Nuestro avión de regreso con TAP, salía de Heathrow a las 7:30 de la tarde, por lo que aún disponíamos de la mañana para dar una última vuelta por la ciudad. Dejamos las maletas en el hotel (nos cobraron 5₤ por las dos maletas) y recorrimos nuestra ruta habitual hasta Westminster. El sol volvía a lucir de modo que el paseo fue muy agradable. Ese día solo lo utilizamos para hacer fotos, pero nos enteramos que a las 11 de la mañana se hacía el cambio de guardia en Buckingham, algo que no teníamos idea de ver, pero como no teníamos nada mejor que hacer… Eso sí, llegamos tarde y nos fue imposible siquiera acercarnos al palacio por la cantidad de gente que había, de modo que solo vimos como llegaban las tres bandas militares que se encuentran en el patio del palacio. Un par de fotos y un par de videos y nos fuimos paseando por St. James hasta Trafalgar y de ahí a Leicester Square para despedirnos de Londres con una cajita de comida china. Después de comer, recuperamos las maletas y nos dirigimos a la estación Victoria para coger el metro que nos llevaría a Heathrow (5₤), y de allí de vuelta a Lisboa.
CONCLUSIONES
Si hay que ser sincero, Londres no fue una ciudad que me hiciera demasiada ilusión. Sabía exactamente qué quería ver y qué monumentos quería visitar, y en ese sentido no me decepcionó, y de hecho, tengo ganas de volver para ver lo que se quedó en el camino, pero la ciudad en sí me pareció fea y poco paseable, demasiado industrial, demasiados edificios de ladrillo visto con apariencia de fábricas, y los que no son así, son edificios neoclásicos y neogóticos que no dicen nada. Es como si cada monumento (la mayoría de ellos preciosos), estuvieran rodeados de fealdad o por elementos que no cuadran con ellos (la Torre de Londres y el City Hall, que está enfrente, no pueden ser más dispares). Las únicas zonas urbanas que me gustaron fueron los alrededores de Leicester Square y las orillas del Támesis desde la Tate Modern hasta el Tower Bridge. Supongo que será cuestión de gustos. Eso sí, me pareció una ciudad muy viva, con gente por todas partes y con una gran animación a todas horas, no solo de turistas, y eso sí me gustó. Aquí abajo os dejo con los lugares que visité y lo que me parecieron:
Abadía de Westminster
- Imprescindible
Catedral de St. Paul
- Solo interesante por las vistas desde la cúpula, aunque si mi idea es subir al London Eye no entraría aquí. La iglesia no es fea.
Museo Británico
- Imprescindible
National Gallery
- Imprescindible
Galería Courtauld
- Para los amantes del arte imprescindible
Museo de Historia Natural
- Entretenido para pasar un rato
V&A Museum
- Para pasar un rato después del de Historia Natural
St. James Park
- Un paraje asilvestrado lleno de ardillas. Muy agradable para pasear.
Hyde Park
- Demasiado famoso para lo que es…
Holland Park
- Otro parque agradable, aunque un tanto alejado…
Parlamento
- Emblema por excelencia de Inglaterra, es imposible no pasar por aquí.
Buckingham Palace
- Solo se puede visitar en verano. Por fuera no dice nada y el cambio de guardia no pasa de curiosidad
Tower Bridge
- Para mí el monumento más bonito de Londres, hay que verlo sí o sí. Entrar es otra cuestión…
London Tower
- Por fuera no dice gran cosa… En mi próxima visita entraré
Portobello
- Un mercado pintoresco y agobiante (en mi próxima visita iré a Camden)
Convent Garden
- Una pérdida de tiempo…
Picadilly y alrededores
- Una pared con pantallas gigantes no dice gran cosa, pero tiene muchísima animación y las calles y plazas de los alrededores son muy agradables.
Greenwich
- Un paseo agradable y con cosas que ver por el camino.
Si te ha gustado este diario, dilo, que me hará ilusión

CONCLUSIONES
Si hay que ser sincero, Londres no fue una ciudad que me hiciera demasiada ilusión. Sabía exactamente qué quería ver y qué monumentos quería visitar, y en ese sentido no me decepcionó, y de hecho, tengo ganas de volver para ver lo que se quedó en el camino, pero la ciudad en sí me pareció fea y poco paseable, demasiado industrial, demasiados edificios de ladrillo visto con apariencia de fábricas, y los que no son así, son edificios neoclásicos y neogóticos que no dicen nada. Es como si cada monumento (la mayoría de ellos preciosos), estuvieran rodeados de fealdad o por elementos que no cuadran con ellos (la Torre de Londres y el City Hall, que está enfrente, no pueden ser más dispares). Las únicas zonas urbanas que me gustaron fueron los alrededores de Leicester Square y las orillas del Támesis desde la Tate Modern hasta el Tower Bridge. Supongo que será cuestión de gustos. Eso sí, me pareció una ciudad muy viva, con gente por todas partes y con una gran animación a todas horas, no solo de turistas, y eso sí me gustó. Aquí abajo os dejo con los lugares que visité y lo que me parecieron:
Abadía de Westminster





Catedral de St. Paul



Museo Británico





National Gallery





Galería Courtauld



Museo de Historia Natural



V&A Museum



St. James Park



Hyde Park


Holland Park



Parlamento





Buckingham Palace


Tower Bridge





London Tower




Portobello


Convent Garden

Picadilly y alrededores





Greenwich




Si te ha gustado este diario, dilo, que me hará ilusión