¿Dónde nos vamos estas vacaciones? Esa fue la pregunta que nos hicimos conforme se acercaba agosto y, con él, las tan deseadas vacaciones de verano. Como ya habíamos hecho un gran viaje en Semana Santa (a celebrar nuestro 5º aniversario de boda en Nueva York), tocaba algo bueno, bonito y barato. Así pues, descartamos el avión y nos propusimos hacer una ruta en coche, puesto que, desde que estuvimos en Malta y en Asturias, era algo que teníamos ganas de repetir. De entre las distintas opciones que se nos ocurrían, a mí me apetecía más salir del país y mi marido siempre había manifestado su deseo de conocer el famoso país Cátaro. Así pues, manos a la obra: consultar los foros de losviajeros, organizar una ruta y escoger los hoteles.
He de decir que el recorrido lo fuimos adaptando según nos pillaba el día. En principio, por ejemplo, íbamos a entrar a Toulouse y a Narbona, pero nos estaban gustando tanto los viñedos y los pueblos que nos centramos únicamente en lo rural. Ya iremos a las ciudades en otra ocasión
La ruta que hicimos fue esta:
Día 1: Zaragoza-Foix-Roquefeixade-Montségur. Noche en Aubergue du Balestié (Malegoude, junto a Mirepoix)
Día 2: Mirepoix, Carcassonne, Lastours, Conques-sur-Orbiel, Montréal. Noche en Domaine de la petite Tour (Montréal, 15 km de Carcassonne).
Día 3: Caunes-Minervois, Minerve, abadía de Fontfroide, Lagrasse, Montréal.
Día 4: Lagrasse, Termes, Villerouge-Termenès, Peyrepertuse. Noche en Château des ducs de Joyeuse (Couiza).
Día 5: Rennes-le-Château, Arques, Albi. Noche en hotel Ibis Albi.
Día 6: Cordes-sur-Ciel, Bruniquel, Auch. Noche en La ferme de Tecouere (Sauveterre)
Día 7: Pau-Zaragoza.
Nota: el día 3 fuimos tarde a Lagrasse y no pudimos ver la abadía, así que como el pueblo nos gustó y la abadía parecía bonita, volvimos al día siguiente. Cosas que pasan en los viajes. Lo ideal hubiera sido entonces dormir por allí, pero ya teníamos el hotel cogido.
Para documentarnos compramos la guía de Montse Ríus, Francia, país cátaro (ed. Laertes). A esto le fuimos añadiendo información proporcionada en los distintos puntos turísticos. Es una guía muy completa y muy recomendable para este viaje.
Breve reseña de los hoteles:
1. Aubergue du Balestié (en Malegoude, muy cerca de Mirepoix y no lejos de Carcassonne). Es un hotel rural situado cerca de una carretera sin mucho tráfico. La habitación era espaciosa, estaba limpia y tenía lo básico. Pagamos 52€/noche, sin desayuno. El personal muy agradable. Cenamos allí y fue todo un acierto: tarta de cebolla y queso, confit de pavo y dos postres (una crème brûlée y una delicia de chocolate). Estaba todo exquisito y el precio, el habitual para la zona: 18€ por persona. Muy recomendable.
2. Domaine de la petite Tour (Montréal, a 15 km de Carcassonne). Una casona rural en lo alto de una colina y rodeada de viñedos. El entorno es precioso, y la casa está muy bien. Nosotros nos alojamos en la habitación Chabert de Barbeira, que es la única que quedaba libre, y pagamos 80€/la noche con desayuno. Las otras habitaciones parecían menos espaciosas, pero igualmente estaban bien (y costaban algo menos). El desayuno está delicioso: había croissants recién hechos, mermeladas artesanas de varios sabores, cereales, tostadas... Y lo mejor del sitio, la paz que se respiraba. Nos gustó mucho. Lo peor, quizá, la carretera de acceso, que es un pelín estrecha. Pero vamos, que le daba hasta encanto
Esta es su web
3. Château des ducs de Joyeuse (Couiza). Fue el capricho del viaje. Encontramos la web por casualidad, y nos gustó la idea de dormir en un castillo. El hotel está muy bien, pero las habitaciones estándar son (al menos la nuestra) bastante pequeñas. Lo mejor fue la cena, que la servían, al ser verano, en el patio interior del castillo a la luz de las velas. El precio, un poco elevado para el tamaño de la habitación, la verdad: 115€/noche más 45€/persona y noche por el régimen de media pensión. El desayuno, eso sí, muy completo, y la cena, exquisita: entrantes, plato principal y postres. En conjunto, aunque un poco caro, resultó una experiencia muy bonita.
Su web
4. Hotel Ibis Albi: un hotel muy funcional y bien de precio. Era la primera vez que nos alojábamos en un hotel de la cadena Ibis y, sin duda, repetiremos. La habitación era espaciosa y el colchón, comodísimo. El baño, prefabricado, pero con todas las comodidades. Precio 66'44€/noche incluido el parking. La ubicación es excelente, fácil de encontrar si vas con coche (prácticamente entrada en línea recta), y a 10 min. andando de la catedral. Se nos olvidó hacerle foto
5. La ferme de Tecouere (Sauveterre): es una granja con alojamiento rural. No pertenece ya a la ruta cátara, sino que está a una hora al norte de Pau. Dispone de dos habitaciones y de un apartamento. Los dueños son un matrimonio absolutamente encantador. Nos hicieron sentir como en casa. Está catalogada como alojamiento con encanto ("chambres d'hôtes de charme" 3 épis en GITES DE FRANCE). Precio de la habitación: 70€/noche con desayuno. Como preveíamos llegar tarde, y se encuentra en medio del campo, reservamos también la cena, y fue exquisita, tanto en calidad como en cantidad. Cenamos con los dueños y la familia que ocupaba el apartamento; mi marido no entiende el francés y todo el mundo se preocupaba por hacerle partícipe de la conversación traduciendo cosas al inglés. No escatimaron a la hora de abrir botellas de vino y sobró comida por todas partes. De verdad, fue una cena pantagruélica, y todo a base de productos de su huerta y de animales de su granja. Lo mismo en el caso del desayuno, Françoise prepara ella misma las mermeladas y las tartas. La cena cuesta 20€ por persona, pero de verdad que fue la mejor de todo el viaje (e incluso diría que de las mejores que yo recuerde). Tenemos intención de volver y conocer la zona.
Su web
He de decir que el recorrido lo fuimos adaptando según nos pillaba el día. En principio, por ejemplo, íbamos a entrar a Toulouse y a Narbona, pero nos estaban gustando tanto los viñedos y los pueblos que nos centramos únicamente en lo rural. Ya iremos a las ciudades en otra ocasión
La ruta que hicimos fue esta:
Día 1: Zaragoza-Foix-Roquefeixade-Montségur. Noche en Aubergue du Balestié (Malegoude, junto a Mirepoix)
Día 2: Mirepoix, Carcassonne, Lastours, Conques-sur-Orbiel, Montréal. Noche en Domaine de la petite Tour (Montréal, 15 km de Carcassonne).
Día 3: Caunes-Minervois, Minerve, abadía de Fontfroide, Lagrasse, Montréal.
Día 4: Lagrasse, Termes, Villerouge-Termenès, Peyrepertuse. Noche en Château des ducs de Joyeuse (Couiza).
Día 5: Rennes-le-Château, Arques, Albi. Noche en hotel Ibis Albi.
Día 6: Cordes-sur-Ciel, Bruniquel, Auch. Noche en La ferme de Tecouere (Sauveterre)
Día 7: Pau-Zaragoza.
Nota: el día 3 fuimos tarde a Lagrasse y no pudimos ver la abadía, así que como el pueblo nos gustó y la abadía parecía bonita, volvimos al día siguiente. Cosas que pasan en los viajes. Lo ideal hubiera sido entonces dormir por allí, pero ya teníamos el hotel cogido.
Para documentarnos compramos la guía de Montse Ríus, Francia, país cátaro (ed. Laertes). A esto le fuimos añadiendo información proporcionada en los distintos puntos turísticos. Es una guía muy completa y muy recomendable para este viaje.
Breve reseña de los hoteles:
1. Aubergue du Balestié (en Malegoude, muy cerca de Mirepoix y no lejos de Carcassonne). Es un hotel rural situado cerca de una carretera sin mucho tráfico. La habitación era espaciosa, estaba limpia y tenía lo básico. Pagamos 52€/noche, sin desayuno. El personal muy agradable. Cenamos allí y fue todo un acierto: tarta de cebolla y queso, confit de pavo y dos postres (una crème brûlée y una delicia de chocolate). Estaba todo exquisito y el precio, el habitual para la zona: 18€ por persona. Muy recomendable.
2. Domaine de la petite Tour (Montréal, a 15 km de Carcassonne). Una casona rural en lo alto de una colina y rodeada de viñedos. El entorno es precioso, y la casa está muy bien. Nosotros nos alojamos en la habitación Chabert de Barbeira, que es la única que quedaba libre, y pagamos 80€/la noche con desayuno. Las otras habitaciones parecían menos espaciosas, pero igualmente estaban bien (y costaban algo menos). El desayuno está delicioso: había croissants recién hechos, mermeladas artesanas de varios sabores, cereales, tostadas... Y lo mejor del sitio, la paz que se respiraba. Nos gustó mucho. Lo peor, quizá, la carretera de acceso, que es un pelín estrecha. Pero vamos, que le daba hasta encanto
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3. Château des ducs de Joyeuse (Couiza). Fue el capricho del viaje. Encontramos la web por casualidad, y nos gustó la idea de dormir en un castillo. El hotel está muy bien, pero las habitaciones estándar son (al menos la nuestra) bastante pequeñas. Lo mejor fue la cena, que la servían, al ser verano, en el patio interior del castillo a la luz de las velas. El precio, un poco elevado para el tamaño de la habitación, la verdad: 115€/noche más 45€/persona y noche por el régimen de media pensión. El desayuno, eso sí, muy completo, y la cena, exquisita: entrantes, plato principal y postres. En conjunto, aunque un poco caro, resultó una experiencia muy bonita.
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4. Hotel Ibis Albi: un hotel muy funcional y bien de precio. Era la primera vez que nos alojábamos en un hotel de la cadena Ibis y, sin duda, repetiremos. La habitación era espaciosa y el colchón, comodísimo. El baño, prefabricado, pero con todas las comodidades. Precio 66'44€/noche incluido el parking. La ubicación es excelente, fácil de encontrar si vas con coche (prácticamente entrada en línea recta), y a 10 min. andando de la catedral. Se nos olvidó hacerle foto
5. La ferme de Tecouere (Sauveterre): es una granja con alojamiento rural. No pertenece ya a la ruta cátara, sino que está a una hora al norte de Pau. Dispone de dos habitaciones y de un apartamento. Los dueños son un matrimonio absolutamente encantador. Nos hicieron sentir como en casa. Está catalogada como alojamiento con encanto ("chambres d'hôtes de charme" 3 épis en GITES DE FRANCE). Precio de la habitación: 70€/noche con desayuno. Como preveíamos llegar tarde, y se encuentra en medio del campo, reservamos también la cena, y fue exquisita, tanto en calidad como en cantidad. Cenamos con los dueños y la familia que ocupaba el apartamento; mi marido no entiende el francés y todo el mundo se preocupaba por hacerle partícipe de la conversación traduciendo cosas al inglés. No escatimaron a la hora de abrir botellas de vino y sobró comida por todas partes. De verdad, fue una cena pantagruélica, y todo a base de productos de su huerta y de animales de su granja. Lo mismo en el caso del desayuno, Françoise prepara ella misma las mermeladas y las tartas. La cena cuesta 20€ por persona, pero de verdad que fue la mejor de todo el viaje (e incluso diría que de las mejores que yo recuerde). Tenemos intención de volver y conocer la zona.
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