Nos levantamos a las 7 horas para desayunar, a mi parecer, buena calidad en la comida, buena limpieza y atención, acordaros de poner las fichas de cartón con el color rojo para arriba, que os limpian la mesa y se sientan otros ahí. Continuando con el tema del desayuno, a esa hora el barco efectúa su entrada a lo que anteriormente era la caldera de la isla, que al hundirse se quedó inundada, viendo un espectacular paisaje de Oia, desde la terraza del barco, un +1 para la experiencia, eso si abrigaditos y con cámara de fotos.
A las 8 salen las excursiones de Pullmantur, también empiezan a formar grupos para las lanchas ya que se fondea. Para salir por la cubierta 3, Pullmantur esta vez va mezclando lanchas de sus excursiones con el resto, se ve que se han quejado mucho en anteriores cruceros


Nosotros decidimos subir en teleférico ya que nos daban pena los animalitos y el desayuno era un peso extra a tener en cuenta.
Nada más salir del teleférico, nos asaltan los taxistas, acordando con ellos que nos lleven a Oia y nos traigan a las 2 horas por 10 € por cabeza, también se puede coger el autobús que por un módico precio de 1,80 € por trayecto te trae.
En 2 horas se tiene tiempo de sobra para ver Oia, nos volvemos a Fira y nos damos una vuelta para comprar regalos, tomar algo y callejear, todo relajado. Al terminar, nos vamos par el barco, bajando al embarcadero por las escaleritas y pasando a través de todos los burritos.
No merece la pena contratar excursión salvo que queráis que os den una vuelta por toda la isla, para ver Fira y Oia hay tiempo de sobra y para ver toda la isla podéis alquilar moto o coche.
De vuelta al barco a las 15 horas viendo Fira y Oia.