Calentados los motores en el Mt Kenya, ya estábamos preparados para lanzarnos a nuestro siguiente sueño en África: hacer cumbre en el Kilimanjaro. Esta montaña mítica es un espejismo en mitad de la llanura africana. La primera vez que la vi, no me lo creía. Confundí la cima helada por una nube. Cuando de repente perfilas con la vista los bordes de la montaña no puedes creer lo que ves. Es colosal.
De Nairobi nos trasladamos en autobús de línea, con nuestro guía a Moshi. En la frontera en Namanga paramos y arreglamos los visados para entrar en Tanzania. Salimos de Nairobi a las 8:30 y llegamos sin problemas a Moshi a las 16:30.
En Moshi nos alojamos en el hotel Zebra. Las vistas desde la habitación del hotel no se podían pagar con dinero. Allí estaba nuestra montaña esperándonos.
Allí nos juntamos con nuestro nuevo equipo que nos acompañaría allí arriba. En total un guía, un cocinero, su ayudante y 6 porteadores. Total 13 personas formábamos la comitiva.
Decidimos hacer la ruta Machame, también llamada ruta del whisky, porque era la que mejor aclimatación hacía y, según se dice, la que mejores vista tiene. No puedo asegurar si es la ruta más bonita, solo hice esa ruta, pero puedo asegurar que Mt Kenya era más bonito, aunque no tenía glaciares como los tiene el Kilimanjaro
Las jornadas, como en el Mt Kenya, son con desniveles muy altos, no se hace buena aclimatación y eso hace que mucha gente, sino toda, sufra en mayor o menor medida el mal de altura. No es peligroso, porque no son muchos los días en los que estás expuesto al peligro, pero sino tomas medidas o tienes una salud delicada, puede pasar factura y tengas que bajar antes de tiempo.
Estas fueron las etapas de nuestro recorrido:
Primer día (Machame Gate > Machame Camp)
- Machame Gate (1800m) Machame Camp (2980m) ~ 12 km ~ 5 h ~ +1200m
Segundo día (Machame Camp > New Shira Camp)
- Machame Camp (2980m) New Shira Camp (3840m) ~ 9 km ~ 5 h ~ +900m
Tercer día (New Shira Camp > Lava Tower Camp > Barranco Hut)
- New Shira Camp (3840m) Lava Tower Camp (4630m) ~ 8 km ~ 4 h ~ +800m
- Lava Tower Camp (4630m) Barranco camp (3950m) ~ 5 km ~ 3 h ~ -700m
Cuarto día (Barranco Hut > Karanga Camp > Barafu Hut)
- Barranco camp (3950m) Karanga Camp (3963 m) ~ 4 km ~ 3 h ~ +300m/-150m
- Karanga Camp (3963 m) Barafu Hut (4550m) ~ 7 km ~ 4 h ~ +450m
Quinto día (Barafu Hut > Uhuru Peak > Mweca Hut)
- Barafu Hut (4550m) Uhuru Peak (5896m) ~ 7 km ~ 7 h ~ +1250m
- Uhuru Peak (5896m) Barafu Hut (4550m) ~ 7 km ~ 3 h ~ -1350m
- Barafu Hut (4550m) Mweka Hut (3100m) ~ 9 km ~ 3 h ~ -1450m
Sexto día (Mweka Camp > Mweka Gate > Arusha)
- Mweka Hut (3100m) Mweka Gate (1800m) ~ 7 km ~ 4 h ~ -1300m
El recorrido arranca en Machame Gate. Enseguida nos dimos cuenta que el Kilimanjaro iba a ser muy diferente al trekking en el Mt Kenya. En la puerta del parque nos encontramos tal vez con 300 o 400 personas esperando a salir, más luego otras 200 que ya habrían salido o faltarían por salir, fueron el grupo que nos acompañó diariamente en la ruta. Un mundo de gente. En Mt Kenya nos cruzamos tal vez con 30/50 personas los 4 días. Inevitablemente tengo que hacer comparaciones entre los dos trekkings.
Yo pensaba que era ciencia ficción o exageraciones las fotos de los porteadores cargando sillas o mesas, pero pude comprobar que no eran invenciones, y más aun, nosotros teníamos las nuestras reservadas. Nos encontramos con algunas excentricidades más como copas de cristal, o vajillas. Increíble, ¿no?
La primera etapa es la más espectacular, atravesando por un camino la tupida selva, llegamos sin mucho esfuerzo al primer campamento de Machame Camp. No se ve la magnitud del campamento estando como estamos desperdigados todos en medio de un bosque, pero somos conscientes que podemos estar allí medio millar de personas acampadas.
Me llama la atención la poca interacción que hay con los porteadores. Solamente tenemos relación con nuestro guía, Michel, su ayudante tanzano allí, y el camarero. Cuando nos cruzamos a nuestros porteadores por el camino a veces ni nos saludan. Ellos comen y hacen el camino por su lado. Supongo que seremos unos mzungus más. Pero no puedo decir que hagan mal su trabajo.
Son varios días de ruta y vas encontrándote con las mismas caras, que aunque muchas, poco a poco te vas quedando con algunas. En esta ruta nos volvemos a cruzar con una pareja de montañeros valencianos. En Mt Kenya coincidimos también con ellos. Como anécdota diré que el día que hicimos cima en Mt Kenya, de los 5 grupos que subimos, 3 estábamos formados por españoles.
Como curiosidad, cada vez que algunos grupos llegaban al campamento, sus porteadores les recibían cantando algunas canciones típicas y con bastante arte todo hay que decirlo. Es digno de ver. Cada vez que empezaba algún concierto, me levantaba de la tienda, me ponía las botas y me iba a verlo. Imaginaroslo, o mejor aun, ¡verlo y escucharlo!.
El tiempo, fue más agradable que en Mt Kenya, pero a medida que ganábamos altura las temperaturas eran más frías, y hubo noches que te levantabas con toda la tienda y el suelo helado. La última noche acabe poniéndome toda la ropa que llevaba.
Todos los campamentos disponían de numerosas letrinas públicas, por lo general bastantes decentes, aunque el mal olor no se quita. En el último campamento en Barafu, las pocas letrinas que había, no “funcionaban” ninguna, y podéis imaginar el panorama. Afortunadamente en Barafu se para bastante poco. Lo justo para cenar algo ligero, dormir 4 h por la tarde, levantarte a las 23:30, abrigarte bien, tomar un te y ponerse a andar.
Y así salimos a hacer cima. Una fila de luces por toda la ladera. Con mucho frío, el cuerpo tocado por el mal de altura, que esa noche nos afectó a todos, fuimos subiendo poco a poco, pasito a pasito por una pedrera de fuerte pendiente. Fueron 7 horas muy largas y duras. La última hora cuando ya algo de luz se empezaba a adivinar en el horizonte, se hizo algo más soportable a pesar del frío intenso. Se nota la ligereza del aire y cuesta respirar cada vez más. No pensábamos que nos iba a afectar tanto el mal de altura, pero así lo hizo, aunque conseguimos llegar a Stella Point, lugar donde termina la fuerte pendiente, y de aquí a la cima, ya solo nos separaba media hora con muy poco desnivel. Había que “sufrir” un poco para estar a la altura de este sueño. Unos pocos pasos más para superar la prueba.
Cuando por fin llegamos a la cima nos abrazamos y nos sacamos las fotos de rigor. No podíamos creer que lo hubiéramos logrado. Paramos el mínimo tiempo imprescindible y mientras bajábamos intentamos atrapar con nuestras retinas aquel paisaje maravilloso desde la cima de un volcán salpicado por glaciares con paredes de 30m de altura. Fueron momentos muy dulces a pesar del malestar que teníamos todos encima. Habíamos completado todos este sueño.
La bajada resultó muy fatigosa, cansados como estábamos después de una subida de 7h, y teníamos que parar cada cierto tiempo para descansar y coger aliento. La bajada, por el mismo lugar por donde se sube, es más fácil, ya que vas dejándote resbalar por la grabera, algo así como esquiar por piedras. Bajamos los 1200m de desnivel hasta el campamento Barafu donde nos recuperamos un poco con un desayuno y una pequeña siesta de 1h. Sin habernos recuperado lo más mínimo con la siesta, decidimos tirar para abajo lo más rápido posible. Nos quedaban 4-5h aun de camino. El malestar general no nos desapareció hasta llegar otra vez a los 3500m. Fueron más de 3000m de desnivel de bajada continua.
Cuando llegamos a Mweca nos sorprendió una fuerte lluvia, pero ya estábamos bajo techo tomándonos una cerveza y celebrando el éxito, y que lloviese lo que quisiera a partir de ahora.
Al día siguiente nos levantamos como nuevos, para descender otros 1200m a través de la selva hasta la Mweka Gate donde firmamos el último registro y dieron el diploma que tanto sudor y alguna lágrima nos había costado. 6 días de montaña apasionantes.