Llegado el día nos desplazamos desde nuestras ciudades al aeropuerto ( San Sebastián, Logroño, Zaragoza y Barcelona) y nos concimos en persona en la cola de facturación. El vuelo nos salió con una hora de retraso sin ningún tipo de explicación por parte de la compañía pero el servicio en el avión fue correcto. Variedad de bebida sin coste servida cada cierto rato y una comida envasada, algo escasa pero sabrosa. Esa fue nuestra comida del día de navidad. Cuando llegamos a El Cairo teníamos aún 2 horas de espera para la escala que pasamos de la mejor forma posible, visitando tiendas, comiendo algo y poniendo en común nuestras experiencias de los destinos que teníamos en común, no eran pocos. También pusimos en común todo el material que llevábamos para movernos por el terreno: yo llevaba dos guias, Anaya para Jordania y la “guía azul” de ediciones Gaesa de Israel, una guía que me hizo apostar por ella en vez de por la lonely en el momento de elgir porque me pareció muy completa en contenido y en imágenes que ayudaban mucho a tener una imagen visual de los recorridos, punto flaco en mi opinión de la que se quedaba en la estantería de la librería. Fue una buena elección ya que una compañera del viaje aportaba la Lonely de ambos países y otro miembro del grupo una gran cantidad de explicativos impresos de wikipedia y páginas de turismo de internet.. Soló uno de nosotros había venido “a pelo” a la aventura. Llegada la hora nuestro vuelo se volvió a retrasar alrededor de una hora, pero no se cómo llegamos a Ammán a la hora prevista. Al ir con equipaje de mano nos evitamos tener que esperar a las maletas pero de lo que no nos libramos fue de hacer la cola para conseguir el visado. Cambiar dinero antes para pagar casi 10€ que cuesta el trámite y salir para la zona de llegadas donde en teoría nos tenía que estar esperando un taxi que habíamos contratado con nuestro hotel de Madaba. Lo primero que vi nada mas salir a esta zona fue el letrero con mi nombre y el del hotel, perfecto!
Cargamos las maletas y salimos hacia nuestro último destino del día ya con bastante cansancio que se compensaba con la ilusión de ver que todo marchaba según lo previsto. Tras una escasa conversación con el taxista que no pasó mas allá del “where are you from?” y alguna que otra pregunta de la primera lección de inglés llegamos ya bien entrada la noche (2 de la madrugada) a nuestro hotel. No tuvimos una gran acogida por parte del personal del hotel y de hecho ya se nos planteó el primer intento de “timo” del viaje. Nuestro acuerdo con el hotel eran 17€ por el servicio y el recpcionista nos pedía 25. La razón que 17 euros era el servicio del taxi para 2 personas pero al ser 4 nos había venido a buscar una furgoneta con capacidad para 6. Tras explicar que en un taxi caben 4 personas perfectamente con sus maletas de mano (algo obvio por otro lado) y enseñarle la copia del email de solicitud del servicio donde aparecía claramente la palabra “taxi para 4 personas” y su confirmación con el precio bien clarito pagamos lo que nos correspondía.. pero si cuela, pues eso que se ganan de “extra”. Con caras largas el recepcionista aceptó y nos acompañó desganado a nuestras habitaciones.
Hicimos un poco de tiempo conectándonos a internet de gratis y al poco rato Mohamed estaba en la recepción con los papeles necesarios para hacer el alquiler. Nos permitía hacer la entrega directamente en la frontera de Huseen Bridge que fue otra “alegría” pues no contábamos con ello y podríamos disfrutar un poquito mas del Spa donde dormíamos el día del paso fronterizo. Cuando llegamos al momento del pago no nos cuadraba la cantidad que pedía con la que nosotros teníamos prevista. La razón que nos daba: que la entrega la estaba haciendo a poco mas de las 10 y le habíamos dicho que la entrega la haríamos a las 12. Por 2 horas de diferencia quería cobrarnos el día entero argumentando que entregándolo a esa hora ya no podría dar uso al vehículo hasta el día siguiente. Nos negamos en rotundo y cambiamos la hora de entrega a las 10, con lo que su respuesta fue cobrarnos por esas dos horas medio día “solamente”. Que no, lo devolvemos a las 10 y no se hable mas.. nuestro gozo en un pozo..
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Una vez cargadas las maletas, cambiado el idioma del GPS y con las indicaciones necesarias para llegar a la Iglesia de San Jorge, arrancamos para ponernos en camino. Pero.. vaya! “esta seco de gasolina”. Mohamed nos dijo que lo devolviésemos asi, que “no problem, don´t worry” y nos dio nuevas indicaciones para llegar a la gasolinera más cercana, en la avenida paralela a la nuestra. No se si será asi en Jordania o por la compañía de alquiler, pero las pocas veces que he alquilado un vehículo te lo entregan con depósito lleno y tu haces lo propio en el momento de la entrega..
Una vez en la gasolinera llenamos el depósito, con unos 25 dirams creo recordar y como el copiloto del viaje iba a ser yo durante este día pensé en trastear un poco el GPS e introducir nuestro siguiente destino, Karak. “LOW BATERY” fue el primer mensaje que obtuve de respuesta. Rápidamente lo encajé en el cargador, este al mechero y en ese momento el aparato murió. Mi habitual visión positiva me llevó a pensar que cuando arrancásemos comenzaría la carga..pero no fue asi, el mechero no funcionaba. Tras acordarnos de la familia de Mohamed y mandarles un regalito alargado y de color marrón le llamamos, volviendo de inmediato para el Hotel. el mechero del coche no iba, pero tampoco el del otro vehiculo que tenía preparado para otros extranjeros, con lo que la solución era esperar a que nos trajera otro coche de las oficinas, unas 2 horas… Pero de nuevo para Mohamed “No problem”, Jordania es un país pequeño con 4 carreteras y fácil de conducir. Así pues asumimos de mala leche que nos quedábamos sin GPS y por supuesto le tuvimos que pedir que nos devolviera el dinero del GPS, que casualidad no había caído en ello ¬¬’
Por fin ya de camino a nuestra primera visita aparcamos en una callejuela donde vimos sitio y nos dispusimos a buscar un banco para cambiar dinero, pues en el aeropuerto habíamos cambiado lo justo para los primeros gastos. Nada que ver el banco con los de nuestro país. El hall llenísimo de gente sentada esperando turno y el dispensador de números con un montón de botones sólo en árabe. Tras ir de piso en piso preguntando dónde se cambiaba nos colamos un poco de malas maneras en una de las ventanillas y cambiamos dinero, esta vez cantidad suficiente como para no volver a pasar por lo mismo en unos días dejándonos en el trámite media hora del reloj.
Una vez en la Iglesia de San jorge visitamos el centro de visitantes de la parte izquierda donde compramos la entrada -1 diram – y contemplamos el explicativo del mosáico-mapa mas antiguo de la Tierra Santa. Accedimos a verlo asi como toda la decoración de la iglesia, que parecía todo menos eso pues éramos montones de turistas y guías con grupos haciendo propio del lugar.