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1. Subida a la ciudadela.
Desde que llegamos a Budapest me fije en la impresionante estatua que preside el alto monte enfrente de la colina del castillo, así es que busqué información en nuestra fantástica guía (de nuevo la Lonely Planet), y vi que en ese monte había varias cosas interesantes. Lo principal es la ciudadela. Tuvimos que coger un metro y dos autobuses, pero lo planificamos muy bien antes de salir desde la web de transporte público a ver que nos venía mejor. El bus que sube es el 27, y lo gracioso es que en la parada donde teníamos que cogerlo habían quitado el cartel de que paraba, pero en esto que pasó, paró, y corriendo, nos subimos. La parada no tiene pérdida, pues se llama “Citadella”. Aún tienes que subir por una cuestecilla hasta que llegas arriba, pero las vistas son impresionantes. No llegamos a entrar dentro, donde hay un museo de cera, pero rodeando los muros pasas por un lugar donde hay varias piezas de armamento militar de la segunda guerra mundial expuestas: cañones antiaéreos, lanzamorteros y dos o tres mas. Aparentemente la ciudadela fue construida por los Habsburgo después de la guerra de la independencia para poder controlar nuevos posibles brotes de insurrección, pero cuando la terminaron el clima político había cambiado y se había quedado obsoleta, por eso se dice que es una fortaleza que nunca ha visto una batalla. También se dice que la resistencia de los nazis a dejar Budapest se debió a que se atrincheraron detrás de sus muros, aunque con el final de la guerra tuvieron que abandonar.
Cañones de la Segunda guerra mundial / Estatua de la Libertad
Siguiendo los muros llegas a la enorme estatua de la que hablaba antes, el llamada “monumento de la Libertad”. Representa a una dama que sujeta una hoja de palma con los brazos en alto, y es enorme, muy de estilo soviético, aunque parece ser que en inicio no estaba destinada a ello. Es un homenaje a los soldados soviéticos que murieron durante la liberación de Budapest, y al principio se ve que en el gran pedestal sobre el que se asienta estaban los nombres de dichos soldados caídos, así como varias esculturas representativas de ellos. Cuando cayó el telón de acero borraron los nombres y trasladaron las estatuas al “parque de las estatuas”.
2. Iglesia de la Cueva
Tras observar toda la panorámica observable desde allí arriba, decidimos ver si encontrábamos la “Iglesia de la Cueva”. Realmente es muy sencilla de encontrar si estas abajo del todo, pero desde arriba no teníamos ni idea, porque además la red de senderillos que desciende monte abajo es interminable y es fácil perderse e ir hacia arriba en vez de hacia abajo. En estos senderos, de vez en cuando, uno se encuentra miradores que ofrecen perspectivas nuevas de la ciudad. En un momento dado nos dimos cuenta de habíamos visto varias veces pintado en el suelo un símbolo que se repetía de vez en cuando: una mezcla de flecha y cruz anaranjada sobre fondo blanco. Pues si, hay que seguirlas, pues indican el camino hacia la iglesia, y no solo hacia esta, pues desde ella también salen flechas hacia otros lugares, suponemos que también templos.
Marca que indica la ruta hasta la iglesia / Fachada de la Iglesia de la Cueva
La iglesia está casi abajo del todo, y cual fue nuestra sorpresa al ver que justo enfrente estaba el famoso Hotel balneario Gellert. Desgraciadamente no nos daba tiempo de entrar, pero nada mas que viendo la fachada del edificio se puede uno imaginar como deber ser bañarse allí.
La iglesia rupestre y con la entrada te prestan una audio guía. Te cuentan que detrás hay un monasterio de monjes palatinos y muchas cosillas de las diferentes capillas que tiene, todo ellos muy relacionado con la historia de Budapest. Está construida al modo del santuario de Lourdes. Tiene varias capillas, todas curiosas. Durante los años 50 fue tapiada por los comunistas que prohibieron el culto en ella hasta que en 1989 se reabrió y se volvió a consagrar como un lugar sagrado. En el exterior queda señalada por una enorme cruz de piedra sobre la roca.
3. Monumento a San Gellert
Cuando salimos de allí continuamos nuestro paseo siguiendo el río para buscar el monumento a San Gerardo (Gellert), que se encuentra enfrente del puente de la libertad. Es fácil de encontrar, ya que se aparece ante una una estructura con dos escalinatas flanqueadas por dos columnas con águilas, a cada lado de una cascada de agua. Subiendo se llega al monumento que recuerda que según la leyenda, desde aquel lugar San Gellert fue despeñado metido en un barril remachado con púas por aquellos lugareños gentiles que no querían aceptar el cristianismo como su religión. El monumento es una columnata grande en forma de media luna con la enorme escultura del mártir delante al pie del monte. Tan al pie está que no lo puedes ver de frente, y si quieres sacarle una foto te tienes que ir para abajo, al puente.
Monumento a San Gellert / Estatua de Sisi
4. Estatua de Sissi
Nuestra última visita es a la estatua de Sissi en el parquecillo que hay bajo el puente de la libertad. Aparentemente es la única estatua de Budapest que recuerda a la dinastía de los Habsburgo. Se ganó el afecto del pueblo y cuando fue asesinada toda la nación guardó luto por ella.
Después de este paseo, a comer y por la tarde de nuevo a los baños Schezeny a relajarnos un poquito. Como ya dije antes, esta vez estaban mas concurridos, pero nos sirvió de relajación después del pateo por el monte.