NAPOLES-CAPRI ✏️ Diarios de Viajes de Mediterráneo

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Estan ecursión es diferente al resto de días, porque no hay que madrugar tanto. La hora prevista de llegada al puerto es sobre las 12, pero como cada día, atraca mucho antes. Gracias a ésto, los que hacemos las excursiones por libre, podemos salir antes de hora.
Éste era uno de los miedos que tenia, el atraque, que fuese lento y, que va, todo lo contrario, todos estan siendo muy rápidos.
Por fin llegamos a Nápoles. Eran un poco antes de las 12 cuando nos decidimos a bajar.


Nuestra idea era ir a Capri, asi, que nada más salir del puerto hay que ir hacia la izquierda, en el Muelle Berello. Allí podeis encontrar un monton de taquillas. Mejor comprar billetes de ida y vuelta.
Cogimos un Aliscafo de la compañia NLG, a las 12,40. Su precio era de 18,80 por persona. La vuelta la cogimos a las 17,05 por importe 18,70 por persona. El trajecto dura algo más de 1 hora, en función del tipo de barco que cojais.


Al llegar al puerto de Capri, hay varias opciones, nosotros cojimos la más barata y rápida. Ir en funicular. 1,8 euros cada trajecto. Está a la derecha del puerto. Ya lo vereis. Allí tambien se compran los billetes de regreso, pero hay mucha gente. Yo, visto lo visto, prefiero comprar siempre ida y vuelta, es más cómodo y rápido, además de evitar las colas que encontraeris. Éste es mi consejo.












En Capri hay un monton de tiendas de lujo, hicimos un monton de fotos, daban unas ganas de entrar, pero cuando ves los precios sales pitando, que se le va hacer, somos pobre, jejejeje.
A la hora de comer, nos quedamos cerca del centro, en una pizzeria que tenia buena pinta, no me acuerdo de su nombre, pero si de su precio. Nos pedimos 2 pizzas normalitas, 1 ensalada que estaba muy rica, por cierto, y 1 botella de agua, por la totalidad de 42 €. Lo encontré un poco excesivo para lo que era, pero claro, no es la comida lo que subia, sino el servicio y el Iva. En fin, se esta de vacaciones...
Nada más comer, nos fuimos al funicular para bajar al barco. Otra vez tuvimos que hacer cola para bajar, en esa hora todo el mundo estaba allí.... que agobio.
De regreso a Nápoles nos dio tiempo a dar una vueltecilla. No me acabó de gustar mucho. Además es una ciudad muy poco segura.






Los coches no paran en los sémaforos, da igual, que esten en rojo o en verde. Nosotros lo comprobamos, casi nos atropellan.
Y nada que mencionar de los robos, a los extranjeros los asaltan con teléfonos que no existen. Todo un timo, cuidado.
Asi que viendo lo visto, volvimos al barco a prepararnos para la noche.

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