuevo para ver Dunnotar Castle por la mañana.

Consejo: La mayoría d elos B&B no admiten pago en Visa. Nosotros calculamos el coste de nuestra estancia allí y lo llevamos todo en libras para pagarles en metálico. Creo que es la mejor opción.

Podría dedicar unas cuantas frases a Dunnotar Castle; pero como bien se dice, mejor una imagen que mil palabras.


Después de dar un paseo por los acantilados alrededor del castillo emprendimos la marcha hacia Crathes Castle. Teníamos la idea de entrar en algunos; pero no todos (salvo que nos lo incluyera las Scotalnd Pass). Como éste nos aconsejaron visitarlo, pagamos la entrada. No nos arreentimos, pues tiene varias habitaciones con unos grabados en el techo preciosos. Los jardines también valen la pena un paseo.


La siguiente parada en el viaje fué Craigievar Castle, un castillo muy curioso, de cuento de hadas, de color rosa. Este "pasamos" de visitarlo. Una curiosidad fué la pifia que nos hizo nuestro GPS, que nos hizo coger un atajo por un camino infernal.

Consejo: Es curioso que con lo bien montado que tienen el turismo en Escocia, sea complicado bastante veces llegar a los sitios. A nosotros nos vino muy bien un mapa de carreteras de Escocia y, sobre todo, un buen GPS. Os recomiendo,a demás que vayáis con la mayor parte posible de coordenadas de sitios, B&b y demás que vayáis a necesitar.

La siguiente parada en el viaje fué la destilería Glenfiffich, en Dufftown. La verdad es que lo tienen muy bien montado y nos buscaron una guía de habla hispana para nosotros solos.
Creo que es obligado una visita a una destilería en Escocia y ésta al menos es gratis y te dan a probar un chupito de güisqui de 12, 15 y 18 años. Muy recomendable.

La última etapa del viaje de hoy fué nuestro B&B (Parrandier), en Elgin. Fué una iglesia y la han reformado para alojamiento. Resulta curioso y bastante recomendable, aunque la zona donde se encuentra está un poco lejos de todo.

Después de dejar nuestros bártulos en las habitaciones, fuimos a ver las ruinas de la catedral de Elgin, que a mi me recordó bastante a las de St.Andrews.

La cena fué en el mismo B6B, de los pocos que proporcionan cena también (reservándolo). Probamos uno de los platos típicos de por aquí: el Rumbledethumps, que consiste un un plato de patata, cebolla y alguna cosa más que no recuerdo y cubierto de mogollón de queso y gratinado al horno.

Alojamiento: Parrandier B&B. The Old Church of Urquhart

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Después de nuestro siguiente desayuno escocés, donde probé lo que llaman por allí pudin negro, que resultó ser como la morcilla, emprendimos la etapa más pesada del viaje: subir hasta Wick, donde íbamos a dormir dos noches para ver las Orcadas.

El Desayuno Escocés: Vale la pena hacer un inciso en lo que es un desayuno escocés y lo que implicó en nuestros horarios de comidas. Al principio tomamos un sandwich o similar a mediodía. Al final, acabamos haciendo dos comidas al dia: un desayuno/almuerzo y una merienda/cena.
Un desayuno escocés se suele componer (salvo que digas que no quieres algo) de tomate asado, champiñones, pudin negro, bacon, huevos como quieras, salchichas, judías, tostadas, mantequilla, mermelada (en algunos casos casera), fruta, cereales, zumo de naranja, café o te... Vamos, que no te quedas con hambre.
En algunos sitios nos dieron a elegir otro tipos de desayuno. Nosotros elegimos varias veces el desayuno con salmón (exquisito), hartos ya de salchichas, bacon y demás.

La primera parad fué en Culloden, donde se desarrolló una de las batallas más famosas en Escocia. Pasamos del museo donde te "clavan" y fuimos a dar una vuelta por un campo enorme donde se dieron de leches tiempo ha.


La siguiente visita fué una pequeña catedral del siglo Xiii en Dornoch, una pequeña y agradable ciudad que nos pillaba de camino.

Poco después vimos un sitio de parada, al borde del mar, precioso, donde estuvimos un rato descansando y contemplando aves.

Consejo: Aunque no los nombre (haría interminable este diario), paramos contínuamente en sitios que nos gustaban para descansar y contemplar las vistas, siempre maravillosas.
De hecho, en algunas carreteras más estrechas, echas de menos sitios de parada donde puedas parar un rato. Es aconsejable tomarse los recorridos tranquilamente, disfrutando del panorama escocés.

Nuestro castillo de hoy (no incluido en el Scotaland Pass) fué Dunrobin Castle. Muy interesante por dentro, con unos jardines que dan casi al mar y donde disfrutamos de un espectáculo de cetrería.


Ya de allí, fuimos hasta Wick. Se nota ya la zona del norte de las Highlands, más tranquila, con menos turistas y con menos oferta hotelera.
Nuestro B&B, más soso que otros estaba regentada por un matrimonio joven con niños. El sitio estaba bien, sin más.

Después de saludar a los dueños y decir nuestras preferencias en el desayuno, fuimos de excursión hasta Gills Bay, para ver lo que se tardaba en llegar, que mañana teníamos el ferry desde allí.
Después nos acercamos hasta John O'Groats, cuatro casas de donde parten también barcos a las Orcadas.

De vuelta a Wick, comimos en un restaurante ¡francés!: Bord de L'eau. Fué de los pocos días que no comimos en restaurantes locales (que nos gusta más vayamos donde vayamos de viaje). Es que la oferta no era muy variada.
La verdad es que fué una sorpresa; porque comimos muy bien. Antes de irnos salió el cocinero (francés de verdad) con el que estuvimos charlando un poco.

Alojamiento: Bank Guest House

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