SÁBADO 22/03 ✏️ Diarios de Viajes de Reino Unido

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Cuando desayunamos nos fuimos a comprar nuestras nuevas travelcards para 1 día ya que las otras habían caducado (5,30£). Primero nos acercamos a ver el Parlamento para hacer tiempo hasta que abrieran St. Paul’s Catedral. Lo malo es que estando allí empezó a llover y de que manera porque se nos rompió el paraguas.¡¡jejeej!!

Así que nos dirigimos a ver St. Paul’s Catedral, ya que la teníamos pendiente desde el jueves. Aquí no teníamos 2x1 por lo que nos tocó pagar 20£ por los dos.
La catedral nos encantó. Es preciosa y monumental. Pero lo que más me gustó fue subir sus numerosos peldaños y poder observar sus galerías. Primero subes 163 escalones hasta alcanzar la Galería de los Susurros, dicen que si susurras algo hacia la pared de esta galería se puede escuchar en la otra punta. Había mucha gente que lo intentaba pero yo prefería admirar la cúpula y mirar hacia abajo, hacia el suelo. Luego sigues subiendo 119 escalones más y alcanzas la Galería de Piedra, desde donde puedes ver el exterior y madre mía ¡qué frío hacía! Ya no llovía pero el viento era frío frío.
Y si subes 152 escalones más llegas a la Galería Dorada. La parte más alta de la cúpula que se puede visitar y desde la cual, a parte de ver los exteriores otra vez, puedes ver por un agujerito pequeño el mismo centro de la cúpula. Es impresionante la altura que alcanzas y lo pequeñita que se ve la gente que está allí abajo. Cuando miras hacia fuera de la catedral no te da esa sensación tan grande de altura como ver directamente lo que hay bajo tus pies a través de ese agujero.
La zona de la cripta también es muy bonita. Allí puedes admirar las tumbas del Almirante Lord Nelson y del Duque Wellington entre otros.

Y de aquí nos fuimos directamente a ver el British Museum (Gratis).
Otro museo enorme. Te podrías tirar horas y horas, días y días…para poder verlo detalladamente, pero la agenda estaba repleta e intentamos verlo todo en el menor tiempo posible. Aún así nos tiramos bastante horas dentro.
Lo que más me impresionó…por lo que es más famoso el museo: Las momias. Es una pasada, a parte de estar la de Cleopatra hay momias de todo: de pájaros, de gatos, cocodrilos…hasta de un ternerito. Luego puedes ver cráneos y un esqueleto con restos todavía de cuerpo…ahh!! en mis fotos se puede ver mejor lo que quiero decir.
La zona de Grecia también me gustó muchísimo, con esos restos de Partenón y otras estatuas. Pudimos ver también la piedra Rosetta, piedra mediante la cual pudieron descifrar el significado de los símbolos egipcios, pero ésta estaba rodeada continuamente de muchísima gente. Las esculturas de los Leones Asirios eran muy impresionantes también. La zona de China y la India también me gustó mucho, de hecho aquí volví a revivir mi viaje a Tailandia ya que había Budas y figuras de allí. Bueno es que me gustó prácticamente todo, lástima no tener más tiempo en Londres para haberle dedicado un día entero al museo.

Cuando salimos de aquí volvimos a sucumbir a la comida basura y visitamos de nuevo el Mc’Donals. ¡¡jejeej!! Y corriendo nos fuimos al London Eye, había tocado el turno de montar en él. Para llegar allí cogimos el bus nº 188 y el conductor nos avisó de donde teníamos que bajar. Nos dejó por el puente de Waterloo y nosotros solo tuvimos que bajar a la orilla del río y seguir un poquito hacia delante hasta alcanzar el London Eye.
Este paseo estuvo muy agradable ya que ésta zona estaba llena de gente-estatuas que se quedan inmóviles hasta que alguien les echa unas monedas.

En el London Eye desgraciadamente no hay 2x1 por lo que tuvimos que pagar 30£. Pero bueno, para nosotros era de visita obligatoria, como ir a París y subir a la Tower Eiffel. El trayecto dura unos 25-30 minutos, pero otra vez tuvimos que hacer cola. Y vaya con la cola, no fue muy larga pero el tiempo nos hizo una buena. Después de haber estado todo el día más o menos entre nubes y claros de repente se empezó a nublar y…cataplán…empezó a nevar. Si, si…a nevar. Qué pasada, era precioso. Lo malo fue que ya no llevábamos el paraguas y nos estábamos empapando ¡¡jajjaj!!
El tiempo estaba loco porque cuando conseguimos montar a la noria el sol ya estaba otra vez fuera y el cielo parcialmente despejado por lo que las vistas fueron estupendas. ¡Qué calorcito hacía allí dentro! ¡¡jajaj!! Arriba nos detuvieron unos minutos parados y pudimos admirar todo Londres o por lo menos hasta donde nos llegaba la vista ¡¡jajaj!!

Cuando bajamos de aquí no pudimos resistir la tentación y nos comimos un perrito caliente que tan buena pinta tenía. Y de aquí fuimos para el embarcadero que hay a mano derecha del London Eye para subir al City Cruises: 7,40£ (Aquí si había 2x1 ¡¡jejej!!). Menos mal que el chico que nos dio los tickets hablaba perfectamente español y nos explicó que el viaje era de ida y vuelta y que paraba en el Puente de Londres y allí debíamos cambiarnos de barco.
El recorrido estuvo magnífico porque podías ir dentro del barco sentado y calentito y no te perdías ninguna de las vistas ya que estaba todo acristalado. Mientras recorríamos el Támesis aproveché para llamar a una buena amiga que al día siguiente se iba de viaje a Maldivas. Después de tanto tiempo por fin llegaba su momento de volver al paraíso. ¿Payi te acuerdas? ¡¡jejeej!!

No me podía creer que después de la nevada tonta que habíamos tenido estuviera el sol fuera y pudiéramos aprovechar tanto ese recorrido por el río. Me gustó muchísimo y las fotos del puente quedaron fenomenales.

Y una vez bajamos de allí nos dirigimos hacia Leicester Square a probar suerte una vez más con las entradas de los musicales en la taquilla de TKTS. Antes de ir a Londres yo me había planteado ver El rey León o El señor de los anillos, ya sabía que había perdido la oportunidad de ver la primera pero todavía tenía esperanzas de ver la segunda, pocas esperanzas… pero no me rendía.

Cuando preguntamos si tenían entradas para ver ese musical ¡sorpresa! Le quedaban 2. Me costaron 32,50 Libras cada una, eran en segunda fila, en el centro, al lado del pasillo y las entradas marcaban 60 libras cada una…así que nos ahorramos una pasta.
De allí nos fuimos volando al teatro ya que empezaba a las 19.30, pero para sorpresa nuestra llegamos a las 18.35 o así, súper rápidos ¡¡jajajaja!!

El musical me moló mogollón porque no todo el rato era cantado y cuando hablaban...lo entendía… si, entendía el inglés, algunas cosas se me escapaban pero pillaba muchas.
El escenario era una caña…se elevaba, se dividía en varias secciones y se hacían como montañas, todo estaba rodeado como de árboles o troncos...tipo bosque y la puesta en escena fue genial. Nos alegramos muchísimo de poder haberlo visto porque era como una espinita que me hubiera quedado en Londres.

http://es.youtube.com/watch?v=DkEYPrv_1io

Cuando salimos del teatro nos dirigimos a nuestra parada habitual de bus y de allí para el hotel. Este día había resultado perfecto, había tenido mucha variedad: habíamos visto muchas cosas y habíamos montado en otras tantas y todas ellas me habían encantado. Londres me estaba encantando cada vez más, tenía tanto para entretenerse.
Primero nos pasamos por el Kentucky y después a la cama.

Ya solo nos quedaba un día para disfrutar en la ciudad.

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