Hola!
Después de varios problemas con el tema de cómo subir las fotos por fin lo he conseguido!! O eso espero!
Ayer fué un día chulo, chulo. A eso de las 06:30h Silvio Rodriguez me despertó con aquello de "...quién fuera Alí-Babá... quién fuera el mítico Simbad..." Pero la canción la terminé yo una hora más tarde. Desayuné tranquila y puse rumbo al Château de Versailles, explico la ruta:
- Metro en Corvisat dirección a Bir Hakeim, allí cojo el RER C dirección a Versailles Rive Gauche, sin pérdida, la única aclaración es que al llegar a Bir Hakeim sales al exterior y puedes acceder directamente al RER pero Versailles está en la zona 4 y mi P.V. es hasta la zona 3 con lo que salí de la estación y compré los billetes, i.v., 6.40 euros. Como iba leyendo la verdad es que no me fijé en el tiempo que tardé pero poner que fueran 30'/45'.
Al llegar sólo tienes que salir de la estación y girar a la derecha hasta una avenida inmensa y girar a la izquierda, al fondo se ve el impresionante palacio.
Tengo que decir que estaba congelada y la chaqueta me la dejé en Barcelona, se me olvidó meterla en la maleta. Pero al menos iba en manga larga. Aquí empecé a usar la M.P. y ningún problema, entras por la entrada para personas con este tipo de pase y tras pasar el control de turno accedes al interior.
Confirmo que mi diario será sin fotos...

Lo que más me gustó del palacio fueron los rincones a los que no se podían acceder pero que se veían decorados... mira, me atrae el hecho de que el acceso está restringido... y la impresionante Galería de los Espejos. Al llegar a la alcoba de la reina (en este caso se centraron en Maria Antonieta) ví una puerta pequeña que comunicaba a su vez con otras habitaciones y como acababa de pasar los aposentos del rey imaginé que era la puerta que comunicaba sus respectivas habitaciones para cuando tuvieran que cumplir con sus obligaciones pero nada de eso... resultó ser la puerta por la que escapó ella cuando el pueblo entró en palacio...
Que el palacio es impresionante no se pone en duda y eso lo demuestran, en parte, sus jardines que son preciosos y los kilómetros que lo conforman. Como aún refrescaba me paré a tomar un té con leche pero me lo sirvieron perfumado y me di por servida, recuerdo que aquí escribí algo en la servilleta...
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Hay bicis para alquilar y cochecitos para ir por el Château, también hay un tren que por 3'60 euros te lleva por los puntos importantes. Yo opté por ir andando hasta los Trianon, el grande y el pequeño. Ni qué decir que el paisaje es precioso.
Creo que me gustó más el pequeño Trianón que el propio palacio... la entrada es como un pequeño claustro y me pareció tan bonito que le eché unas fotos, luego me di cuenta que no forma parte del Trianon sino que es una forma de embellecer lo... pero me encantó... y me llevé mis fotos...
Aquí me pasó una cosa, leí que había un carrito tirado por una cabra que había sido el cochecito del delfín y en esas que me empieza a picar el ojo y al ir a calmarlo pues seguí caminando y entré a las bravas en la sala del cochecito en cuestión, las chicas de seguridad empezaron a decir (sin gritar pero alertando de la "gravedad de la situación"): "Madame, madame, si'l vou plait" y al girarme me las encontré de cara y me excusé al darme cuenta de que no había.... ¡enseñado el pase!. Total, no ví ninguna cabra pero el carrito es una reliquia...
Seguí la visita y leyendo la guía con mi ojo más calmado que me permitió ver la sala donde calentaban la comida porque las cocinas estaban a las afueras para no molestar...

Me sorprendió la sencillez del Trianón y las reformas que hizo Maria Antonieta porque no se corresponde para nada con la imagen que de ella se conoce, es algo que siempre he pensado cuando he leído sobre ella. De allí me fuí al Grand Trianón y al entrar me encontré con que había una exposición "Fashion" (no me lo invento) sobre cómo los diseñadores actuales hubiesen diseñado los trajes de la época. Bueno lo hice rápido porque no me interesaba y lo que ví tampoco me llamó la atención, al salir me llevé por delante un panel blanco que servía para separar una sala de otra y en esta ocasión nadie me vió me marché sin hacer más ruido...

Volví a Ilê de la Cité sobre media tarde y aproveché para visitar el Museo de la Orangerie, muy curioso y grato de descubrir. Antes de llegar pasé por las Tullerías (mandado construir por la temible Catalina de Médicis) y eché unas fotos. Este museo, que saqué del foro y viene con la M.P., es pequeño y muy bonito. Antes de entrar hay una sala blanca de la que te explican que es un puente entre el bullicio de la ciudad y la obra de Monet; yo lo intenté y de hecho mi mente empezó a divagar sobre unos ejercicios de yoga pero el ruido de la gente lo hace difícil, justo en frente había una mujer intentando lo mismo. Las dos primeras salas son increíbles, albergan cada una cuatro cuadros que ocupan todas las pareces en contraste con el blanco de las paredes y transmiten mucha calma. Después accedí en el piso de abajo a una exposición sobre la colección de Walter-Guillaume en la que encontré, por fin!, referencias a Modigliani y alǵun que otro cuadro. En resumen, un museo que recomiendo.
Después todo fue pasear por la ciudad, comí en PAUL (me pudo el ansia y me quedé un poco llena) y en el momento que empiezo a comer suena Le Vals d'Ameliè.... mientras a mi lado un abuelo enseña a jugar a su nieto a los dados... saqué fotos de los puntos en los que me había quedado parada pensando en algo porque no tengo fotos ḿías... y encontré en la Plaza de la Collette una librería preciosa... me marché cansadilla al hotel... con un dolor en las lumbares que ni os cuento.