VIERNES 21/03 ✏️ Diarios de Viajes de Reino Unido

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El tercer día de nuestra estancia en Londres era Viernes Santo y, según habíamos leído en algunas webs sobre la cuidad, se consideraba un día festivo y por lo tanto muchas cosas iban a estar cerradas. Como ya íbamos preparados dejamos para este día lo que sí sabíamos que estaría abierto. Así que primero nos acercamos a ver Harrods por fuera, dimos una vuelta y desde allí tomamos la Brompton Road hasta llegar al Natural History Museum (Gratis). Por esa calle pudimos ver desde fuera el Victoria & Albert Museum.

El Natural History Museum es un museo enorme, si quieres verlo todo con detalle deberías tirarte varios días allí pero como lo teníamos planeado para pasar la mañana intentamos aligerar en algunas cosas y en las que nos interesaban más nos deleitábamos un poquito. Nosotros entramos por la entrada de Exhibition Road, la zona de los volcanes, la evolución de la tierra, etc…y dejamos para lo último los dinosaurios.
El hall del museo está muy chulo con ese esqueleto de dinosaurio en el medio y ese aire a “escuela de harry potter” (lamento referirme de esta manera pero es que me daba la sensación de estar en Howards ¡¡jajaa!!). Había muchísima gente para ver los dinosaurios, así que nos tocó hacer cola. Pero por fín pudimos verlos y estuvo bastante bien.
Este museo está muy bien par ir con niños…de hecho habían un montón de familias con sus peques…pienso que los enanos se lo deben pasar en grande viendo todas esas cosas. De verdad que le doy un 10.

Una vez salimos de allí nos dirigimos hacia Kensington Gardens.
Paseando por esa zona pudimos ver desde fuera el Museo de la ciencia y el Imperial Collage. Hicimos el camino de manera que entramos por la calle que lleva directamente al Royal Albert Hall, Prince Consort Road. Hay una especie de escalinata y en mitad tiene unos almendros a cada lado. La visión desde allí es preciosa. En mis fotos se pueden ver esos contrastes de colores y ese contraste de formas con esa cúpula tan redonda. Era una postal que me gustó mucho y no me la esperaba.

Rodeamos el Royal Albert Hall para cruzar la calle y entrar en los jardines y justamente en ese momento pudimos ver uno de esos autobuses famosos antiguos. Intenté sacarle unas instantáneas pero no me salieron muy bien. Así que tuvimos que planear algo para unos días después y así poder llevármelas de recuerdo ¡¡jajaaj!!

Y llegamos a Kensington Gardens. Lo primero que hay nada más entrar al parque por esta zona es el Albert Memorial, una construcción en conjunto muy bonita con diferentes representaciones en cada esquina, hay una de Egipto preciosa con camellos y todo.
Dimos un largo paseo por el parque y nos acercamos hasta un pequeño laguito que hay en medio y desde el cual se puede ver Kensington Palace. Aquí nos sentamos en un banquito y nos tomamos unos sándwich que llevábamos, pero el aire venía muy frío y decidimos no pararnos mucho rato. Seguimos nuestro paseo hasta la otra parte del parque llegando hasta The Serpentine, otra especie de laguito que hay entre Kensington Garden y Hyde Park.
Mientras paseamos pudimos ver a la típica paseadora de perros. Que gracia nos hizo. Pero más gracia no hizo cuando pudimos ver una de las famosas ardillas que viven por el parque. Estando fotografiándola nos dimos cuenta que de repente un perro que pasaba por allí se ponía como loco corriendo detrás de algo y cuando pudimos ver qué era nos dimos cuenta que era otra ardilla…pobrecilla casi la pilla. ¡¡jajjaj!! Menos mal que estuvo muy hábil y se subió corriendo a un árbol.
El paseo por el parque estaba resultando muy agradable pero sin darnos cuenta el cielo se puso todo negro y empezó a llover.

Decidimos salir por la puerta en la que nos encontrábamos (zona Lancaster) y acercarnos con el tube a ver el Museo de Cera Madame Tussaud’s ya que el tiempo no acompañaba para nada más.
Cuando llegamos vimos una larga cola, cómo no, el viernes estaba resultando que todo estaba abarrotado. Pero lo malo no era eso, lo malo era que una vez te metías en la cola pensabas que ésta no duraría mucho pero cuando por fin entramos en el edificio nos dimos cuenta que la cola seguía y seguía…ufff…no sabíamos qué hacer, pero tampoco teníamos mucha alternativa ya que fuera el tiempo estaba revuelto y después de tanto esperar decidimos esperar un poco más. Yo solo pedía que cuado llegara a la taquilla no me rechazaran los 2x1 ya que la entrada valía 25£ y no estaba dispuesta a pagar 50£ por entrar. Y bueno, tras topar con una mujer un tanto estúpida que me decía no sé que del train…el ticket…y no se qué más…por fín me aceptó el 2x1 y pudimos entrar.
Realmente valió la pena. Hay figuras que están muy muy logradas, parecen que sean de verdad. Otras no tanto, la cera brilla un poco y se nota que es un muñeco pero es una pasada pasar entre tanto muñeco de famoso y gente importante ¡¡jejeej!! Las fotos han quedado categoría ¡jajaaj!
Hay una zona que recrea cosas de jack el destripador y del incendio y tengo que decir que estas me gustaron mucho más que las del Museo Dungeon. En un apartado tienes la opción de pasar por un sitio en donde te dan unos sustos y si llevas 2x1 te toca pagar una de las entradas (Sustos 3£), ya que la otra entra con la entrada que pagas al principio. Aquí también te llevan en una especie de atracción que es un taxi londinense pequeñito y es una cucada. Esto me gustó un montón.
Disfrutamos mucho pasando la tarde aquí y eso que no teníamos muy claro el visitarlo.

Y llegó la hora de acercarnos a Covent Garden a preguntar por las entradas del Rey León. Cuando llegué y me dijeron que ya no les quedaban me llevé un chafón. Para el viernes no había ninguna y para el sábado y domingo solo les quedaban sueltas, es decir que no podríamos estar juntos y así a mí no me apetecía ver el musical.
Así que toda triste decidimos irnos para el hotel y cenar en el Italiano de al lado. Esta vez nos costó alrededor de 40£, con postre y café.

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