Gullfoss-Geysir-Kerid-Hveragerdi-Seljalandfoss-Skogarfoss-Dyrholaey-Vik ✏️ Diarios de Viajes de Islandia

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Nos levantamos y comprobamos que hacía un dia despejado y con poco viento, por lo que tras desayunar, decidimos "perder" un poco de tiempo y volver a visitar Gullfoss y Geysir, aprovechando que estábamos al lado. A saber cuando volvíamos a ver un geyser.
Más sol, más photoshop y más alegría.
Aquí ya me di cuenta de que la tarjeta de memoria se iba a quedar corta para el viaje.
El Strokkur puntual como un reloj(casi siempre)
A punto de salir el chorro
Después de remolonear un buen rato viendo el geiser, cogimos la carretera 37 de vuelta hacia Laugarvatn y nos desviamos hacia la 35, que va hacia el sur hasta Kerid.
Es un cráter con un lago en el fondo, al lado de la carretera(a la izquierda), de pago (creo que dos entradas fueron 700 ISK). Se puede rodear, bajar hasta la orilla del agua y resbalar de vez en cuando. Aunque durante el viaje vimos otros similares, creo que vale la pena la parada.
El cráter desde arriba.
La siguiente parada era un area geotermal en Hveragerd(valle de Olfusdalur y geyser Gryla)i, para lo que había que llegar a la carretera 1 y girar hacia el oeste unos kilometros, desandando el camino. Llegamos allí, no encontramos lo que decía la Lonely Planet, y nos dimos media vuelta hacia Seljalandfoss, que quedaba un rato de coche.
Llegamos a Seljalandsfoss y comimos viendo la catarata las provisiones del Bonus. En el aparcamiento hay un chiringuito con cuatro cosas, por si no llevas comida, y unos baños.
Pasamos la catarata por detrás, entrando por la derecha, que hay menos pendiente para bajar, como alguien ya había indicado en un diario de este foro. Bien forrados con impermeables, porque con el viento el agua acaba mojándote bien.
Después de ver esta catarata, nos pusimos a buscar la Gjulfurarfoss, que al parecer estaba cercana. Hay que seguir el camino que sale de Seljalandsfoss hacia la izquierda, y después de unos 100 metros hay un cartel explicativo y una señal de camino resbaladizo. Trepando un par de minutos por este camino, con la ayuda de unas cadenas ancladas a la roca, se llega a una escalera desde donde se ve la cascada escondida. La subida no es gran cosa, aunque tampoco es para todos los públicos.

Volvimos al coche y continuamos hacia Skogarfoss, también visible desde la carretera. Esta cascada es mucho más caudalosa que la anterior, por lo que desde abajo acercarse es una ducha casi segura; pero tiene unas escaleras que permiten ver la cascada a varias alturas. ES un tramo largo, pero con calma cualquiera puede subir. Y si hay ganas de más excursión, se puede seguir el curso del rio más allá de la catarata, viendo los meandros y demás en un agradable paseo.

La siguiente parada fueron los acantilados de Dyrholaey. Imagino que al ser ya Septiembre, habrían emigrado ya todos los frailecillos, así que nos tuvimos que conformar con admirar los tremendos acantilados, el resto de pájaros marinos, las playas de arena negra y el mar embravecido.


Hay una ruta que recorre los acantilados que tienía muy buena pinta, pero después de todo el dia dando vueltas, preferimos irnos al hotel a descansar.
Curioseamos un poco por Vik(no parece que haya mucho que ver) y nos fuimos al hotel Katla Hofdabrekka, un par de kilómetros mas allá del pueblo. Tiene habitaciones amplias y cómodas y una piscina relax de agua caliente. El buffet para cenar, normalito y caro.

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