Llegada al puerto de Civitavecchia poco antes de la hora prevista. Horarios de comedor similares. Revisad el diario de a bordo del día.
Puerto lleno de cruceros, pero se nota quien es quien en Italia. Llegamos los últimos y tenemos el sitio reservado al principio del puerto, cerca de la salida.
El Noordam desde nuestro balcón.
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En esta ocasión llevamos la excursión reservada desde España. Gracias a este foro, conseguimos reunirnos 23 personas para poder organizar una excursión. La empresa elegida para la ocasión civitatours, totalmente seria y recomendable. Cuento una anécdota: tras confirmarnos días antes el tour por correo electrónico salimos de vacaciones y no regresamos hasta el viernes previo a la salida del crucero. Por la tarde, leo el correo y me encuentro un mail de la empresa por que se me pide que adelante por transferencia el 25% del coste total. Agosto, viernes tarde, mi banco cerrado… les escribo y les cuento lo que hay… no contestan….

Todos a las 9’45 en el hall para salir, por cierto con más fluidez que en Túnez. Recuento de personal y nos vamos hacia el autobús que nos llevará fuera del puerto de Civitavecchia (los autobuses los pone el puerto y son gratuitos. Salen del barco cada 5 minutos) No cabemos en el primero, pero sí en el siguiente. Salida del puerto y nuevo recuento. Inmediatamente identificamos a una chica que lleva el logo de Civitatours. Me dirijo a ella, me presento y de digo que ya estamos todos. Se me queda mirando con cara de



Aquí un inciso: en un post del foro hice un comentario sobre la guía y dije que había sido un poco pesada. Rectifico: seria, profesional y con unos conocimientos en arte extraordinarios. Me expresé mal. Me resultó pesada porque íbamos con niños pequeños y la temperatura rozaba los 36 grados todo el día, y ella no tenía la culpa ni del calor ni de lo de los niños. Gracias Javier, tienes toda la razón del mundo.

La excursión comenzó con visita panorámica desde el Aventino. Visita que se agradeció por el calor. El autobús circulaba despacio y hacía pequeñas paradas donde podía para poder hacer alguna foto. Así vimos el Circo Massimo, la plaza de la Boca de la Verita el Teatro Marcello , la plaza Venezia y y parte de los foros, hasta llegar al Coliseo donde nos dejó el autobús media hora para hacer las pertinentes fotos ante el alubión de masas ingentes ávidas de lo mismo. Vamos, a reventar. Compra de agua (por cierto el autobús llevaba agua fresquita por 1 euro la botella) fotos, imanes para nevera… fotos… ahora con el arco detrás, ahora que se vea el coliseo… en fin …
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A la hora prevista, el autobús nos recogió y nos trasladó a la Via Milano, junto al Quirinal, donde comenzó la visita a pie del centro de la ciudad. Nos condujo a la plaza de España, a nuestra embajada. Fotos en las escaleras, la fuente, gente, etc.
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Primer gelatto en un bar. Seguimos caminando hacia la Fontana de Trevi. A su paso, la guía va explicando algunos palacetes y haciendo estudiadas paradas en la sombra. Antes de entrar en la plaza nos hizo una explicación del monumento, qué íbamos a ver y su significado. Muy buena idea, dentro hubiera sido imposible. Entramos a la plaza desde la vía Tritone. No la recordaba con tanta gente la última vez.
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Aquí libertad durante media hora para: fotos, lanzamiento de monedas y comida. Casi imposible llegar al borde para lanzar la moneda, pero finalmente lo hicimos. La primera vez funcionó, hemos vuelto a Roma. Comida a base de pizza, sándwich etc. de una tienda que hay justo en la esquina, y segundo gelatto (esta vez más grande) Recogidos por la guía cual polluelos, seguimos por las calles de Roma rumbo al Panteón.
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Por el camino atravesamos una galería cubierta que da a la plaza de la Colonna y de allí hacia el Panteón, pero oh¡ Carabinieri, silbidos,.. una manifestación impide nuestro paso. Cambio de rumbo y dirección a la Piazza de Pietra (sede de la cámara de comercio de Roma) con grandes columnas en su edificio de época imperial. Finalmente llegamos al Panteón y pudimos entrar a verlo. Actualmente es una iglesia. Magnífico estado de conservación para los años que tiene.
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Clara siguiendo atenta las explicaciones de la guía en el Panteón. Preguntaba donde y quien estaban enterrados.
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Seguimos la travesía hacia la Piazza Navona a la que llegamos pasando junto al Senado Romano (Berlusconi estaba a punto de llegar, pero no lo vimos) Llegada a Navona y descanso durante unos quince o veinte minutos. Pequeña explicación a la sombra y tercer helado (esta vez una gratita de limone) Compra de más agua.
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Fuente de los cuatro ríos.
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El autobús nos esperaba junto al Tíber para llevarnos al Vaticano. En apenas diez minutos (bendito aire acondicionado) llegamos a la via Conciliazione donde nos dejó bajo un sol de justicia, a cerca de las 3 de la tarde.
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La explanada era cai un desierto, los pocos sitios con sombra estaban abarrotados y la cola para entrar a San Pedro inmensa… No pudimos. A las 4 todos al pullman y vuelta al puerto. Desengaño para los que no habían estado nunca, pero los cruceros son así. Esta vez si, nos dejaron dentro del puerto de Civitavecchia, junto al Fantasía.
Agotador día (no hace falta comentar que a vuelta medio autobús se echó la siesta, ronquidos incluidos)
Todos a bordo: 18’30, salida del puerto ¡Casi a las ocho y media! Hasta que no sacaron a todos los barcos no zarpamos: Noordam, Solstice, Royal y luego nosotros…
Civitavecchia desde el Fantasía
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Los dos de Royal Caribbean dejando el puerto
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Esta noche no hay teatro. Es día de descanso para el personal. También nos comentan algunos trabajadores que muchos tienen el día libre y sus familias acuden a Civitavecchia a verles (si viven cerca claro) Agotados por el calor de Roma y el cansancio de la excursión nos vamos pronto a la cama. Nuevamente la noche en calma, desde el balcón preparo la excursión de Génova. La llegada se será a las 9 y estaremos en la ciudad casi nueve horas.