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Domingo 12 de, Madrid - Delhi
Para las 7 suena el despertador, hemos reservado el transporte al aeropuerto para las 8,30, así que tenemos tiempo de sobra para ducharnos, desayunar y recoger todo.
El desayuno lo aprovechamos bien, a saber que comidas nos esperan en el avión…….., y a las 8,30 partimos hacia Barajas. La primera parada es en la terminal 1, que bien, no damos mucha vuelta. Hay que buscar el mostrador de Qatar air, ahí nos tenemos que encontrar con el guía de Catai que nos va a acompañar todo el viaje.
Hay cerca del mostrador gente igual de despistada que nosotros, pero del guía na de na. Como vemos que la gente esta facturando, nos ponemos en la cola, ya aparecerá.
Después de facturar aparece nuestro guía, se presenta, se llama Felipe. Nos cita para las 10,30 en la zona de embarque, ahí nos encontraremos con el resto del grupo.
Ahí, después de encontrarnos todos, nos explica a grandes rasgos como va a ser el viaje, nos da unas cuantas recomendaciones, parece que es un hombre experimentado, esto pinta muy pero que muy bien.
A las 11 embarcamos, es un avión grande, y no nos podemos quejar, no han puesto en las filas de dos asientos, empezamos bien. Al lado de nosotros están también, los 4 argentinos, una familia de Santander, una pareja de Bilbao y otra de Madrid. El resto del grupo, salieron el día anterior desde Barcelona, nos encontraremos con ellos en Delhi.
Dejamos atrás Madrid, y en 7 horas llegamos a Qatar.
La primera impresión es de un calor sofocante, pensaba que el motor del avión aun estaba encendido, entramos en la terminal y la cosa cambia, es como meterse en un frigorífico.
La escala apenas dura dos horas, y he conseguido mandar un mail con el wifi de la PDA. Todo un triunfo.
El avión que nos lleva a Delhi es tan grande como el otro, pero más incomodo. Menos mal que solo dura tres horas y media.
Y después de más de 12 horas desde que salimos de Madrid, aterrizamos en el aeropuerto de Delhi.
La terminal es tremenda, una pasarela automática nos lleva, pero aun así se nos hace eterno. Después de un buen rato llegamos al primer control, ahí hay que presentar los visados y los papeles de entrada que hemos rellenado en el avión.
Una vez pasado este primer control recogemos las maletas, y no hay sorpresas, no falta ni una. Nos falta ahora el control de aduanas, y la instrucción es clara, pasar tranquilamente y todos juntos, no vaya a ser que nos abran las maletas y nos retrasemos.
Una vez pasado este último control ya llegamos a la calle. Dicen que lo primero que se nota en la India son los olores, pues yo no he notado nada especial, a no ser una humedad muy alta. Son las 1,30 de la noche, han pasado 13 horas y media, ya estamos en la India.
Aparece el autobús, muy curioso la cabina del chofer está separada de los asientos, y ahí va también un mozo que nos ayuda a subir y a bajar, de unas treinta plazas, y nos reciben con un collar de flores naranjas para cada uno. Buen recibimiento.
Se presenta el guía que nos va a acompañar durante la primera parte del circuito, hasta Agra. Se llama Raj, (nos dice que se pronuncia Ras, que si pronunciamos raj se puede confundir con ceniza, y no gusta), nos da las primeras charlas sobre la India, pero no hacemos mucho caso, estamos deseando llegar al Hotel, y descansar un rato, que a la mañana siguiente quieren empezar pronto con las visitas.
Por fin, en 25 minutos llegamos a nuestro primer hotel, Le Meridien. Es un hotel moderno y muy lujoso, empezamos bien.
Después de un refresco de bienvenida, nos dan las llaves y a la cama. El día ha sido largo, muy largo, y para las nueve tenemos que estar preparados para empezar con las visitas.
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