Georgetown es una ciudad agradable por la que merece la pena pasear tranquilamente. Alquilamos unas bicis y la disfrutamos muchísimo. El día amaneció lluvioso, pero no duró más de un par de horas.
Toda la ciudad estaba llena de obras de arte por los muros; sacamos algunas fotos:


Es especialmente interesante la zona de los muelles, verdaderos barrios:


Hay algún templo chino impresionante:




Pero sobre todo nos encantó la mansión Cheong Fatt Tze. La visita guiada merece la pena...

Para acabar, cenamos en el Food Court Red Garden, una comida buenísima, con música en vivo. Muy cerca se pueden tomar unas copas antes de volver...