Nos levantamos bien temprano sin querer, como el resto del viaje, gracias a la diferencia de dos horas menos con España, y despues de desayunar en el hotel, nos fuimos a ver un poco de Reykjavik.
La calle principal con tiendas, subimos a la torre de la Hallgrimskirkja, hicimos algo de tiempo hasta que llegó la maleta del aeropuerto al hotel y salimos hacia Thingvellir, haciendo una parada en un Bonus(nuestro super favorito a partir de entonces) para cargar el coche con lo necesario para hacer los almuerzos durante el dia, agua y demás.

Llegamos a Thingvellir con lluvia, viento y demás; asi que nos forramos hasta arriba con chaquetas, pantalones impermeables, ponchos, guantes, gorros, etc y salimos a ver en que consistia aquello exactamente.
Siguiendo la espectacular falla, pasamos por los sitios donde se reunia esta gente anualmente para organizarse un poco y llegamos hasta Oxararfoss, una bonita cascada donde almorzamos en camiseta.

Aqui confirmamos que era cierto lo que dicen de Islandia: en quince minutos pasa de un clima del infierno, con vientos huracanados, lluvia torrencial y un frio terrible a un dia tirando a soleado, con temperatura agradable y en calma. Aun así me da la impresion de que tuvimos bastante suerte con el clima, porque el sol salió bastante durante el resto del viaje. Si tuviese que hacer el viaje otra vez, imagino que elegiria Junio o Julio para tener mas posibilidades de buen clima.
Despues de la parada en la cascada empezamos una caminata hasta una granja abandonada, que no nos convenció demasiado, pero tampoco estuvo de más.

Hicimos el camino de vuelta y cogimos de nuevo el coche para ir hasta Geysir.
Llegamos a Geysir con muy mal tiempo, pero al ver el campo geotermal humeante, y el Strokkur dando petardazos cada cinco minutos cumplió de sobra nuestras expectativas.

A ultima hora nos fuimos hacia Gullfoss, espectacular, pero tambien algo suplicio por el mal tiempo y nos quedamos a dormir al lado de la cascada, en un hotel granja muy agradable(Hotel Gullfoss), con hot-tubs exteriores. Alli cenamos y descansamos para seguir viendo maravillas al dia siguiente.
