Día 8 Bushmills Belfast
Hoy el día promete y no será por el tiempo porque amanece con niebla y pequeña lluvia
Directos a la calzada de los gigantes
GIANT’S CAUSEWAY
Formado por columnas y piedras de basalto provenientes de algún erupción volcánica porque lo de
la leyenda de los gigantes como que no me la voy a creer.
17 euros la entrada por pareja
Qué bonito el paisaje, el mar, los montes, esas piedras negras, las columnas de basalto, con esas
formas todo lo que se diga es poco, merece la pena y punto y ahora toca disfrutarlo, así que foto
aquí y allí y allí, en la bota del gigante, en el órgano, en lo alto del monte después de subir no sé
cuántos escalones empinados como ellos solos.
Realmente es bonita esta zona hemos tenido suerte y como ocurrió en los acantilados de moher
hemos podido disfrutarlos con sol y lluvia que más podemos pedir.
Salimos dirección al puente colgante y de camino paramos en el puerto de Ballyntoy, para llegar a
él hay que tomar 30 curvas sin visibilidad menos mal que todo el mundo va despacito.
El Puerto de Ballyntoy solo por ver el colorido del agua un azul intenso que jamás he visto en
ningún mar y aseguro que la foto parece menos intenso esos peñascos ahí cerca la orilla, ha
merecido la pena bajar a verlo, por lo visto aquí se grabaron algunas escenas de la serie Juego de
Tronos y no me extraña el lugar es típico para ello.
Vamos acercándonos al puente colgante yo creo que en Irlanda ya le sacan provecho a todo
paisaje que se precie y como todo es tan natural pues hay que hacer algo distinto, como pues
como en este caso, paisaje precioso un islote cerca de otro pues que hacemos pues un puente de
madera para los turistas y nada pues a cruzarlo, si tienes vértigo te armas de valor miras al frente
y que sea lo que sea, lo que no contábamos era con el aire joe pues si ya te da un poco de
“cangui” pasarlo con el aire ni te cuento, pero bueno se pasó y ahí están las fotos para la historia.
Camino de Ballycastle, pararemos para tomar algo y luego seguir el camino
Sorpresa en Ballycastle hay un mercadillo, esto esta hasta los topes, por lo visto es una feria anual
y vienen de todas las partes de Irlanda y hasta de Inglaterra y Escocia, vaya sorpresa, hasta a un
churrero español hemos visto el cual le ha regalado a las mujeres un churrito
Hemos descansado algo y nos queda algo importante en este viaje y el cual no quiero perderme
por nada del mundo está en la carretera de Antrim y es un hilera de hayas a los lados de la
carretera que fueron plantada para decorar el camino de una casa georgiana, las hayas buscaron
la luz y crecieron muy cerca unas de otras dando como resultado esto, la leyenda habla de una
mujer gris frecuenta dicha carretera.
Pues después de seguir rumbo, no había señales, tomamos el camino del campo de golf que nos
había indicado una irlandesa en una tienda y nada, creíamos que no daríamos con ella pero de
pronto y en una curva, se mostró la imagen es que única, es preciosa, incomparable o eso me
parece a mí, ni rastros de la mujer de gris ya sería mucho pedir que también anduviera por allí,
Con la satisfacción del contemplar en este día tanta belleza ya no nos quedaba otra que llegar a
Belfast y poder descansar, pero aun nos tocaba buscar alojamiento y no fue fácil, buscamos en la
guía y hasta tres hoteles que fuimos a ver los tres habían cerrado, otro se nos iba de presupuesto
así que buscamos por la zona universitaria y allí encontramos uno de la cadena ibis que por 55
euritos pasamos la noche
Dimos una vuelta nocturna para cenar, en un establecimiento de comida rápida un fish and chips
comida tradicional aquí, madre mía con el fish and chips eso parecía un taja de melón rebozaaaa y
yo le pedí una baguette y aún estoy buscando el pan,
Belfast es muy oscura, ladrillada y fría al menos la zona que estuvimos, así que como no
encontramos nada que nos gustara al hotel a tomar una pintita y a dormir.