Día 20 de Agosto 2010:
Llegamos a nuestro último día de ruta, parece mentira que llevemos ya dos semanas dando vueltas por la isla. Hoy sólo teníamos programado llegar hasta la cascada de Glymur. Nos costó encontrar un poco el desvío ya que sólo está indicado por un pequeño cartel. Dejamos el coche en el parking, desde donde sale un sendero de unos 3 kilómetros. La primera parte del recorrido es suave y totalmente plana, llegados a un punto tenemos que adentrarnos en una caverna para salir a un nivel inferior y acercarnos hasta la orilla del río Botnsá, que cruzamos gracias a un tronco y un cable.
A partir de aquí empieza lo realmente duro. La senda gana altura con mucha rapidez y se nos hacen necesarias diversas paradas para coger un poco de aire. La verdad es que el paisaje es realmente espectacular. Desde aquí se tienen unas vistas del fiordo Hvalfjördur bastante buenas.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El tramo final es durísimo (al menos para nuestro estado de forma), pero tras más de una hora de ascensión por fin llegamos a la cima de la catarata Glymur, que con una caída de 198 metros es la cascada más alta de Islandia. La verdad es que merece la pena todo el esfuerzo realizado.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Para comer quisimos repetir en el Rosso Pomodoro de Reykjavik y cerrar así de alguna manera el círculo iniciado hacía ya dos semanas. Nuestro último hotel estaba en Hafnarfjördur, tercera ciudad más grande del país, a tan solo 10 kilómetros de la capital y asentada sobre un campo de lava.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Para relajarnos nos fuimos hasta la Blaá Lónid (Laguna Azul). Famoso balneario geotermal pero que a nosotros nos pareció una ‘turistada’ en toda regla. Seguramente son menos conocidos pero los Myvatn Nature Bath merecen muchísimo más la pena.
*** Imagen borrada de Tinypic ***