Madrugamos para ir al Zugspitze y a ver el palacio de Linderhof. En primer lugar, vamos a ver el palacio, llegamos muy pronto y enseguida tenemos las entradas. Hacemos la visita al palacio en inglés, con la explicación impresa en castellano.
Damos una vuelta por los jardines del palacio que también están chulos, y volvemos al coche para ir a subir al Zugspitze.

Después de haber leido distintas opciones en el foro, decidimos subir al Zugspitze por el lado austríaco, en el teleférico que sube directamente hasta el pico, el parking es gratuito y es más barato que lo que habíamos visto que costaba la subida por el lado alemán.
La subida en el teleférico es muy chula, y una vez que llegamos arriba, nos sorprendió como estaba todo preparado, y la infraestructura que tienen montada allí arriba. Comemos arriba en el pico, dos platos de salchichas con patatas y cerveza por unos 16 euros.
Aunque estaba despejado el lado alemán, en dirección a los Alpes había nubes, por lo que no conseguimos ver nada. Aún así, el lado alemán merece también la pena, ver los lagos cercanos, montañas/bosques, etc.

Bajamos, recogemos el coche y fuimos dirección Garmish, a buscar la plataforma desde la que hacen los saltos de esquí en invierno. Dimos una vuelta por el recinto, al que se puede entrar sin necesidad de pagar.
Volvemos al apartamento, descansamos en el jardín durante lo que quedaba de tarde y después, a acostar, que mañana nos toca madrugar de nuevo.