Desde el principio este viaje me ponía nerviosa por ser mas largo de lo que normalmente solemos hacer y además era la primera vez que mezclábamos el coche con los medios de transporte públicos. Gracias a dios y a la buena voluntad de mucha gente, todo salió bien, y aunque hubo algunos imprevistos, pudimos solucionarlos sin mayores consecuencias.
Como consejos diría lo siguiente:
El idioma: entenderse no es difícil si los dos ponen de su parte, pero es aconsejable al menos hablar algo de inglés, te facilita mucho las cosas.
Transporte: prepárate bien el viaje, es muy importante conocer como obtener información sobre el transporte público, pues especialmente Budapest es una ciudad grande, y en ambos países van a pillar a los turistas.
Comida: en Bratislava si probé cosas diferentes, en Budapest realmente no me pareció una cocina tan diferente como me esperaba. Cuando pedí goulash me pusieron un estofado de ternera como el de mi madre en un cuenco de barro con una torta de pan encima, y cuando pedí paprika para las patatas me pusieron una salsa que era exactita al mojo picón. Llamadme cateta, pero os cuento lo que viví. De todos modos, la comida, especialmente las carnes y los postres, buenísimos.
El agua: hay que tener cuidado de pedir sin gas, porque el agua mineral que ofrecen es con gas, lo mismo en los supermercados. Normalmente las que tienen tapón verde o azul son con gas, y las que lo tienen rosa o rojo son con poco gas o sin nada. De todos modos, en el caso de Budapest el agua del grifo es estupenda, es potable y está buenísima.
Qué ver: depende de los días que vayas. Si vas muchos, llévate una guía, si vas poquitos, mirate alguno de los diarios que la gente escribe en el foro, es increíble la cantidad de información útil que se puede obtener.
Documentación: al ser los dos países de la zona Schengen es suficiente con el DNI, pero yo siempre me llevo también el pasaporte, por si las moscas. Si vais a conducir, obviamente, el carné de conducir, no es necesario convalidarlo ni nada de eso, sólo hay que estar atento de tener las vignettes correspondientes a cada país para evitar posibles multas. También aconsejo llevar en la cartera las direcciones y teléfonos de las embajadas o consulados de España en los países a los que vayamos y darse de alta en el registro de viajeros del ministerio de asuntos exteriores y cooperación (www.visatur.maec.es/viajeros/), por lo que pueda pasar.
Ropa: depende de la época del año, claro está. Para mediados de octubre, que fue cuando hicimos este viaje, yo recomiendo llevar algunas mangas cortas para el día, con alguna sudadera o jersey, y un buen chaquetón de invierno para la noche, ya que a partir de la segunda semana de octubre comienzan a bajar las temperaturas. El paraguas y el calzado para la lluvia no debe faltar, ni tampoco el pijama de invierno o al menos algo para echarse por encima cuando uno está en la habitación, ya que no encienden la calefacción hasta el 9 o el 10 de octubre, y en nuestro caso, a las 8 de la tarde la temperatura exterior era de unos 5 o 6 grados.
Y recordad, con una sonrisa y una buena actitud se puede conseguir muchísima cooperación de gente con la que no nos podemos entender de otra manera.. ¡Haced vuestro viaje inolvidable!
FIN