ISABA – SELVA DE IRATI (POR ORBAIZETA) – JAVIER. ✏️ Diarios de Viajes de España

Esta etapa no estaba prevista en un principio, pero nos gustó tanto la Selva de Irati que decidimos volver por el otro acceso, Aribe y Orbaizeta. Tomamos la N-140 y paramos en Escaroz, un bonito pueblo, para comprar queso del roncal (realmente delicioso) en una fábrica. Teníamos la intención de ver también la Foz de Mintxate, pero nos pasamos el acceso sin darnos cuenta y ya no nos apeteció retroceder.

Ya dejamos el precioso valle del Roncal y volvimos a recuperar el no menos bonito de Salazar, por el que habíamos pasado un par de días antes.

Después seguimos por la NA-2030 hasta el pueblo de Orbaizeta, donde vimos varios restaurantes con muy buena pinta para comer, pero como aún no era la hora decidimos seguir adelante por la que ahora es carretera NA-2032, hasta donde ésta se bifurca en dos. La de la derecha nos llevó a una caseta de información, donde nos indicaron que podíamos continuar por la pista asfaltada hasta el embalse de Irabia y allí dejar el coche en el aparcamiento para iniciar alguna caminata. El paso costaba 4 euros por vehículo (como en Casas de Irati), pero te rebajaban 2 euros con alojamiento o haciendo una consumición de más de 18 euros en la zona. El plano ya lo teníamos de la visita anterior.

Como se acercaba la hora de comer, preferimos hacerlo antes de entrar puesto que no llevábamos bocadillos, así que retrocedimos hasta un “albergue” con restaurante. Entrecomillo lo de “albergue” porque se llama así, pero de albergue no tiene nada, mas bien parece un hotel de varias estrellas y el restaurante no es barato. Sin embargo, reconozco que tomé uno de los entrecots más tiernos y sabrosos que he tomado últimamente. Dimos la vuelta hasta la caseta de información, nos descontaron los dos euros por haber comido en la zona y seguimos la pista hasta el embalse, donde nos asomamos al mirador que nos habían indicado, el cual decepciona un poco porque no se ve gran cosa.
Vista desde el mirador:

Empezamos a caminar rodeando el embalse, pero el sendero va un poco por el interior y apenas se ve nada más que el bosque y no es que no sea bonito, pero llega un momento que te cansas un poco de adivinar el agua entre la inmensa floresta ya que si bien se puede bajar hasta el agua, no hay sendero para seguir por allí.

Así que después de una hora intentando encontrar algún mirador en alto, volvimos al aparcamiento y fuimos a ver la presa, desde donde sí que se obtienen unas perspectivas más interesantes:

Después volvimos a la bifurcación de la carretera y tomamos la pista que lleva la antigua fábrica de armas de Orbaizeta. En el siglo XVIII se abrió esta fábrica pensando en las continuas contiendas con los franceses; sin embargo, su ubicación se comprobó como un error pues estaba mal comunicada y alejada de todo, con lo que se cerró y abandonó unos pocos años después. Quedan sus ruinas, gran parte comidas por la hojarasca y entre las que corre el río; estos restos mezclados con el entorno forman un paraje bastante peculiar.

Seguimos la pista de hormigón que va a Azpegi, según vamos ganando altura va desapareciendo el arbolado y aparecen campos verdes donde sopla el viento y pastan caballos y vacas:

La pista sigue y es posible visitar otros lugares interesantes, con varias rutas senderistas, pero ya no había tiempo para más. Nos gustó la excursión de hoy a Irati, pero la verdad es que no tanto como la del acceso por Ochagavia.

De vuelta a Aribe, proseguimos camino hacia Javier, donde teníamos reservada habitación en el Hotel Xavier, justo enfrente del castillo, que nos recibió con esta sugerente estampa al atardecer.

Está en un lugar un tanto apartado y para cenar no hay más opciones que los restaurantes de los hoteles, pensamos en ir a Sangüesa a cenar, pero como estábamos cansados nos quedamos en el restaurante del hotel, donde cenamos bastante bien a base de tapas.