Norte de la India y Nepal con vistas al Everest !!!
Decisión :
Estuvimos valorando durante algunos días lo que nos gustaría visitar y las disponibilidad de días para el viaje, en este caso fueron 15 días, la posibilidad de hacerlo por nuestra cuenta o de realizar las reservas a través de una agencia de viajes.
Al final decidimos la ruta, por fin y una vez concretado todo lo que queríamos ver, nos decantamos en contratarlo a través de una agencia de viajes, de esta manera con solo quince días era más fácil cuadrar transportes, junto los aviones y los hoteles.
Combinamos transportes privados, con trenes y aviones.
Los vuelos elegimos la compañía Qatar airlines con parada en Doha, una buena compañía aérea, con modernos aviones con pantallas táctiles en todos los asientos y personal amable, después de Emirates es de las mejores en que he volado, sus precios son interesantes, sobretodo si puedes pillar alguna oferta.
Salimos de Barcelona con destino Dolha, un vuelo agradable hasta el primer destino, una vez en Doha todos los transfers están muy bien indicados
Pero cuando fuimos a coger el segundo vuelo, de Doha a Amristar, nos dimos cuenta que éramos los únicos occidentales que íbamos en el vuelo, los demás eran todos sigs cada uno con su turbante del color de la casta, a mi me toco sentarme en medio de dos.
Llegamos a la ciudad por la noche, el tiempo justo para hacer el check in en el hotel cenar y prepararnos para el día siguiente.
AMRITSAR
Es una ciudad fuera de las típicas rutas de los viajes organizados, pero muy interesante. Para mi es uno de los lugares muy a tener en cuenta en las rutas por la India, casi diría que me gusto más que ninguna otra ciudad.
En teníamos reservadas un par de noches en el hotel ISTA en amritsar, bastante lujoso, situado un poco a las afueras pero muy cómodo y con un centro comercial justo al lado, de tipo occidental, donde a parte de tiendas, habían algunos restaurantes.
El primer día en India!, como teníamos día libre se nos ocurrió coger un taxi (125 rupias) que nos dejo en el centro, ¡¡toma primer impacto de realidad India!!, comprobamos que no había ningún turista mas de momento a la vista.
Después del relativo acoj... hasta que no le coges el tranquillo, pudimos comprobar el caos que reina en la india, el trafico es estresante, todo el mundo pitando pasando por donde quieren y nosotros ahí en medio , la verdad que de entrada te impacta mucho hasta que te vas acostumbrando.
Los indios en general son todos muy amables , aunque claro, tienen que intentar venderte algo, pero sin agobios, intentando buscar un poco de paz, nos dirigimos al templo de Oro de religión sigh, que estaba al final de la calle, una vez allí entramos, no sin antes quitamos los zapatos , hay que dejarlos en una consigna pues está prohibido entrarlos en los lugares sagrados, ni si quiera en la mochila (son impuros y además seguro que son de piel de Vaca) , ni llevar tabaco, ni mecheros, antes de entrar nos liamos el turbante a la cabeza que también es obligatorio y para dentro.
Una vez traspasada la entrada tuvimos delante todo el esplendor del lugar con el templo en el centro, rodeado de agua y los fieles dando vueltas alrededor. Vimos una pareja de occidentales!!! entre los miles de sigh, ya no estabamos solos.
El templo de oro es una Impresionante, precioso y se respira muchísima paz, cientos de creyentes van dando la vuelta a el estanque gigantesco, escuchando la lectura de sus libros sagrados por los altavoces, es mágico, uno de los momentos zen del viaje, transmite una relajación interior indescriptible.
Cada día dan de comen gratis entre 50000 y 100000 personas, es curioso los correcta y ordenada que es la gente IMPRESIONANTE.
El templo está muy cuidado y limpio, sobretodo comparado con el exterior porque el centro de la ciudad está hecha polvo y muy sucia , algunos fieles se bañan en el agua del estanque, nosotros íbamos siguiendo la corriente girando alrededor, como ya nos habíamos impregnado suficiente de tanto esoterismo decidimos regresar al hotel.
Después de una necesaria siesta, y de ponernos a tono con el Jetlag, fuimos a cenar al centro comercial al lado del hotel, parece otro mundo pues son parecidos a cualquier centro comercial que te puedes encontrar en Europa.
Decisión :
Estuvimos valorando durante algunos días lo que nos gustaría visitar y las disponibilidad de días para el viaje, en este caso fueron 15 días, la posibilidad de hacerlo por nuestra cuenta o de realizar las reservas a través de una agencia de viajes.
Al final decidimos la ruta, por fin y una vez concretado todo lo que queríamos ver, nos decantamos en contratarlo a través de una agencia de viajes, de esta manera con solo quince días era más fácil cuadrar transportes, junto los aviones y los hoteles.
Combinamos transportes privados, con trenes y aviones.
Los vuelos elegimos la compañía Qatar airlines con parada en Doha, una buena compañía aérea, con modernos aviones con pantallas táctiles en todos los asientos y personal amable, después de Emirates es de las mejores en que he volado, sus precios son interesantes, sobretodo si puedes pillar alguna oferta.
Salimos de Barcelona con destino Dolha, un vuelo agradable hasta el primer destino, una vez en Doha todos los transfers están muy bien indicados
Pero cuando fuimos a coger el segundo vuelo, de Doha a Amristar, nos dimos cuenta que éramos los únicos occidentales que íbamos en el vuelo, los demás eran todos sigs cada uno con su turbante del color de la casta, a mi me toco sentarme en medio de dos.
Llegamos a la ciudad por la noche, el tiempo justo para hacer el check in en el hotel cenar y prepararnos para el día siguiente.
AMRITSAR
Es una ciudad fuera de las típicas rutas de los viajes organizados, pero muy interesante. Para mi es uno de los lugares muy a tener en cuenta en las rutas por la India, casi diría que me gusto más que ninguna otra ciudad.
En teníamos reservadas un par de noches en el hotel ISTA en amritsar, bastante lujoso, situado un poco a las afueras pero muy cómodo y con un centro comercial justo al lado, de tipo occidental, donde a parte de tiendas, habían algunos restaurantes.
El primer día en India!, como teníamos día libre se nos ocurrió coger un taxi (125 rupias) que nos dejo en el centro, ¡¡toma primer impacto de realidad India!!, comprobamos que no había ningún turista mas de momento a la vista.
Después del relativo acoj... hasta que no le coges el tranquillo, pudimos comprobar el caos que reina en la india, el trafico es estresante, todo el mundo pitando pasando por donde quieren y nosotros ahí en medio , la verdad que de entrada te impacta mucho hasta que te vas acostumbrando.
Los indios en general son todos muy amables , aunque claro, tienen que intentar venderte algo, pero sin agobios, intentando buscar un poco de paz, nos dirigimos al templo de Oro de religión sigh, que estaba al final de la calle, una vez allí entramos, no sin antes quitamos los zapatos , hay que dejarlos en una consigna pues está prohibido entrarlos en los lugares sagrados, ni si quiera en la mochila (son impuros y además seguro que son de piel de Vaca) , ni llevar tabaco, ni mecheros, antes de entrar nos liamos el turbante a la cabeza que también es obligatorio y para dentro.
Una vez traspasada la entrada tuvimos delante todo el esplendor del lugar con el templo en el centro, rodeado de agua y los fieles dando vueltas alrededor. Vimos una pareja de occidentales!!! entre los miles de sigh, ya no estabamos solos.
El templo de oro es una Impresionante, precioso y se respira muchísima paz, cientos de creyentes van dando la vuelta a el estanque gigantesco, escuchando la lectura de sus libros sagrados por los altavoces, es mágico, uno de los momentos zen del viaje, transmite una relajación interior indescriptible.
Cada día dan de comen gratis entre 50000 y 100000 personas, es curioso los correcta y ordenada que es la gente IMPRESIONANTE.
El templo está muy cuidado y limpio, sobretodo comparado con el exterior porque el centro de la ciudad está hecha polvo y muy sucia , algunos fieles se bañan en el agua del estanque, nosotros íbamos siguiendo la corriente girando alrededor, como ya nos habíamos impregnado suficiente de tanto esoterismo decidimos regresar al hotel.
Después de una necesaria siesta, y de ponernos a tono con el Jetlag, fuimos a cenar al centro comercial al lado del hotel, parece otro mundo pues son parecidos a cualquier centro comercial que te puedes encontrar en Europa.