Tal y como iba a ser en los siguientes días, nos levantamos pronto y tiramos hacia Italia con destino Pisa en primer término, y Florencia finalmente.
Personalmente, la entrada a Italia por la zona de Mónaco es de las peores carreteras que he conocido. Muchos túneles, demasiadas curvas y además por la zona de Génova atasco al canto. Eso si, tengo que destacar que en Italia, coges por ejemplo en la frontera ticket, y no lo pagas hasta tu destino, dando igual dónde sea.
PISA:
Tras unas agotadoras 4 horas de viaje aproximadamente llegamos a Pisa. Fue la primera sorpresa grata del viaje, porque aunque había leído sobre ella, creía que sólamente tenía la torre. Pero no, la plaza Miracolli en general es una auténtica joya, desde su catedral, pasando por el Batisterio, hasta la torre.
Según te vas acercando a la plaza empiezas a escuchar bullicio de gente, y cuando enfilas de frente y entras... ahi está la torre inclinada, es algo indescriptible. Está MUY inclinada y creerme, que aunque en las fotos no se vea toda su grandeza, es preciosa y está inclinada. Sus columnatas y arquitos son preciosos, y lo que algunos no sepan, fue el campanario de la catedral. No subimos porque aparte de no tener entradas hasta las 6 de la tarde, pasábamos de pagar 15 euros por subir a una torre.
Y ya que mencionamos a la catedral... Una persona no puede irse de Italia sin verla. Es la catedral más bonita y completa que he visto. Su mezcla de estilos en el interior es maravilloso. Desde sus techos bizantinos, hasta los arcos arábicos. Su púlpito es una preciosidad y la lámpara, que algunos la pasarán desapercibida, es con la que galileo Galilei descubrío la teoría de la oscilanción pendular.
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Según sales por sus enormes puertas de bronce te encuentras de frente con el batisterio, el cual solo vimos por fuera, al igual que el cementerio.
En resumen, si teneis pensado ir a esa zona, y aunque sea de paso, parad en Pisa. Son solo 2 horas y aunque no parezca mucho tiempo, es una parada que te llena muchísimo.
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Al salir de la plaza miracolli ya eran las 3 y nos comíamos los codos, asi que saliendo de Pisa en coche buscamos un sitio a la desesperada para comer, y lo encontramos. Justo a la salida, al lado de una gasolinera y de la que creemos que es la estación de autobuses, encontramos un self service. En realidad habían cerrado ya, pero la mujer, muy salerosa ella, nos abrío todos los platos de nuevo y nos atendió de lujo. Conclusión, 2 platos y postre 13 euros


Y de ahí, a Florencia.
FLORENCIA:
El trayecto es corto, y si teneis más tiempo y energía que yo en ese momento, en el camino está lucca que he leido que es preciosa. Florencia fue el primer destino en el que el GPS fue el salvador, sino todavía estaría buscando el hotel. Cogí (digo cogí porque organicé yo todo desde Marzo) un pequeño hotel a 10 minutos en autobus del centro. Se llamaba hotel Orcagna y realmente lo recomiendo. Aunque la primera impresión sea de "¿qué es esto?", luego cambia. Es un edificio como puede ser el de nuestra vivienda, y el ascensor solo admitía a 3 personas, pero no os engañeis. Las habitaciones eran enormes, baños reformados, toallas, desayuno completo... y garaje para el que lo quiera. Por 175.-€ 3 personas 3 noches, DE LA LECHE.
Según llegamos y como teníamos tiempo, dejamos las cosas y cogimos el autobús para ir al centro. Paramos cerca de Santa Croce que era lo que más cerca estaba y la vimos por fuera. Es la iglesia franciscana más grande del mundo y tiene las tumbas de Miguel Ángel, Dante, Galileo galilei y Machiavelo. Por fuera es coqueta pero tal y como os he dicho, sus tesoros están dentro*** Imagen borrada de Tinypic ***
De ahí, y con un paseo de 10 minutos de por medio, fuimos a la Plaza Signoria. Es la plaza en la cual estaba el David antes de que lo movieran a la academia. Actualmente existe una copia enfrente del fantástico y alto palacio Vecchio.
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Entrar al atardecer en esta plaza y tomar algo es una obligación. La luz crea en la plaza un ambiente más acogedor. La música de los músicos callejeros le dan un aire más íntimo. Y por último las estatuas le dan ese toque clásico que toda plaza antigüa debería mantener. La verdad que fue una gozada.
Tras tomar algo tranquilamente cogimos el autobus de nuevo y a descansar, que nos lo merecíamos, y visto lo que nos esperaba en los días sucesivos, era algo necesario. Como vereis no cenamos ningún día, ¿el motivo? que comiamos a lo bestia y estábamos a las noches rotos.
3 de Agosto
A las 8 arriba, esa nuestra consigna de guerra, y sonando las trompetas bajamos mi madre, mi padre y yo a acumular energias en nuestro cuerpo para la guerra que se aproximaba. Como os he comentado, el hotel, aun siendo de dos estrellas, la relación calidad precio es la mejor que he visto. El desayuno no iba a ser menos, y 1 zumo de naranja, 2 croisants y un buen tazon de cafe con leche daban energía como para recorrer Florencia 5 veces (iluso de mi...).
Este día iba dirigido a ver la zona norte de Florencia, es decir, santa Maria novella, capillas Mediceas, Catedral y a la tarde los Uficci.
Cogimos nuevamente el autobús y para el centro. En 10 minutos ya estábamos en nuestro primer objetivo. Bueno, en realidad era mi objetivo, mis padres bastante tenían con seguirme. Vimos las capillas Mediceas. Para quienes no sepan que son, son una especie de mausoleo de los Medici.
Según entras tienes bastantes relicarios y monedas para ver, lo cual te puede decir que no ha merecido la pena la visita, pero según subes unas escaleras accedes a una capilla INMENSA con unas 8 tumbas (estimadamente, no recuerdo cuantas). Os estoy hablando de memoria, pero creo recordar que todo era Granito y mármol. Estaba terminantemente prohibido sacar fotos, por lo que no os puedo mostrar su majestuosidad.
Tras pasar un buen rato ahi y resignarnos porque parte estaba de obras, salimos hacia la izquierda, que es un callejon sin salida, pero en el cual os encontrareis una pequeña capilla realizada por miguel Angel bajo órdenes del Papa Leo X. Hay 2 tumbas, en las cuales en una de ellas se inmortaliza a la noche y al día, y en la otra el Amanecer y el Atardecer. Además existe una figura de la virgen y un bebé, que viene a significar el paso del tiempo.
Esta se trata de una capilla inacabada puesto que Miguel Angel debió de abandonar florencia.
Esta visita a las capillas mediceas fue constructiva y muy atractiva. De aqui salimos y como no veíamos gran cosa alrededor más que puestecitos, cogimos una calle la mar de bonita para desenvocar en la GRAN catedral de florencia.
La catedral es una monstruosidad (en el buen sentido) de grande. Por mucho que la enfocara con la cámara de video o fotos no la abarcaba. La verdad que por fuera es una auténtica maravilla. Es un conjunto bonito, ya que tiene el campanario y el batisterio al lado, y todos de color verde oscuro y blanco.
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La majestuosidad externa de la catedral contrasta con su sobriedad interna. Es pasar del día, a la noche cruzando una puerta. El interior se caracteriza por los mármoles de distintos colores existentes en el suelo y por la pintura que hay en la cúpula. Por lo demás esta catedral, y a mi parecer, no tiene nada. Una absoluta desilusión. Dada la cola que había y que mis apdres no están para muchas florituras, evitamos subir a la cúpula de Bruneleschi, aunque con ver la pintura desde abajo, suficiente.
Para acabar con la zona norte (a falta de la academia), fuimos a Santa Maria Novella. Es una iglesia realizada por monjes dominicos y la verdad que bastante bonita. En mi opinión es la iglesia que un mayor aroma a añejo transmitía. El que fuese la primera de Florencia algo de culpa tendrá también, digo yo. Una visita que está bien, y punto.
Al salir de esta iglesia comenzaron a caer unas gotas, y como eran alrededor de la 1 fuimos a comer a una de las pizzerias que tanto había visto recomendada en el foro, "Gusto Leo". Está cerca de la plaza de la Signoria y realmente, cerca de todo, puesto que está en el centro. Tengo que decir que las 2 veces que comimos en Florencia, las 2 fueron aquí, ¿motivos? precio asequible, buen servicio y comida italiana fantástica. Creo con que os diga que la mejor pizza de mi vida la comí aqui es suficiente, pero si no os convezco, mirar la foto. INCREIBLE.

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La panzada fue de órdago, y qué mejor para bajar la comida que un heladito italiano y pasear por la callejuelas florentinas con un nuevo paso por la plaza de la Signoria. Ya que estábamos al lado y como teníamos visita a los Uficci a las 3:15, nos dejamos caer por el cercano Ponte Vecchio.
El ponte Vecchio es sin duda un puente curioso. Aparte de ser el más antigüo de piedra de Europa, sus casitas colgando son llamativas, pero todo tiene su explicación. Al parecer, antaño había carnicerías ahí, pero lo burgueses decidieron que iban contra la salud y que eran sucias. Visto eso, se eliminaron y todas las tiendas del puente, son joyerias. ¿a qué eso no es sucio eh?

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Tras esto no dió la hora y fuimos a la que en mi opinión, y disculpadme los que entendeis de arte, fue la mayor decepción. Tengo que admitir que no se mucho del tema, pero he estado en el national gallery y el Louvre y no me aburrí, cosa que en este si me pasó. Las pinturas eran bonitas, pero todo santos y retratos. No se, los que entiendan me mandarán al cuerno... pero es mi opinión. Además, aparte de aburrido, acabé enormemente cansado, asi que al salir, cogimos el autobús y fuimos a rematar el día a la plaza Michelangelo.
Esta plaza es la que se encuentra en una colina frente a la zona antigüa, y muy famosa por sus vistas. Efectivamente, éstas eran preciosas. Desde ella tuvimos una panorámica perfecta de Florencia. Podías admirar la inmensidad de la catedral, la altura del palacio vecchio, la quietud que transmite el puente sorbe el rio... Precioso y a su vez relajante, que a esas alturas del día, nos hacía falta.
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Después de esto no hace falta contar más, sino que cogimos el autobús de vuelta y tras explotar un poco el wifi del hotel, caí rendido, soñando con qué nos depararía el siguiente día.
4 de Agosto
Este día sería uno de los más infructuosos, si no hubiese sido por el David de Miguel Angel. Esta estatua merece un viaje. Pero vayamos por pasos.
Después del correspondiente desayuno, nos pusimos en marcha y fuimos al Palacio Pitti. Está bien, pero... le falta algo. Eso si, el hecho de caminar por los pasillos de un palacio y ver sus acabados, etc. es una aventura. De todas maneras, repito que le faltaba algo, y no eran sus jardines, porque yo fui con la idea que serían como los de versalles, y tenían más parecido al bosque de enfrente de mi casa, que a eso. Todo cuestas... maleza... lo único cuidado era la zona central, por la cual se obtenía una panorámica de la ciudad. Si andais justos de tiempo y teneis que sacrificar algo, os recomiendo que sea esto.
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De aquí fuimos andando nuevamente a la otra cara del casco, a la que está al otro lado del ponte vecchio, y dado que no nos quedaba demasiado por ver, fuimos a ver Santa Croce por dentro, que estabamos oyendo que tenía algunos tesoros. Y en efecto, los tiene: las tumbas de Miguel Angel, Galileo Galilei, Dante y Machiavelo. Aparte de tener un techo de madera precioso y un órgano que me llamó poderosamente la atención. El perderme la visita al interior de esta iglesia me hubiera dado rabia de verdad, por lo tanto os la recomiendo sin ningún tipo de duda. Os pongo la foto de la tumba Galileo Galilei.
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Eran las 2 y el estómago ya apretaba, asi que de nuevo a Gusto Leo, y el gusto fue mio, porque me comí una lasagna de lujo. Así da gusto visitar Italia. Al igual que el día anterior, nos dimos un paseito hasta la academia ya que a las 4 teníamos la entrada para el David, y madre santa, MERECE LA PENA. Es cierto que hay más cosas en la Academia, pero yo entré por ver el David y no me defraudó. Es increible que lo hiciese de un bloque de marmol de una pieza. ¡Si se le ven hasta las venas de los brazos! impresionante. Me quedé media hora mirándolo impresionado.
Este era el broche que quería para mi viaje a Florencia. Hubiera sido imposible imaginarme uno mejor. Asi que después de esto, me dí un último paseo comiendo un helado y disfrutando de lo que había visto, porque algo así, se ve una vez en la vida.
Bajo mi punto de vista, Florencia merece la pena por ser Florencia, por ser sí misma. No tiene algo que destaque sobre las demás salvo 3 cosas, sino que su enormidad está en el conjunto. Una bella ciudad a la que me honra haber visitado.