Si se dispone de un dia, ACONSEJABLE 100 por 100.
Bien, viajeros, de nuevo en casa, voy a proseguir con el diario de nuestra visita a Praga en la semana santa de este año (del 26 al 31 de marzo). Como os anticipaba llevábamos programada la excursión a Cesky Krumlov, . Dado que los precios que se barajaban en excursiones guiadas se salían, en mucho, de nuestro presupuesto, seguimos los consejos leídos en www.losviajeros.com, y compramos on line los billetes de ida y vuelta, en autocar, a través de Student Agency, [url=http://]www.studentagencybus.com/order_en[/url], a 14,30€/billete i/v.
El autocar sale de la estación de autobuses Na Knineci, en Andel, parada línea amarilla.
Hora de salida a las 7h y regreso a las 17h. Madrugamos para asegurar que llegábamos a tiempo a la estación de autobuses, debíamos tomar el tranvía 22, 2 paradas hasta Namesti Miru, dónde cogimos la linea verde (A) del metro hasta Mustek para hacer transbordo y tomar la línea amarilla (B) hasta Andel (3 paradas).
Al salir de la pensión nos encontramos la calle cubierta de nieve. Ha estado toda la noche nevando. Llegamos con tiempo suficiente y nos acomodamos en el autocar para iniciar el trayecto hacia Cesky Krumlov. El viaje no se hace largo, te ponen películas, te ofrecen gratis té o cafés, y a un precio muy moderado otras bebidas, también ofrecen internet gratis pero la conexión se pierde al ir circulando.
Tal como estaba previsto y después de 3 horas de viaje, llegamos a las 10h a Cesky Krumlov, pequeña ciudad en la Bohemia Meridional que ha estado catalogada por la UNESCO patrimonio de la humanidad.

Lo primero que hacemos es buscar un lugar donde desayunar. Nos dirigimos a la plaza central, dónde empiezan a abrir los diferentes tenderetes de artesanos del lugar instalados en el centro de la plaza, y nos tomamos un capuchino con una pasta. Empieza a salir el sol, que ya echábamos de menos desde nuestra llegada a la República Checa.

Bien desayunados empezamos a callejear por esta encantadora ciudad. Las fachadas de las casas llaman la atención por su decoración y colorido.
Cruzamos un puente para dirigirnos al Castillo. Al llegar al mismo descubrimos que está cerrado al igual que los jardines, por lo que nos limitamos a recorrerlo por fuera disfrutando de las vistas que desde ahí se tiene del pueblo.







Bajamos del castillo y ya se ha hecho la hora de comer. Nos topamos con un restaurante recomendado por Tripadvisor, restaurante Barbora, y para dentro...


Después de comer último paseo por el pueblo, nos acercamos a la iglesia de San Vito y hacia la estación de autobuses para regresar a Praga.


A las 20h llegamos puntuales a la estación Na Knineci, nos acercamos a la Plaza de la Ciudad Vieja dónde cenamos ligeramente y a descansar.