Pongo la alarma del móvil a las 7, pero suena a las 6, ¡no había cambiado la hora del móvil! .
El tema de los enchufes lo solucionamos fácilmente, si metes el palo de un chupachups o similar, incluso es suficiente una tarjeta de visita doblada de forma que tenga un pico, en el tercer agujero, se abre una especie de protección de plástico que impedía acceder a los otros, entonces se puede enchufar sin problemas lo que quieras, siempre y cuando sea un enchufe de clavija fina, no de las gordas. Este tercer agujero es la "tierra", por lo tanto no tiene corriente, lógicamente con este invento, lo que enchufemos no tendrá toma de tierra, pero para cargadores y demás, no es necesario.
A las 7 me ducho, la ducha está bien, suficiente presión de agua y temperatura adecuada. Los niños se quejan de que hemos roncado , empieza el protocolo de levantar a la tropa, bajamos a desayunar a 9,15 h., primero las mujeres, mientras yo espero al cansino de David.
Llegados a la planta baja, por una puerta se accede a la continuación de las escaleras y en el sótano hay una pequeña estancia con 6 mesas de 4, estaba lleno. Lo llevan 2 camareras que parecen hermanas rusas, ariscas como ellas solas. Se puede elegir entre desayuno continental o inglés, pedimos este último y nos traen un plato con un huevo frito, una mezcla entre panceta y lomo también frito, frijoles, un tomate asado y un triangulo de algo que parece puré de patatas prensado y frito, no está mal, también traen tostadas, mermeladas, miel, un vasito de zumo de naranja una jarrita de leche y nos dan a elegir entre té o café, el desayuno no está mal. Alicia lo devora todo, a David no le convence mucho, Juani se lo come todo menos los frijoles y yo hago algo parecido, los frijoles no están mal, pero mis tripas se están revelando. Pido otro vaso de zumo y parece que la rusa me dice algo como que no habrá para el resto, pero me lo trae, es de tetrabrick.
El tema de los enchufes lo solucionamos fácilmente, si metes el palo de un chupachups o similar, incluso es suficiente una tarjeta de visita doblada de forma que tenga un pico, en el tercer agujero, se abre una especie de protección de plástico que impedía acceder a los otros, entonces se puede enchufar sin problemas lo que quieras, siempre y cuando sea un enchufe de clavija fina, no de las gordas. Este tercer agujero es la "tierra", por lo tanto no tiene corriente, lógicamente con este invento, lo que enchufemos no tendrá toma de tierra, pero para cargadores y demás, no es necesario.
A las 7 me ducho, la ducha está bien, suficiente presión de agua y temperatura adecuada. Los niños se quejan de que hemos roncado , empieza el protocolo de levantar a la tropa, bajamos a desayunar a 9,15 h., primero las mujeres, mientras yo espero al cansino de David.
Llegados a la planta baja, por una puerta se accede a la continuación de las escaleras y en el sótano hay una pequeña estancia con 6 mesas de 4, estaba lleno. Lo llevan 2 camareras que parecen hermanas rusas, ariscas como ellas solas. Se puede elegir entre desayuno continental o inglés, pedimos este último y nos traen un plato con un huevo frito, una mezcla entre panceta y lomo también frito, frijoles, un tomate asado y un triangulo de algo que parece puré de patatas prensado y frito, no está mal, también traen tostadas, mermeladas, miel, un vasito de zumo de naranja una jarrita de leche y nos dan a elegir entre té o café, el desayuno no está mal. Alicia lo devora todo, a David no le convence mucho, Juani se lo come todo menos los frijoles y yo hago algo parecido, los frijoles no están mal, pero mis tripas se están revelando. Pido otro vaso de zumo y parece que la rusa me dice algo como que no habrá para el resto, pero me lo trae, es de tetrabrick.
El día ha amanecido gris, como es sábado nos preparamos para ir al mercado de Portobello, que es cuando lo montan, llevamos chubasqueros. El dueño del hotel nos advierte que hoy se esperan lluvias fuertes a partir de las 13 h.
Vamos andando, paseamos por Hyde Park, hacemos varias fotos a los patos y cisnes que hay en el lago y con la estatua de Peter Pan. El parque es inmenso.
Vamos andando, paseamos por Hyde Park, hacemos varias fotos a los patos y cisnes que hay en el lago y con la estatua de Peter Pan. El parque es inmenso.
Empezamos a callejear hacia Portobello y empieza a llover, compramos 2 paraguas plegables con detalles británicos (8£). Hace fresquito y llevar un polar o similar se hace imprescindible.
Paramos en un café Nero y en su sótano nos sentamos en una mesa con sillones muy cómodos a descansar un poco, tomamos 2 capuchinos, lo equivalente a 2 frapuchinos de Starbucks, pero mas malos y 2 cookies grandes (12,60£).
Llegamos a Portobello en Nothing Hill, las calles son bonitas y empezamos con un mercado de antigüedades, un poco deslucida la visita por la lluvia, hay bastante gente pero no es exagerado. A continuación hay un mercado de comida, pero ahora está jarreando, así que decidimos ir al British.
Llegamos a la estación del metro Ladbroke Grove, compramos 3 Oysters y la amable taquillera nos pregunta cuantos días vamos a estar para calcular el importe a cargar, finalmente la cargamos como para 2 días, 13,20£ cada una a las que hay que sumar las 5£ del depósito de las tarjetas, como David tenía su propia Oyster de su anterior viaje a Londres, la usamos para cargar el mismo importe, las tarjetas no caducan, total 67,80£, lo pago en efectivo.
Las Oysters si que es imprescindible validarlas al entrar o salir de la estación, aunque encontremos la puerta abierta, ya que el sistema necesita saber que trayecto se ha hecho para calcular el cargo a hacer, presenta la ventaja de que si solo haces un viaje, pagas un viaje, pero cuando llegas al importe de lo que te costaría una travelcard diaria, pués te aplica este cargo. La validación de las tarjetas se hace simplemente acercandolas a unos botones grandes de color amarillo que hay en los accesos y salida de las estaciones, no es necesario sacarlas de la cartera, simplemente acercando la cartera ya vale.
Cogemos el metro y tras un transbordo en Latimer Road donde hay que salir a la calle y andar unos 300 metros hasta la estación deWhite City, en el camino vemos la sede de la BBC con mucha gente haciendo cola, no sé si es para visitarla o para qué.
LLegamos a la estación de Holborn, y preguntando llegamos al British, encontramos una gran cola y nos ponemos en ella, David va a ver cuánto falta y al rato vuelve diciendo que falta mucho y como la cola no avanza nada, decidimos irnos, salimos de la cola y vamos hacia la entrada principal, allí vemos que las verjas están cerradas y solo hay una entrada por una puerta pequeña donde se arremolina la gente, la cola donde estábamos, otra simétrica que iba hacia el otro lado y la gente que se agrupaba a mogollón por el centro, decidimos probar suerte, esto es un caos, mucha gente, lloviendo, paraguas, a duras penas llegamos a traspasar la puerta, allí se accede a un gran patio y a unos 50 mts. está la entrada del museo, pero no nos dejan pasar de ese punto. Entendemos a los de seguridad que el problema es que el museo está lleno así que si pasáramos después nos trabaríamos en la otra puerta, así que decidimos irnos, saltando la cinta de seguridad (imposible volver atrás) y diciéndole al de seguridad que me estaba riñendo: ¡go!, ¡go!, mientras señalaba la salida (después mi hijo me dijo que en realidad yo le estaba diciendo a él que se fuera, quizás por eso me miraba con cara de no entender nada ), espero que el resto de la familia pase la cinta para dirigimos a la salida, que es otra puerta lateral a la verja principal simétrica a la de entrada.
Salimos bajo la lluvia y vamos hacia el centro, había ráfagas de viento, y en estos momentos odiaba Londres, la lluvia, la gente, ¡que frustración de día! . Y eso que vimos alguna muestra de humor ingles incluso en las señales de tráfico.
Entramos a comer en un Itsu, hay estanterías con la comida envasada y puedes pedir boles de fideos o arroz caliente, es tipo japonés. Los niños cogen un combinado de sushi cada uno y Juani y yo cogemos un bol de noodles (fideos) con verdura y otro de arroz, con las bebidas, cocacolas y una especie de limonada, 33,76£. Todo estaba bueno menos el arroz, tenía un sabor raro como jengibre picante.
Decidimos ir a hacer el tour de Londres clásico, que empieza a las 15 h., vamos ligeritos y llegamos a Picadilly Circus, 20 minutos antes, pero no veo a nadie con la camiseta azul, esto está “petao” de gente, al rato veo a una chica con la camiseta, resulta ser Elena la jefa de la empresa y nuestra guía del día, contactamos y empezamos el tour 12 personas en total.
Decidimos ir a hacer el tour de Londres clásico, que empieza a las 15 h., vamos ligeritos y llegamos a Picadilly Circus, 20 minutos antes, pero no veo a nadie con la camiseta azul, esto está “petao” de gente, al rato veo a una chica con la camiseta, resulta ser Elena la jefa de la empresa y nuestra guía del día, contactamos y empezamos el tour 12 personas en total.
El tour resulta muy ameno, vemos Picadilly, Regent St., el 10 de Downing St.Trafalgar Square, Big Ben, London Eye y Regent Park. Elena es muy simpática, calmada y conoce de lo que está hablando, “todo en Londres se ha quemado 2 o 3 veces” nos repite mientras va relatándonos curiosas anécdotas e historias de lo que vamos viendo, nos hace seguirla de punto a punto y siempre muestra mucho cuidado en los cruces de calle, cuando se adelanta por las calles levanta su paraguas que nos sirve de referencia entre el gentío. No se limita a enseñarnos los monumentos y edificios, sino que nos va contando anécdotas y curiosidades, la fuente de Picadilly Circus que nunca ha funcionado como tal porque mojaba a la gente, el por qué de la caprichosa distribución de Regent St. etc.
Hablo con Elena para hacer el tour de Jack el destripador y quedamos que se lo confirmaré al día siguiente cuando hagamos el tour del Soho. Mientras hacemos la última parada frente a Regent Park vuelve a jarrear y nos refugiamos bajo un soportal. Durante el tour hemos tenido lluvia, sol, viento, de todo, parece que esto es lo típico en Londres. Acabamos el tour junto al Cabinet War Rooms de Churchill, guarecidos bajo un portal porque llueve bastante, Elena nos sitúa desde donde estamos para coger metros, le doy 20£ y nos despedimos.
Nos dirigimos hacia Leicester St. para mirar el tema de entradas al musical y la idea es acabar dando un paseo hasta el hotel.
Entramos en un Pret a Manger, donde puedes comprar sadwinches, bocadillos y algo más para llevártelo o para comerlo allí, Londres está plagado de ellos. Estamos “petaos”, nos sentamos y cogemos unos wraps calientes (tortitas mexicanas enrolladas), David de jalapeños y Juani y yo unos tipo pizza, Alicia no encuentra nada de su gusto, Juani y yo compartimos un sándwich de cangrejo de rio y mango y pido 4 sopas de miso, ya que hace algo de fresquito y apetece algo caliente, nos dicen que las probemos antes (nos dan una) ya que tienen un sabor peculiar y a la gente no le gusta, está hirviendo, me escaldo la lengua al probarla, pero parece buena, finalmente pedimos 2, al final con bebidas nos sale todo por 22,07£. Después Alicia encuentra un croissant de jamón y queso, David y yo los cogemos de chocolate, Alicia y yo tomamos café con chocolate y Juani un capuchino, 10,36£, antes Alicia había cogido un muñequito de jengibre como el de las películas por 1£, gasto total en el Pret, 33,43£. Todo estaba aceptable menos el sándwich de cangrejo, que después nos dimos cuenta que era picante, el propio pan ya picaba y tenía algo que no acababa de hacernos el peso. Como el establecimiento se llama 25, te entregan los capuchinos con el numero hecho con chocolate molido
Seguimos y entramos en Cool Britannia en Picadilly, una tienda muy grande toda ella dedicada a objetos con motivos británicos, había hasta un mini con los colores de la bandera inglesa.
David se compra una sudadera de London que usará Alicia que está pija de frío por 19,99£.
David se compra una sudadera de London que usará Alicia que está pija de frío por 19,99£.
Mientras esperamos el café+chocolate me hace efecto y pregunto por la toilette y me dicen que no hay pero entiendo que me mandan a uno cercano, desde el sótano se accede al metro de Picadilly, muy grande y con wáteres públicos muy limpios, hago “cositas” y me lavo las manos en unos curiosos agujeros que hacen de lavabo y secador todo en uno y automático, ¡claro!. Si metes la mano a fondo sale agua y si la retiras un poco sale aire .
Pasamos por Chinatown, vemos un curioso bar gay, el Ku, curioso porque el propio bar se autodenomina bar gay y cantidad de bici-taxis que son unas carrocitas de 2 plazas que arrastra un señor en bicicleta, se aprovechan de que Londres es totalmente plano, apenas hay subidas. Esto está muy animado.
Vamos por Leicester Square que está toda tapiada, ¡una lástima, dicen que es una bonita plaza!,
Además el famoso quiosco donde venden entradas a los teatros a buen precio está cerrado, así que vamos a una de las múltiples tiendas que tienen el reclamo de “site oficial”, entramos en una en Cranbourn Street, después de consultar con el dependiente compramos 4 entradas para Thriller para el miércoles 20 a las 19,30 h, en Dress Circle, según el vendedor son buenas entradas a 36£ cada una, total 144£, habían a 29£ pero no nos las recomendó.
De regreso pasamos por Rainforest que es una curiosa tienda de peluches ambientada en la selva, dispone incluso de un café con la misma decoración, está en Shaftesbury, 20, muy cerca de Piccadilly.
Además el famoso quiosco donde venden entradas a los teatros a buen precio está cerrado, así que vamos a una de las múltiples tiendas que tienen el reclamo de “site oficial”, entramos en una en Cranbourn Street, después de consultar con el dependiente compramos 4 entradas para Thriller para el miércoles 20 a las 19,30 h, en Dress Circle, según el vendedor son buenas entradas a 36£ cada una, total 144£, habían a 29£ pero no nos las recomendó.
De regreso pasamos por Rainforest que es una curiosa tienda de peluches ambientada en la selva, dispone incluso de un café con la misma decoración, está en Shaftesbury, 20, muy cerca de Piccadilly.
Emprendemos un paseo de vuelta al hotel, pasamos por Picadilly (a rebosar como siempre) y subimos por Regent St., entramos en una farmacia-tienda de cosmética enorme y mientras descanso sentado en una silla de empleado (nadie me dice nada), compran cacao labial para Alicia y 3 cepillos de dientes que se han olvidado (11,09£). Al salir mientras Alicia se va poniendo el cacao le pita la alarma y un segurata negro acude raudo, parece que es el cacao que tiene en las manos, Juani no encuentra el ticket, eso no para de pitar… el segurata se lleva el cacao y el ticket para que lo verifiquen las dependientas, pero eso sigue pitando de vez en cuando. Cuando finalmente nos da el OK, al salir, nos damos cuenta de que quien pita es Alicia, sospechamos que es la sudadera que se compró en Cool Britannia que no le quitaron la alarma.
Seguimos viendo escaparates de tiendas y entramos en un Starbucks, Alicia se está haciendo pis, y ya que estamos ahí nos tomamos 3 frapuchinos (uno grande de café expres a compartir Juani y yo y los niños 2 de caramelo), me entiendo muy bien con la dependienta (habla español ), nos cuesta 10,30£.
Seguimos por Oxford St., hace buena noche, David empieza a hacer fotos nocturnas y no para, encontramos incluso un cartel anunciando donde estaba la diversión , pero estabamos tan cansados que declinamos la sugerencia .
Seguimos viendo escaparates de tiendas y entramos en un Starbucks, Alicia se está haciendo pis, y ya que estamos ahí nos tomamos 3 frapuchinos (uno grande de café expres a compartir Juani y yo y los niños 2 de caramelo), me entiendo muy bien con la dependienta (habla español ), nos cuesta 10,30£.
Seguimos por Oxford St., hace buena noche, David empieza a hacer fotos nocturnas y no para, encontramos incluso un cartel anunciando donde estaba la diversión , pero estabamos tan cansados que declinamos la sugerencia .
Pasamos por Marble Arch y seguimos por Edgware Road, una calle llena de comercios y bares árabes, mucho ambiente y mucha gente comiendo en las mesas de la calle y fumando cachimbas.
Estamos muy cansados, a mi me duele el dedo meñique, sospecho que tengo una ampolla, estoy utilizando unos zapatos cómodos pero aparte de la ampolla me está matando la planta de los pies.
Llegamos a la calle del hotel y nos vamos a tomar unas pintas en el pub del otro día, al sentarnos en la terraza uno de los clientes, un señor en los sesenta, nos dice algo, entiendo que dice que hay que pedir dentro, le digo que OK, pero él insiste, finalmente me hace el signo internacional de la prisa, osea, ¡que me espabile!, que son casi las 23h y a esa hora cierran y no sirven más, le hago caso.
Pido 2 half de negra, es decir black, pero la camarera no me entiende un cliente (también mayorcito) muy amable intercede en la conversación, la camarera me echa un poco de una cerveza y efectivamente es negra, le digo que si es esa y el cliente me dice que se llama algo parecido a “cuines” y después de varios “cuines”, “no, güines” y con la participación de Alicia, entendemos que el hombre nos es inglés, es escocés, o irlandés y que la cerveza es la Guiness, ellos se refieren a la marca. Tenemos que dejar casi con la palabra en la boca al vejete porque ¡no veas cómo se enrollaba!, pido una half normal (large) para David, 5,20£ y nos las tomamos en la terraza, dispone de calefactores que los clientes vamos encendiendo según se apagan.
Llegamos a la calle del hotel y nos vamos a tomar unas pintas en el pub del otro día, al sentarnos en la terraza uno de los clientes, un señor en los sesenta, nos dice algo, entiendo que dice que hay que pedir dentro, le digo que OK, pero él insiste, finalmente me hace el signo internacional de la prisa, osea, ¡que me espabile!, que son casi las 23h y a esa hora cierran y no sirven más, le hago caso.
Pido 2 half de negra, es decir black, pero la camarera no me entiende un cliente (también mayorcito) muy amable intercede en la conversación, la camarera me echa un poco de una cerveza y efectivamente es negra, le digo que si es esa y el cliente me dice que se llama algo parecido a “cuines” y después de varios “cuines”, “no, güines” y con la participación de Alicia, entendemos que el hombre nos es inglés, es escocés, o irlandés y que la cerveza es la Guiness, ellos se refieren a la marca. Tenemos que dejar casi con la palabra en la boca al vejete porque ¡no veas cómo se enrollaba!, pido una half normal (large) para David, 5,20£ y nos las tomamos en la terraza, dispone de calefactores que los clientes vamos encendiendo según se apagan.
Llegamos al hotel sobre las 24 h., yo me pongo a escribir el diario y a las 24,30 ¡a dormir!.