Llegamos a Praga procedentes de Cesky al mediodía y nos dirigimos al hotel donde pasaríamos los siguientes cuatro días: Agnes Residence , bien situado al lado del barrio judío y muy cerca del centro.

Descansamos un poco y nos fuimos andando hacia Stare Mesto(La ciudad vieja),ya era de noche a pesar de que eran las 5 de la tarde (era noviembre).
Paseamos por calles encantadoras y al girar en una de ellas aparecieron ante nosotros las dos magníficas torres góticas de la iglesia de Nuestra Señora de Tyn. Es la iglesia más bonita que he visto nunca, tiene un aire mágico.
La iglesia está al lado de la plaza de la ciudad vieja.
En el centro de la plaza, un monumento al reformista checo Jan Hus que murió en la hoguera por hereje.
Contemplamos además el antiguo ayuntamiento y el reloj astronómico. Cenamos en un restaurante italiano de la zona y nos tomamos un chocolate caliente en un puesto callejero.Había mucho ambiente por las calles a pesar del frío pero decidimos irnos a descansar, para madrugar al día siguiente pues la ciudad prometía.