Domingo 13-5-2012
A las 4:30 de la mañana suena el teléfono, nos levantamos corriendo miramos por la ventana y… hace una noche estupenda, nada de lluvia ni de viento ¡viva! Podemos volar. Una furgoneta de la empresa de globos nos está esperando a los 8 intrépidos que volaremos. Nos llevan a un hotel donde nos dan el desayuno y nos asignan el globo en el que volaremos. Nos ha tocado volar con el piloto español y con un montón de japoneses. Con la furgoneta nos llevan al punto de despegue. Ya comienza a amanecer y están inflando el globo, nos cuentan que lo vamos a estrenar nosotros (no sabemos si esto es bueno o malo). Nuestro grupito hacemos plan para que los japoneses no nos arrinconen y nos dejen sin ver nada. No hubo problema, aun siendo 23 personas todos pudimos disfrutar del paisaje.
CAPADOCIA DESDE EL GLOBO
Nos explicaron como colocarnos para el aterrizaje (a nosotros en castellano un lujo) y despegamos. Tengo que decir que yo soy muyyyyy miedosa, que no me monto ni en las atracciones infantiles. Cuando empezamos a elevarnos no era capaz de mirar justo hacia abajo solo podía ver a la lejanía, pero en un minuto esta sensación desapareció y disfrute de la experiencia como una enana. Uno de los japoneses hizo migas con algunas de las chicas de nuestro grupo y estaba todo el rato empeñado en sacar fotos y teníamos que decir guichi (que es como patata, pero a lo japonés) que risas pasamos.
Este día volábamos 60 globos, pero que en otras ocasiones vuelan hasta 120. Un globo de otra compañía tubo un pequeño choque con el nuestro, pero ni se nota, ni ruido, ni nada roto ni movimiento. Cuando llegó el momento de aterrizar nos dio mucha pena. Yo tenia miedo a la sensación de vértigo que pudiera dar, pero nada de nada. Lo tienen todo tan controlado que aterrizamos encima del remolque en el que luego transportan el globo. Al bajar brindis con champagne (que a estas hora…) y entrega de diplomas, charlamos un rato con Francisco nuestro piloto que era muy majo. El vuelo realmente fue muy caro, pero como decía otro forero, la experiencia es inolvidable y de los 300 euros ya no me acuerdo.
Nos llevaron de regreso al hotel, desayunamos (otra vez) con el resto de los compañeros mientras les contábamos nuestra aventura.
Hoy los recorridos en bus son muy cortitos, lo primero que visitamos es el museo al aire libre de Göreme. Su nombre significa que no me vean, aquí rezaban los antiguos Cristianos. Son unas capillas excavadas en la roca y decoradas con pinturas. A la entrada de cada capilla hay un señor con un reloj y cronometra el tiempo que cada grupo puede estar dentro (creo que eran 5 minutos). Nosotros solo teníamos 2 grupos delante, pero esto en temporada alta y con el calor que debe hacer, tiene que ser tremendo. Este día lo teníamos cruzado con los japoneses, en un principio teníamos un grupo de ellos detrás del nuestro. Pues misteriosamente en la última iglesia ya estaban delante. Que bien nos lo pasamos narrando cual partido de futbol sus intentonas de adelantarnos. ¡Que grupo mas majo tenemos!

GÖREME
Dos de las capillas estaban cerradas por desprendimientos, pero las que vimos me gustaron mucho. La que mas nos gustó a todos es una que se encuentra fuera del recinto, está justo delante de donde aparcan los autobuses. Se entra con la misma entrada que ya pagaste para ver las otra, es la mas grande y para mi gusto la que tiene las pinturas mas bonitas. No dejéis de visitarla, si no nos lo comenta el guía se nos hubiera pasado y merece la pena ser visitada. Se llama iglesia Buckle (tokali). En el interior de las capillas está prohibido hacer fotos ¡cachis!

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IGLESIA BUCKLE (GÖREME)
Luego fuimos a Uchisar, el paisaje era precioso. Las típicas montañitas llenas de los huecos de ventanas de casas y una montaña partida en dos por un rayo. Aquí Erem nos escribió en un papel como se decía en turco cargador de 4 pilas. Y conseguimos comprar uno. Seguro que en otro sitio seria mas barato, pero queríamos quedarnos tranquilos y solucionar el problema.
URL=http://imageshack.us/photo/my-images/843/estambul1274.jpg/]

UCHISAR
Luego fuimos a Avcilar a un mirador desde donde se admiraba el valle de los cazadores. Un heladero hacía su jueguecito con el helado para unas modelos, como no japonesas, que estaban allí haciendo un reportaje fotográfico.
AVCILAR: VALLE DE LOS CAZADORES.
De aquí fuimos a nuestra primera visita a tiendas una joyería, fuimos rápidos y sólo un miembro del grupo compró.
Erem nos dijo que al haber visto el día anterior la ciudad subterránea habíamos ganado mucho tiempo y por ello haríamos una visita que no estaba incluida en el programa Pasabag, el valle de los Monjes. Fue el sitio que más me gustó, pasear entre las chimeneas de hadas, ese paisaje tan chulo, fue increíble.
COMISARÍA DE POLICÍA
Justo cuando faltaban unos minutos para la hora de reunirnos en el bus comenzó a llover. El guía bromeaba diciendo que él había hablado con las nubes para que lloviese solo en los momentos adecuados. Ciertamente así fue. Nunca llovió en el momento que nos estropease alguna visita.
VALLE DE LOS MONJES.
El guía nos había propuesto si queríamos ir a comer a un bufet libre por no recuerdo si 9 euros o liras por persona, todos estuvimos de acuerdo. Yo soy muy rara para comer, no me gusta el cordero y tengo que reconocer que en los hoteles y este tipo de sitios no se esmeran mucho con la comida, llegó un momento que ya me salía la ternera guisada por las orejas. Menos mal que con los postres se subsanaba la cosa.
Por la tarde nos tocó la fábrica de alfombras. Me gustó la explicación inicial y el ver como las confeccionaban. Pero de la parte en la que te las quieren vender yo pasaría. Nadie compró nada, supongo que los vendedores echarían chispas, pero no lo demostraron.
FABRICANDO ALFOMBRAS
Nos fuimos ya para el hotel, pues muchos de nuestros compañeros habían contratado el ir a ver a los derviches y la danza del vientre. Al día siguiente nos contaron que se lo pasaron bien por salir juntos, pero que el espectáculo era una turistada.
Nosotros decidimos no ir, con tantos madrugones estábamos agotados.
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AVANOS
Como me quedé dormida antes de la cena cargué las pilas, después de cenar decidimos dar un paseíto hasta el centro de Avanos, que es el pueblo donde está nuestro hotel. Fue un paseo bonito por la orilla del rio, en el centro del mismo hay una fuente luminosa y para cruzara la otra orilla se pasa por un puente colgante iluminado de color azul. ¡Como se meneaba aquel puente! Visitamos una mezquita, dimos un paseíto y a una hora prudente regresamos al hotel. Que mañana, como siempre, madrugamos.
