PRIMER DÍA EN EDIMBURGO.
20 de junio de 2010
Nos hemos despertado muy temprano, y lo primero que hago es terminar de escribir lo de ayer. Todavía nos dura el cansancio, pero nos disponemos a bajar a desayunar. Fenomenal el desayuno, muy completo y todos realmente amables.
Nos vamos llenos de energía y un sol brillante ilumina la mañana. Esto promete.
El Castillo
9,30 horas. ¿Cuál va a ser nuestra primera visita en Edimburgo? Recorremos la muy pintoresca Victoria Street ...
*** Imagen borrada de Tinypic ***
...para dirigirnos hacia el primer destino de cualquier turista que se precie en Edimburgo. Naturalmente, el castillo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Fue residencia real hasta la unión de las dos coronas en 1603. Posteriormente la corte residirá en Inglaterra.
Símbolo por excelencia de la ciudad, está claro que lo saben y lo aprovechan. Entrar cuesta 14 libras, 17 con audio guía (los niños creo que algo más de 7). Aunque hemos llegado temprano ya hay cola. No tenemos que esperar mucho y entramos con un pequeño plano que nos facilitan en la taquilla, que va enumerando los lugares de interés. Las vistas de la ciudad de Edimburgo desde aquí son impresionantes.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Vamos deteniéndonos en aquellos lugares que más nos llaman la atención.
Hay a la entrada una hilera de cañones, pero nos acercamos al más famoso:
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el One O,clock Gun, de la segunda guerra mundial, que lanza un atronador cañonazo a la una en punto, según la tradición, pero no los domingos y como hoy es domingo no habrá ocasión de verlo en directo.
La capilla de Santa Margarita, es el edificio más antiguo de la ciudad (pequeña capilla construida por David I en memoria de su madre en 1093) este mismo David , años más tarde fundó la abadía de Holyrood una milla hacia el este, junto a la que se erige ahora el palacio de la reina. Es un edificio diminuto, sencillo, con bonitas vidrieras.
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Fuera está el Mons Meg, cañón del siglo XV con más de seis toneladas de peso.
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Palacio y Sala de la Corona. En una sala acorazada se encuentran los símbolos de la realeza de Escocia que estuvieron dormidos (guardados en un cofre) por mucho tiempo. Por mediación de Sir Walter Scott en 1818: Corona, espada y cetro hoy, se exponen en el palacio. En cuanto a la piedra del destino, en 1996, el día de San Andrés, esta reliquia de los antiguos reyes escoceses, fue devuelta a Escocia. Es un bloque de arenisca con dos aros de hierro a cada lado. Durante 700 años estuvo guardada en la abadía de Westminster, en Londres, bajo la silla de la coronación. Usada en las ceremonias de entronización, diríamos que todos los monarcas ingleses, incluida Isabel II, han pasado por esta piedra, de la que se dice que era originaria de Tierra Santa. En esta sala estaba prohibidísimo hacer fotos.
Entramos también en diversas salas del palacio, en el que María Estuardo dio a luz a Jacobo VI, en el que se unirían los reinos de Inglaterra y Escocia en 1606. Son salas austeras y en sus paredes pueden verse imágenes de algunos nobles escoceses, un busto de María Estuardo, un pequeño habitáculo que conserva las pinturas originales en sus techos y diversas chimeneas y escudos…
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Gran Salón: Sede del parlamento escocés hasta 1639. Construido como salón de ceremonias para Jacobo IV.
Otros lugares curiosos son:
Cementerio de mascotas, los animales (perros, sobre todo) de los oficiales tienen su propio espacio.
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La prisión: mazmorras con inscripciones de los prisioneros franceses (guerras con Francia siglos XVIII y XIX) con una curiosa ambientación auditiva y sombras animadas.
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También hay un museo dedicado a la historia militar de Escocia.
Hacemos la visita junto con cientos de turistas de todas las razas y maneras. La verdad es que esto nos divierte y forma parte de la visita. Como quien no quiere la cosa también las fotografías recogen a parte del público ...
*** Imagen borrada de Tinypic ***
... y es que el castillo tiene los visitantes que uno espera (los tropecientos japoneses) y otros que nos llaman la atención como unos monjes budistas, uno de ellos lleva en una mano un rosario de oración (evidentemente no se llamará así) mientras con un spray perfumado que lleva en la otra mano va purificando el ambiente.
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Tras breve descanso y aprovechando el tirón energético de la mañana nos dirigimos a la:
NATIONAL GALLERY
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Una de las mejores galerías de arte del país. Entramos poco convencidos pues estábamos ya cansados tras la visita al Castillo, pero no nos arrepentimos, en absoluto. Si os gusta el arte no os lo perdáis, ya que en un reducido espacio vamos a encontrar obras de gran valor. Al entrar, un amable portero indica a mi marido que deje la pequeña mochila que lleva, en recepción. Tras liarnos un poco, cómo no, que si arriba que si abajo, nos dirigimos a las salas principales. Pintores como Van Dick, Rembrandt, Rubens, Tiziano… un agradable frontal de pared con cuadros de El Greco, Murillo, Ribera o “La vieja friendo huevos” de Velázquez.
Una estupenda sala dedicada a los impresionistas en la planta de arriba y, lo más sorprendente, precisamente dónde más nos detuvimos fue en la parte de abajo que muestra exclusivamente pintura escocesa. Henry Raeburn es uno de los exponentes más famosos de ella y su obra más famosa es “El Reverendo Robert Walker patinando en Duddingston Loch” realmente deliciosa. Junto a esta obra, otras más desconocidas de autores de los que igualmente nada sabemos, con escenas de niños en la escuela o de la vida cotidiana … que nos llaman la atención por la sensibilidad con que están realizados. Como es lógico estaba prohibido hacer fotos.
Salimos encantados de la visita y por una puerta que da a los jardines de Princess street Gardens, la arteria o zona verde que separan la vieja y nueva ciudad.
Es domingo y hace sol. Hay grupos comiendo en plan picnic, otros simplemente descansan tumbados en la hierba.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Decidimos ir a comer algo y volver más tarde a disfrutar de un rato de relax, porque nos dan mucha envidia lo tranquilos y felices que se les ve. Al fin y al cabo, también es domingo para nosotros aunque estemos en Edimburgo.
Tengo algún sitio señalado de antemano de la cadena “Pret a Manger”, bocadillos, sándwiches, ensaladas y algo de fruta a precios razonables. Hay uno cerca y nos gustan más que otros establecimientos de comida rápida. Así es que vamos a lo seguro y acertamos, todo está muy bueno, aunque no muy variado.
Después a lo dicho, un ratito al parque a retomar fuerzas para la tarde.
La idea inicial era hacer etapa por día, pero cuando uno viaja los días son tan intensos que cunden por dos. Ya que estamos relajados en Princess Garden haremos una pausa cargándonos de energía para la siguiente etapa.