Tras retrasar nuestra salida un poco para disfrutar del desayuna en el Hostal de Pergamo cogimos un bus local a la estación de autobuses de largo recorrido desde donde nos fuimos a Izmir, donde nada más llegar y en la misma estación de llegada cogimos una furgoneta a Selcuck, donde a su vez nos recibio otra furgoneta, esta vez del hostal, ya que este estaba a las afuera. Está bien eso de que te traigan y te lleven, porque si no era un trecho. El hostal era el Atilla's Gateway, que no estaba mal en cuanto a que tenía piscina, un pequeño bar... pero nos cambiaron las habitaciones de las reservas, y una de ellas era sin baños... no recomendable para nadie porque las duchas y baños comunes no están cuidados...
Comimos ligero y por la tarde contratamos una "excursión" del hostal, es decir, nos llevaban y traían de las ruinas de Efeso, que sin duda son de las mejores conservadas que había visto en mi vida, gracias sobre todo a inversores... Austriacos?!?! No se si lo comenté ya antes, pero si no es musulmán resultaba raro ver los sitios conservados por los propios turcos.

Por la noche dado que estabamos un poco separados del pueblo y teníamos varios heridos por comida picante de días previos decidimos permaner en el hostel, aprovechando la piscina.
Al día siguiente nos lo tomamos con mucha calma, y fué bueno, porque al menos yo probé por primera vez las tostadas francesas para desayunar, que buenas están!!! y mira que es sencillo pero nunca se me había ocurrido. Despues antes de coger el autobús a Denezli nos dimos una vuelta por Selcuck, viendo algunas de las iglesias y ruinas que hay, pero la verdad que no son muy allá.
Por la tarde cuando llegamos a Denezli cogimos otra furgoneta más a nuestro siguiente destino, Pamukkale. Pero dado que ese día solo me dió para comprobar que el pueblo entero parecía estar financiado por Corea y para asombrarme de lo que íbamos a ver en detalle el día siguiente no cuento más.