Miércoles 15 , Jaipur
A la hora del desayuno el primer contratiempo, nos dijeron que el desayuno era en el comedor principal, y cuando llegamos nos pusieron en uno pequeño. Pues cuando llega nuestro guía se arma la de Dios. Vaya bronca, en fin que el desayuno iba a ser el mismo, pero parece ser que le jodió que le ninguneasen.
Nada, desayuno fuerte, y directos al autobús.
Para ir Al Fuerte Amber, atravesamos el centro de Jaipur, las tiendas empiezan a abrir, hay un ambiente muy majo, la gente de los alrededores viene a vender sus productos y a comprar. Vemos a unos vendiendo leche, y un comprador para comprobar la densidad mete la mano en la lechera. Curioso.
Después de un cuarto de hora llegamos a Amber, y tomamos la carretera que nos lleva hasta el Fuerte.
En una explanada paramos para sacar unas fotos, los elefantes ya están subiendo turistas por la empinada cuesta. Unos indios están tocando la flauta para que una cobra salga de su cesta. Nos invitan a ponernos un turbante y hacer como si tocamos la flauta, alguno ya lo hace, yo me limito a sacar fotos.
Dejamos atrás la cobra y los indios, y vamos a lo interesante. Subimos a una plataforma para poder subir a las cesta que lleva el elefante, parece fácil, pues de eso nada , no he visto nada mas incomodo que eso, como se movía, para sacar fotos tenía que hacerlo con una mano, con la otra bien agarrado a la valla. Hacemos todo el trayecto, con los vendedores subiendo a la vez que nosotros, jugándose el pellejo, no desisten, ni aunque les compres algo. Después de un rato llegamos a la plaza principal del Fuerte. Para bajar hacemos la maniobra de antes pero al revés, nos deja cerca de un muro y de ahí bajamos.
Una vez reunidos todos , subimos a ver el palacio. Raj nos va dando explicaciones de los sitios más importantes y luego nos da tiempo libre.
Bajamos del fuerte en unos jeeps que nos estaban esperando y nos llevan hasta la explanada donde estaban los indios y la cobra.
Durante la subida en elefante , sacan fotos a los que subimos, y luego a la salida del fuerte, las ofrecen, pues bien, no se os ocurra comprar ahí, luego en la explanada y antes de subir al autobús, el precio se reduce por lo menos 5 veces. Es que es o sacan algo o las tienen que tirar. Yo compre mientras iba en el jeep, y saque buen precio, eso creía, porque luego antes de montar en el bus habría pagado menos.
La siguiente parada es en el Jal Mahal, que es un palacio que está en un lago. Todo rodeado de agua, durante los Monzones, y que esta fuera de uso. Nos dijeron que lo querían convertir en un Hotel.
Es muy bonito, pero no nos entretenemos mucho, unas fotos y al bus.
Toca hacer ahora una de las visitas comerciales, nos llevan a un Emporio de telas. Está bien, algo compramos, un sari precioso, pero seguro que en otro sitio seria más barato.
Antes de salir hacia el hotel, se monta un crio en el bus, y nos hace unos trucos de magia que alucinamos, vaya habilidad. Unos cuantos numeritos, paso la bandeja y a casa que se va contento.
Camino al hotel volvemos a pasar por el centro de Jaipur, vaya gentío. Ya a la ida había gente, pero ahora es una pasada, todo el centro es un mercado abierto a lo bestia.
La primera visita de la tarde es para ver el Observatorio de Jai Singh. Había unos cuantos más por la India, pero solo se conserva intacto este.
El reloj solar es una maravilla, marca las horas y los minutos. Vaya precisión, bueno eso si, hace falta sol.
Cuando salimos Felipe nos propone hacer una excursión por el mercado, al atardecer, andando, y claro aceptamos encantados. Antes de eso , nos lleva a hacer otra visita comercial, ya huele, esta vez de joyas. Pues como no vamos a comprar nada de eso , nos quedamos fuera esperando. Vaya pesadez.
Empezamos la excursión en una de las entradas de Jaipur, vamos todos en fila, solo nos detenemos cuando el guía nos explica alguna tienda curiosa, ya tenía ganas de hacer una visita así. La gente súper amable con nosotros, es una experiencia única. Llegamos a una plaza , y subimos a ver un templo Hinduista, y en un balcón próximo el espectáculo es de lo más gracioso, tuk-tuk, rishsaw, motos , carros y coches pasan por un cruce sin tocarse, es milagroso que no haya accidentes, y para rizar el rizo una vaca decide cruzar. Pues nada la esquivan y ya está. No hay ni señales de tráfico ni , por supuesto, semáforos.
Bajamos y seguimos con la ruta. Ahora toca ver las tiendas relacionadas con las ceremonias, una tienda de ataúdes, otra donde alquilan bandas de música, luego especias, flores, tabaco, y en una tienda nos hace una demostración de cómo se hacen esas pastas que mastican , y que les dejan los dientes destrozados, que además deben de ser muy adictivas
Y después de casi dos horas de paseo, montamos en unos ricksaw que nos llevan , a una velocidad de vértigo, a través de las calles que hemos pasado, hasta donde está el bus esperando. Eso si que es un deporte de riesgo.
Ya en el hotel, subimos a la habitación, nos bebemos otra Voll-Damm, que habíamos dejado a enfriar en el minibar, y bajamos a cenar algo al restaurante del hotel.
Antes de subir a la habitación nos pasamos por las tiendas que hay afuera, compramos unos pañuelos y una camisa, y llamamos a casa, 15 rupias el minuto. Más barato imposible.
Hoy hemos pasado calor, pero sin exageración. Así se puede soportar. Mañana salimos hacia Agra, nos espera el Taj Mahal.