![]() ![]() El sur de Etiopía ✏️ Travel Journeys of Ethiopia
Día 13. Addis Abeba-Lago Langano. A la hora acordada apareció el conductor de la agencia Fabulosa Etiopía que nos llevó en busca del saco y que después de ver los precios, decidimos no comprar e irnos a dormir a un hotel… Por curiosidad, y...![]() Travelogue: Etiopía: 24 días (norte y sur)⭐ Points: 4.7 (6 Votes) Travelogues: 3 Localization:![]() Día 13. Addis Abeba-Lago Langano A la hora acordada apareció el conductor de la agencia Fabulosa Etiopía que nos llevó en busca del saco y que después de ver los precios, decidimos no comprar e irnos a dormir a un hotel… Por curiosidad, y aprovechando la necesidad de sacar dinero, nos fuimos al Sheralton, el hotel más caro de Addis y, dios mío! qué nivel! De ahí ya cogimos rumbo hacía el sur pero parecía que la ciudad no acababa nunca, el extrarradio es enorme. Nuestra primera parada la hicimos en Adadi Mariam, una iglesia excavada en la roca del siglo XVI. Resulta curiosa, pero después de haber visto Lalibela, ya no impresiona tanto. La siguiente fue para visitar las Estelas de Tiya, lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, aunque resulta curioso lo impreciso de su origen. He leído desde que son prehistóricas, del siglo XII y del XVI. Son unas 45 piedras de hasta dos metros de altura con grabados, en algunas de ellas, de espadas. Alex, esta foto va por ti! Y continuamos nuestro viaje para adentrarnos ya en un paisaje alucinante!! Esto ya es más el África que imaginamos, con sus acacias y sus casitas redondas de adobe. Por el camino nos encontramos con muchísimas personas y ganado en la carretera, hay que estar muy atento a la conducción porque es realmente difícil, en cualquier momento un burro, una cabra o una vaca se te cruza en el camino. En general, casi todos los niños y niñas nos saludan al vernos pasar, pero nos ha resultado curioso que en más de un par de ocasiones nos tirasen palos o naranjas… Parece que esto no es tan raro, pero de 1000 niños que te encuentras, puede pasar con uno, que es un porcentaje muy bajo, pero me llamó mucho la atención. Pero creo que aún es peor que nada más vernos se nos acerquen pidiendo birrs. Esto no lo noté tanto en la zona norte, allí querían acompañarte y enseñarte todos los sitios posibles para que luego los compenses, pero aquí es directamente que les des. Es evidente de quién es la culpa de que se haya generado esta situación… Y por fin llegamos a Lago Langano, con una superficie de 305 km2 y en el que se puede bañar uno, a pesar de su agua marrón. El hotel al que fuimos era tipo Lodge, como todos los que había alrededor, pero de gama baja… Al llegar aquí nos dimos cuenta que estábamos todas negras, que teníamos una capa de hollín sobre nosotras y nuestras cosas. Inimaginable lo negro que salía el agua al lavarme la cabeza… y con agua fría, que aquí no hay caliente! Después de la ducha reparadora y una cena frugal, nos dimos un pequeño paseo por la orilla del lago en el que se reflejaba la luna. Una imagen preciosa. Lo malo es que el paseo es muy corto porque está acotado por cada resort, pero aún así, estuvo muy bien. Mañana hablaremos con nuestro conductor para que solucione el problema del hollín dentro del coche ya que estamos convenidas de que tiene una fuga interna. Día 14. Lago Langano-Arbaminch Hablamos con nuestro conductor y se ofreció a ir a un taller en el próximo pueblo. Al fijarnos pudimos ver claramente el humo dentro del coche. Esta vez ya nos cubrimos la cabeza y la nariz, el resto del cuerpo y ropa quedaría para la ducha y lavado… Tuvimos que esperar una hora por el coche y le dijeron que había 3 agujeros en la parte trasera que había parcheado, pero al cabo de poco vimos cómo seguía entrando y cómo nos picaba la garganta y los ojos, por lo que había que volver al mecánico, cosa que hicimos en Sodo, mientras comíamos, aunque tuvimos que esperar otra hora más. Parece que había otro agujero, pero, al igual que antes, al cabo de un rato volvió a salir humo… Decidimos llamar a nuestro contacto para que nos cambiase de coche, pero no lo pudimos localizar. En el día de hoy se recorren creo que cerca de 600 km por lo que, envueltas en nuestros pañuelos, decidimos disfrutar del hermoso paisaje que se nos mostraba. Campos de plataneros salpicados de pequeños poblados y de muchos rebaños de cabras y vacas. Una vez más, los niños se acercan solo para pedir los birr. Pero es curioso que hasta ahora el gran porcentaje de quienes lo hacen son niños, las niñas son más tímidas y se limitan a sonreír y esconderse o bajar la cabeza. Llegamos bastante tarde a Arbaminch pero encontramos un hotel nuevo y bien de precio, así que aquí nos quedaremos dos noches. Lo que más deseábamos era darnos una ducha y quitarnos este mohín que tenemos encima, luego, lavar la ropa… Hoy me apetece una retirada tempranera para ver las fotos, escribir, leer, así que aquí estoy, en cama a punto de quedarme dormida. A ver cómo se soluciona lo del coche, mientras tanto, seguiremos con nuestro Bruck y su coche con fugas… parece que no tenemos otra opción… bien! Mañana visitaremos la primera tribu, a ver que tal va la cosa porque ahora tengo mis reservas de haber tomado una decisión correcta. No se si estamos corrompiendo esto. Día 15. Arbaminch (Lago Chamo y visita a poblado de los Dorze) Por la mañana nos fuimos hacia el lago Chamo, previo pago de tasas (90 birr por persona) por la entrada en el parque. Tuvimos un problemilla ya que el conductor decía que no teníamos incluido el paseo en barco (770 birr de 1 a 6 personas) y nosotras decíamos que sí… así que después de llamadas varias, se pudo aclarar las cosas y no tuvimos que pagar nosotras. El paseo es muy bonito, vimos una familia de hipopótamos y varios cocodrilos, así como una gran variedad de aves. Es muy relajante y agradable. Ahí nos volvimos a encontrar con los otros grupos de españoles con los que ya hemos coincidido en varias ocasiones: el grupo de Gabi y 2 grupos más. Es increíble la cantidad de españoles con los que nos vamos encontrando, sobre todo aquí, en el sur, son la gran mayoría. A la vuelta me fui directamente a descansar al hotel y ni comí ni nada, así que para las 3, que era la hora a la que nos vino a buscar nuestro conductor, ya estaba como nueva. Esta tarde tocó nuestra primera visita a un poblado, la de los Dorze, que están a 1.000 m de desnivel más que Arbaminch. Nos atendió el jefe del poblado, un chico con rastas muy moderno y nos enseñó la casa de su familia, las utilidades de los plataneros y luego nos bebimos su bebida típica. Esta es la presentación que hacen a todos los grupos y puede resultar artificial pero yo me lo he planteado como una visita etnográfica y me ha gustado mucho. Luego nos invitaron a unas cervezas en la casa donde vive el jefe con su abuela. Pasamos una tarde bastante divertida. En el poblado han hecho un Lodge con unas habitaciones muy chulas, el precio rondaba los 150 birr y puede ser una buena opción para estar unos días allí y conocer el pueblo algo mejor. Ya de noche, volvimos a nuestro hotel donde yo, una vez más, no comí y me fui directa a dormir. Día 16. Arbaminch-Jinka Salimos temprano para ir hacia Jinka y entrar, así, en el Valle del Omo. Las vistas son muy bonitas, pero para nada lo que yo me imaginaba en el sur. Al ser época de lluvias está todo verde y se ven la mayor parte de las montañas cultivadas, la mayor parte con maíz. Tal y como ya teníamos organizado, llegamos para visitar Key con su mercado semanal (jueves). Nos encantó! creo que es la mejor manera de ver las diferencias etnias, en su mercado. Allí pudimos ver a los Hamer, Benna, Tsemay y Ari. No les gusta mucho las fotos, pero por lo demás, son muy amables y curiosos. Nuestra amiga Raquel salió a bailar con ellos y eso nos acercó más a ellos. Allí estuvimos más de tres horas! Creo que ha sido, por ahora, lo mejor del viaje. Estar “mezclada” entre ellos me ha encantado, creo que esto es mejor que ir a visitarlos, pero eso lo veré mañana, que vamos a ver a los Mursi!! Día 17. Jinka. Visita a los Mursi Y llegó el día de la visita al poblado de los Mursi! Nos han contado un montón de cosas sobre ellos y ninguna buena (agresivos, muy pesados, que pellizcan,…), pero fuimos con la idea de que nos íbamos a encontrar lo mejor… y así fue. Al llegar guardamos nuestras cámaras y solo quisimos dar el paseo por el pueblo con nuestro guía (que habíamos contratado para todo el día por 200 birr) y que nos fue explicando muchas cosas sobre ellos. Durante toda la visita nos seguían y, sobre todo, tocaban. Son muy curiosos y yo hice como ellos, no me corté en tocarles, en cogerles sus brazaletes o colgantes y ellos se reían. Cuando nos marchábamos uno cogió una cámara… y allí empezó la fiesta! Supuestamente teníamos que pagar entre 2 y 5 birr por foto… bueno, pues allá empezaron ellos a hacerse fotos entre sí! Puede que no tenga las fotos que yo habría esperado sacar, pero no lo cambiaría por nada! Hasta se hicieron un vídeo!. Arriba veis dos fotos que sacaron ellos, entre las decenas que hicieron! La verdad es que fue un rato muy divertido, es como si se relajaran y empezaran realmente a ser ellos mismos, no las personas que buscan birr a cambio de fotos. Después de más de 2 horas sacando fotos y juegos varios, bajamos hacia Jinka, no sin antes hacer una paradita para reponer fuerzas y aprovechar a hacer unas fotos “de pago” a una mujer mursi. Creo que la peor que tengo… En la foto de arriba, en la parada con nuestro conductor y guía de hoy, Salomon. Después de comer nos fuimos hasta el Museo del Valle de Omo que disfrutamos mucho, ayuda mucho a conocer a las diferentes etnias y situarte un poco, Luego de un breve paseo por los alrededores de éste para ver la parte “vieja”, es decir, un poblado de los Ari, nos fuimos al mercado donde hicimos acopio de plátanos, aguacate, maracuyá, … La gente es muy agradable y curiosa, te paran para estrecharte la mano y darte la bienvenida o decirte su nombre. Si les sonríes, te devuelven la sonrisa. También es cierto que no a todo el mundo le gusta que le saquen fotos y ha habido alguna señora que se ha molestado, pero esto es totalmente entendible. Después de otra pausa nos fuimos al hotel a pie en medio de la absoluta obscuridad por caminos que sin Salomon hubiera sido imposible encontrar! este pueblo es un poco caótico y no tiene ninguna calle asfaltada. Esta noche hay fiesta, es viernes y eso se celebra, pero Raquel y yo hemos decidido, muy a nuestro pesar, quedarnos a descansar mientras que Laura y Sara se fueron para allí… Sigo con la garganta mal y tengo una buena infección, así que continúo con mis antibióticos y a descansar… si es que estoy mayor!!! Aquí estoy, con mi ordenador en una negra oscuridad (no hay luz en el hotel) en mi cama dentro de una mosquitera escuchando los grillos fuera… un día perfecto! Día 18. Jinka - Turmi Salimos con retraso porque nuestro coche estaba de nuevo en el taller… menos mal que nuestro conductor es un encanto y lo compensa todo… De camino a Turmi hicimos parada en el mercado de Dimeka, región de los Hamer. Esto es lo mejor, visitar los mercados más que los pueblos. Me gusta mucho poder interactuar con ellos ya que tienen bastante sentido del humor y en seguida entran al trapo con las bromas. Como en todos los sitios, los niños se te cuelgan de la mano para, después de el recorrido, pedirte que les compres zapatos, camisetas,… fuera de esto y aparte de sacarte unas fotos, puedes comprar a muy buen precio unos plátanos riquísimos, así como una especie de buñuelos. Las pulseras, collares y figuras son de un precio bastante alto. Después del mercado nos fuimos a comer allí mismo y más de una hora después conseguimos la comida! es realmente lento, por lo que hay que tomárselo con mucha calma e ir a comer aunque no tengas hambre… para cuando llegue la tendrás! Esta noche y la siguiente toca acampada y aunque Laura y yo no trajimos nuestros sacos, vamos a intentarlo porque hace bastante calor. La otra opción era ir a los Lodge de al lado, pero fuimos a preguntar y nos ofrecían una tienda de campaña con dos camas por 50 USD, así que decidimos probar suerte esta noche. Además, así estamos todas juntas y poder echar la partidida a las cartas de rigor. Hace calor, espero que se mantenga por la noche. Día 19. Turmi. Visita a Omorate Hoy tocó la visita al poblado de los Dashenech en Omarate (a 20 km de la frontera con Kenia), tribu seminómada que se desplazan siguiendo el río Omo en dirección sur hasta el Lago Turkana. Para acceder a él hay que atravesar el río en canoa hecha con un tronco. Esta ha sido la peor visita que he tenido y la que me ha hecho llegar a una conclusión sobre el hecho de ser o no buenas nuestras visitas. Desde que entramos al poblado nos acosaron para que le hiciéramos fotos como si fuera un mercado, cada uno se ofrecía por un precio diferente, hasta hacían descuento por tríos… El guía local que hay que pagar, al igual que pagar por la entrada al poblado (unos 5 € por persona), solo nos acompañó hasta allí y después de una brevísima explicación nos dijo: ya podéis sacar fotos. Le dijimos que queríamos saber algo más y que, en principio no íbamos a hacer fotos. Fue penoso… nos dijeron: NO PHOTO, GO. No hubo manera de interactuar con ellos y jugar con los niños, solo decían PHOTO TWO BIRR con gran insistencia. Hablé con el guía y le dije que esto me estaba haciendo sentir fatal, que yo era una persona que quería conocerlos, no solo fotografiarlos y que me dolía que me echasen del pueblo por no interesarles al no dejar más dinero. Todas nos sentimos fatal, fue un bajón muy grande y un desencantamiento. Finalmente saqué una foto y le di mi cámara al guía y el sacó algunas de nosotros con ellos, pero fue desagradable. Incluso en un momento en el que Laura se puso a hacer una especie de rap con los niños con la frase que no paraban de decir “one photo one birr”, salió una mujer echándonos. Ni un momento de una pequeña risa. Nada, solo éramos dinero. Esto fue lo que ya me hizo concluir en mi reflexión. Creo que con estas visitas estamos cambiando su forma de vida, su carácter, sus tradiciones. Según he podido comprobar, la gran mayoría de los turistas vienen a hacer un reportaje gráfico y nada más, es como hacer un safari fotográfico, pero en vez de animales de personas. En este caso, las personas se adornan para atraer tu atención y se ofrecen, tú tienes que decidir a cuál vas a pagar y fotografiar. Puede que para muchas personas esto sea correcto pero no lo es para mi y mi ética. Tal vez si las visitas a las tribus fueran de otra manera (didácticas) y no estuviera permitido el pagar por hacer fotos, esto sería diferente y viable. Lo malo es que, como ya dije anteriormente, a la gran mayoría de los turistas es lo único que les interesa, llevarse unas buenas fotos. Sobre este tema he hablado con varias personas y hemos coincidido en que tal como está funcionando, lleva un mal camino. Tal vez deberíamos exigir a los guías locales que nos expliquen más cosas y relajarnos y disfrutar de poder interactuar con ellos olvidándonos de la cámara de fotos. Creo que tenemos que hacer un turismo responsable. Después de esta experiencia, decidí no ir a la visita al poblado de los Hamer que teníamos prevista para la tarde. En el camping donde estamos hay varios de ellos y vienen al pozo que tenemos al lado a lavarse. He estado con ellos, les he dejado jabón, me han ayudado a sacar agua, hemos lavado la ropa juntos, nos hemos echado unas risas y esto, para mi, es más importante que sacarles unas fotos. Dormir de acampada bajo el espectacular cielo estrellado resulta muy relajante y me ha animado un poco; todavía nos quedan visitas por hacer, pero creo que me voy a dedicar a pasear por los pueblos e ir a los mercados. Día 20. Turmi–Yabelo Salida temprana con parada en el pueblo de los Konso, ni Sara ni yo fuimos a visitar el poblado original, yo ya tengo claro que no vuelvo a hacer algo similar.Así que nos fuimos a dar un paseo por el pueblo camino al mercado, la gente aquí es muy amistosa, nos miraban extrañados pero en cuanto les sonreías ya te correspondían. Conste que al final resultó que la visita, del poblado Konso, es una de las mejores porque solo es una visita al pueblo, y al vestir de forma normal, los turistas no les sacan tantas fotos por lo que tampoco te agobian con ello, Raquel y Laura vinieron encantadas, salvo por el problema con el conductor.... se puso a chillarles porque se retrasaban en la visita al los Konso y creemos que estaba o bien bebido o había tomado algún “estimulante”… esto hizo que se rompiera el buen rollo con él y se sufriese con menos paciencia el consumo de polución diaria… Nos saltamos la visita al poblado Erbore porque nos dijeron que eran similares a los Dasanech. Llegamos a las seis a Yabelo y fue difícil encontrar dónde dormir. Aquí aumentaron los problemas con el conductor. Este es un pueblo de paso, casi que parada obligatoria desde Turmi a Awasa, por lo que no hay absolutamente nada, salvo gasolineras y hoteles. Como cada noche… partidita y unas cervecitas para olvidar el mal rollo… y misión cumplida! Día 21. Yabelo-Awassa El paisaje en este trayecto fue espectacular, parecía cualquier país de centroamérica! Después de una breve parada en Dila para comer, llegamos temprano a Awassa donde nos resultó complicado encontrar donde dormir. Resulta que hay una norma, que no todos los hoteles aplican, que dice que no pueden dormir en la misma habitación personas del mismo sexo… por lo que tendríamos que coger cuatro habitaciones. Al final nos fuimos al lado del lago, pagamos un poco más pero pudimos compartir y en un lugar precioso (las habitaciones y baños, básicos, pero el entorno, inmejorable). Cual fue mi sorpresa cuando me acerqué al lago y vi una cabeza asomada en el agua muy cerca y me doy cuenta que tengo en frente de mi a un hipopótamo!!! En la orilla había unas sillas desde donde era un lujo tener este espectáculo de la naturaleza… por cierto, había un montón de monos pequeños por todos lados con los que había que tener cuidado por su mala costumbre de cogerte todo lo que puedan! Nos bebimos unos ricos zumos y al anochecer nos volvimos a las habitaciones para, como cada noche, jugar unas partiditas a las cartas. Como siempre… mañana toca madrugar! Día 22. Awassa-Addis Abeba Muy temprano nos fuimos al Mercado de los Pescadores donde yo me esperaba una especie de lonja y fue mucho más grato y tranquilo que todo eso, simplemente había unas barcas que llegaban con su pesca y los compradores que les esperaban en la orilla. En el mismo recinto hay para cocinar el pescado que ya tienen ellos o el que tú hayas comprado. Después de la visita, salimos temprano para Addis, ya deseosas de llegar al hotel, darnos una ducha y quitarnos todo el polvo negro que diariamente nos quitábamos y que al subir al coche, volvía… Laura y Raquel decidieron quedarse un día más aquí y tuvieron la suerte de poder participar de la fiesta de “fin de año” que se celebraba al lado del hotel. No recuerdan el nombre de este grupo religioso, pero se lo pasaron en grande. Recomiendan pasar dos días en Awassa, ya que es una de las ciudades más tranquilas y limpias que hemos visitado. Sara y yo, decidimos quedarnos en el hotel el resto de la tarde y preparar las mochilas. Mañana toca otra vez madrugar… Día 23. Addis Abeba Hoy ha sido un día muy aprovechado! Muy temprano Sara y yo nos fuimos a visitar el hospital de la Madre Teresa de Calcuta. Aquí una tiene sentimientos encontrados, desde la ternura hasta el estremecimiento pero sin duda no deja a una indiferente. Ha sido duro pero es grato ver que hay gente que cuida a estas personas abandonadas, una gran mayoría discapacitados, tanto niños como adultos. Desde ahí nos fuimos a visitar el Museo Nacional (entrada 10 birr), que la verdad es bastante pequeñito y que tiene el único aliciente de ver a Lucy. Tiene un apartado muy bueno de la evolución del hombre, con restos de hace cuatro millones de años, que se dice pronto! De aquí nos cogimos un bus al Merkato, con la idea de hacer las últimas compras, pero, tal como sospechábamos, es un gran mercado local donde se vende desde un colchón hasta una sierra, pero “cositas” para regalar o recuerdos, pues no. Después de unas vueltas nos volvimos al hotel mientras nos cayó la mundial con granizo incluido. Lo bueno fue que al hacer paradas para resguardarnos vimos un comercio con todas esas cositas que queríamos: collares, estatuas, pinturas, cafeteras,… y ahí nos refugiamos bastante tiempo, hasta que decidimos que había que seguir y llegar completamente empapadas al hotel. El vuelo sale a las 4.30 de la mañana así que nos da tiempo de cenar tranquilamente y despedirnos con otra partida de cartas! Sobre las 11 Raquel y yo nos fuimos al aeropuerto a empezar nuestro largo viaje de regreso. Blog: Viajando | Imágenes y sensaciones Index for Blog: Etiopía: 24 días (norte y sur)
01: El norte de Etiopía
02: Gastos del viaje
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