Llegamos a Barcelona por autopista desde Alicante, con demasiado tiempo hasta la hora de embarcar, despues de hacer los tramites en la terminal del puerto hicimos tiempo paseando por la zona portuaria.
Se hace un poco pesado esperar hasta la hora del embarque, una vez formadas las hileras comienza el desfile por el puerto hasta llegar a nuestro barco el Cruise Barcelona, de noche y en mitad de un puerto con muy poca luz aquello parecia un pequeño caos.
De repente un amable oficial nos ilumina con su linterna y refieriendose a todos nos dirige las primeras palabras en italiano"Tuti ?" y al responderle afirmativamente no dedica una sonrisa diciendo "Grazie", nos volvimos y nos miramos mi mujer y mi hijo de 5 años , aunque estabamos en el puerto de Barcelona parecia que ya llegamos a Italia, aquello prometia...
Comenzamos a subir al barco, realmente era enorme, nos hacian subir y subir por largas rampas hasta que nos fijaron un sitio donde aparcar el coche, todo como muy desorganizado pero como siguiendo un guion determinado, aquello parecia mas grande que el parking del Corte Ingles. Cogimos las maletas y una amable oficial nos indico donde estaba situado nuestro camarote. Un camarote amplio con 4 literas recogidas un cuarto de baño y armarios.
El baño era lo que mas te recordaba que estabas en un barco, una ducha pequeña y un wc especial de vaciado rapido, todo muy limpio y en perfecto uso, despues de dar un paseo por cubierta y comer algo de lo que traiamos decidimos dormir para descansar del viaje por carretera.
Aunque habia algunas vibraciones en las camas la verdad es que dormimos como lirones, temprano por la mañana nos levantamos y vimos como navegaba el barco, el mar estaba tranquilo y la vista era espectacular, me gusta el mar y para mi aquello ya merecia la pena, para otros solo era un tramite para llegar a Cerdeña.
Se empezaba a ver la isla como una pequeña mancha en el horizonte, despues los detalles se hacian mas y mas nitidos, se veia algun que otro barco de pesca y por fin llegamos a nuestro destino Porto Torres un puerto industrial nada atractivo pero tambien interesante para alguien que le guste el mar y los barcos.
Poca actividad portuaria ya que la linea Grimaldi tiene su propio muelle de acceso y una terminal para los pasajeros, no quedaba tiempo para acudir a recoger nuestro coche y salir a visitar la isla.
Muy especial la sensacion de salir con tu propio coche del barco y pasar entre la gente y la policia italiana y sin ningun tramite de ningun tipo ponerte a circular por las carreteras de la isla de Cerdeña , un magnifico dia de Agosto con un tiempo perfecto para visitar esta hermosa isla...